La princesa Leonor, la esperanza de la monarquía española

Con el rey emérito Juan Carlos ‘exiliado’ bajo sospechas de corrupción, la familia real española ha intentado seguir adelante con su vida para mostrar una imagen de normalidad ante el escándalo, que tiene a una parte de la población en contra de la institución.

En ese sentido, el rey Felipe VI y la reina Letizia han decidido darle mayor protagonismo a su hija mayor, Leonor, la princesa de Asturias, quien está a pocos días de cumplir 15 años. La pequeña heredera al trono de España se estrenó en la vida pública hace un año con un famoso discurso que generó cientos de comentarios positivos.

En esa ocasión, Leonor descrestó en la ceremonia de premios que se hacen en su honor (los Premios Princesa de Asturias) con aluciones a la ciudad a la que representa, a la unión de su país, a su padre y a su abuela. “Asturias es, también, la tierra de mi madre, la reina. Yo llevo sangre asturiana", fue una de las frases que generó una gran ovación. Los comentaristas, además, alabaron su dicción perfecta y el manejo del público.

Desde entonces se han multiplicado sus apariciones en eventos oficiales. Sobre todo porque ella habla inglés y está aprendiendo francés, chino y árabe. Además toma clases de dicción con su mamá, que fue presentadora de televisión. Hace unos meses, por ejemplo, envió un mensaje de aliento a los jóvenes por la pandemia y la semana pasada acompañó a sus papás a la ceremonia por el Día de la Hispanidad, en la que generó aplausos por su vestimenta.

A finales de esta semana, además, brilló como la gran anfitriona de la nueva edición de los Premios Princesa de Asturias, con otro gran discurso. La prensa, como si fuera poco ha destacado su cambio de estilo.

El diario El País, de Madrid, por ejemplo, escribió “la princesa de Asturias no solo ha abandonado los trajes infantiles y ha estrenado sus primeros tacones bajos, sino que además se muestra más tranquila y segura que nunca en sus apariciones públicas”.

Su cada vez mayor importancia en la familia real también se nota en el protocolo: ahora la sientan a la derecha del rey y cuando caminan, siempre va a su lado o justo detrás. Su hermana menor, la infanta Sofía, en cambio, anda al lado de su madre.

Hasta antes de que ocurriera el escándalo del rey Juan Carlos y justo después del estreno de Leonor, la popularidad de la monarquía española había llegado a un histórico 85 por ciento. Ahora, y aunque lo que sucedió llevó esa cifra a casi un 50 por ciento, muchos analistas creen que si ella sigue así, el futuro de la monarquía estará asegurado.