Juan Luis Londoño, conocido mundialmente como Maluma, ha decidido abrir un espacio seguro y dar inicio a su nueva faceta como conductor de su propio pódcast. En el segundo episodio de su proyecto titulado Las cosas como son, el artista paisa recibió a un invitado que no es solo una estrella del fútbol, sino un hermano de vida: Juan Fernando Quintero. En una charla sin filtros, ambos recordaron que, antes de los estadios llenos y los Grammys, hubo un camino que recorrieron juntos desde la infancia.

El lanzamiento del pódcast se dio el sábado 13 de diciembre y en su primer capítulo, entrevistó a Manuela Gómez, su bioenergética, quien ha sido una pieza clave en su camino de regulación emocional y crecimiento personal. En este episodio, Manuela explica qué es la ansiedad desde su experiencia profesional, cómo se manifiesta en el cuerpo y qué prácticas ayudan a afrontarla sin miedo.
En su segundo capítulo el invitado fue el jugador del River Plate y juntos tuvieron una charla honesta, cercana y profunda, donde se habla de sueños, caídas, aprendizajes y pasión.
La conexión entre Maluma y Juanfer no es producto del marketing, la amistad entre los ídolos colombianos se remonta a su infancia en Medellín, cuando ambos soñaban con triunfar en el futbol y jugaban en divisiones inferiores, Maluma en Nacional y Quintero en Envigado. Desde entonces, han construido una amistad basada en el respeto y la admiración mutua.
Quintero abrió su corazón y contó detalles de su vida que hasta ahora habían quedado guardados para su círculo más cercano. Habló de la muerte de su abuela en pleno mundial de 2014: “A mí se me acabó la razón de vivir”; también contó cómo su esposa lo apoyaba económicamente en los inicios de su carrera deportiva: “Yo jugaba en el Envigado y mi esposa me daba los pasajes”. También habló de lo que tuvo que sacrificar para llegar a ser uno de los referentes del futbol argentino: “Tuve que sacrificar la estadía como mi familia (...) sacrifiqué el tiempo para compartir con mi hija y mi esposa”.
Por su parte, Maluma contó como se repuso a uno de los episodios de ansiedad que vivió: “Yo pensé que me estaba muriendo”. El episodio fue tan fuerte que le afectó el sueño: “Pasé toda la noche en vela”, y termina la anécdota diciendo: “oro todos los días y yo digo (…) diosito, regálame una noche tranquila por favor”.
La entrevista culmina con un agradecimiento sincero por parte del artista, que fortalece aún más la relación de amistad entre los paisas. Las cosas como son ha funcionado para Juan Luis Londoño como un vehículo para conectar con su audiencia desde un ángulo más humano y reflexivo, alejándose por un momento de las polémicas y los lujos para centrarse en los valores que, según él, lo mantienen en pie: el enfoque, la disciplina y su familia.










