Entrevista
Marcela Mar habla de Imperfecta, el teatro, la maternidad y su papel en Onu Mujeres: “El amor es lo que me sostiene”
Marcela Mar habla de Imperfecta, su ópera prima como coproductora. También de su regreso al teatro y de su papel como embajadora de ONU Mujeres.


SEMANA: ¿Cómo fue su experiencia en Imperfecta?
Marcela Mar: Estoy muy emocionada, es una película dirigida por Natalia Smirnoff, una directora argentina que tiene tres películas de su autoría. En esta película, además, me lanzo como productora. Sí, la escribimos entre Natalia Smirnoff, Gloria Montsalvas y yo. Las tres trabajamos juntas en el guion.
SEMANA: ¿Dónde y cuándo se va a rodar?
M.M.: La película se va a rodar en Medellín, ahora en el mes de septiembre.
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SEMANA: ¿Qué significa este proyecto para usted?
M.M.: Es una película muy importante para mí porque es mi ópera prima como coproductora, con ganas de funciones, y también soy la actriz principal. Es mi proyecto más apasionado, el más importante que puedo decir que estoy haciendo hasta el momento en mi carrera.
SEMANA: ¿Cuál es el tema central de Imperfecta?
M.M.: Habla sobre la maternidad y sobre dos temas que me parecen claves en nuestra sociedad: la maternidad entendida no solo como el hecho de dar a luz, sino también como el sistema de cuidado. Me parece que toca unos temas muy importantes para revisar: cómo está el sistema de cuidado en Colombia, quiénes son generalmente sus cuidadores y quién cuida a los que cuidan.
SEMANA: Suena muy profundo…
M.M.: Sí, es una película muy sensible, un retrato humano. Es el reto más grande al que me he enfrentado, sin lugar a dudas, tanto como actriz como productora.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este proyecto?
M.M.: Llevo invertidos cinco años física, emocional y mentalmente, desde que compré los derechos del libro, hasta ahora que vamos a rodar en septiembre. Es como el Everest… lo miro y digo: “¿Cuánto he escalado hoy? ¿Cuánto me falta por escalar para llegar a la cima?”. Pero me da mucha felicidad poderlo compartir por fin con un medio de comunicación, porque lo he tenido en mucha reserva, en realidad. Porque hay unas luchas de muchas personas detrás para que eso se pueda hacer. Entonces, la verdad, me siento muy contenta de poderlo contar, es un honor compartirlo ya con la gente y anunciar que vamos a empezar este rodaje. También está mi socia, que es Diana Camargo, de la Bello Producciones, y estamos en coproducción con Canadá y con Argentina.
SEMANA: Además de Imperfecta, también está protagonizando la obra de teatro El padre. ¿Qué representa esta obra para usted?
M.M.: El padre es una obra muy especial. Estamos bajo la producción del Teatro Nacional y se trata del texto del dramaturgo Florian Zeller, pero adaptado a nuestro contexto: una familia de clase media alta en Bogotá, con un padre que enfrenta una enfermedad cerebral, el alzhéimer, y cómo esto afecta completamente a su hija, a su entorno y a su pareja. La historia se cuenta desde la mirada del padre, entonces es muy interesante porque el público trata de descifrar qué es real y qué no.
Es un texto magistral. Como actriz, es un honor enorme que el Teatro Nacional me haya vuelto a llamar. Ese lugar es muy significativo para mí, porque ahí empecé mi formación como actriz a los 8 años. Siento que es mi casa. Para mí, esta obra es como una especie de constelación familiar en vivo. Tanto el público como los actores compartimos una experiencia emocional profunda. Todos somos hijos o hijas, y eso hace que conectemos desde distintos lugares.
SEMANA: ¿Usted cree que estaba destinada a ser actriz o hubiera preferido ser otra cosa?
M.M.: Bueno, en este punto de mi vida sí creo que estaba destinada a ser actriz. La cuestión apareció en mi vida a los 8 años, porque mi padre es artista, Augusto Martelo, bajista roquero, y mi madre fue modelo. Ellos notaron ciertas actitudes en mí y me metieron en clases de teatro. Les agradezco enormemente porque eso me salvó la vida. Mi primera oportunidad en televisión fue a los 12 años. Luego, cuando la situación económica fue insostenible para mi madre, quien se separó de mi padrastro, quedé sola en Colombia y ahí apareció mi primer protagónico. Eso me permitió sobrevivir.
SEMANA: Hablando de Imperfecta y de otros proyectos, quiero preguntarle sobre un personaje revolucionario que va a interpretar: Débora Arango, una pintora que rompió paradigmas. ¿Qué significa esta figura?
M.M.: Débora es un modelo a seguir porque fue la primera pintora que hizo una crítica política abierta a través de su arte. Desafió poderes en una sociedad muy conservadora, y expuso la violencia contra las mujeres en sus cuadros. Es un ícono latinoamericano, como Frida Kahlo para México. Para mí es un honor que Will Nunziata haya escrito esta película pensando en mí. Estoy feliz y emocionada por este proyecto que aún está en etapa inicial, pero me hace mucha ilusión interpretarla.
SEMANA: Hablemos un poco de cómo ha sido su maternidad...
M.M.: Fui madre a los 21. Mi hijo tiene hoy 25 años. Emiliano también es actor, se formó profesionalmente con Juan Carlos Corazza. Es actor formado en teatro clásico. Tiene ya tres películas. Emiliano es un chico que se puede abrir a sus sueños y los está encontrando solo; ha encontrado su propio camino lejos de la sombra de su mamá y su papá, que también son actores. Por eso se va a estudiar afuera. He hecho todo ese acompañamiento para ayudar a guiarlo en ese camino, porque uno como madre y como padre lo que quiere es la felicidad de sus hijos, que se bendigan y que estén bien, y que sean seres de bien, porque ese es como el titular de cualquier mamá.

SEMANA: Entonces, misión cumplida...
M.M.: Me siento orgullosa de la madre que he sido, me siento contenta de ver a este hombre que ya es independiente y está haciendo carrera aquí en Colombia. Está en este momento grabando su primer protagónico. Está como el protagonista de una serie en la que ganó su papel a pulso. Y está encontrando su propio camino, que me parece difícil. Yo le dije: “Escucha, qué difícil tener esa sombra de papá y mamá”. Mi hijo me hace sentir muy orgullosa de él como artista, y ya en lo personal, es un ser humano hermoso, una persona amorosa con la gente. Divino.
SEMANA: Marcela, hemos hablado de muchos aspectos, desde sus personajes, la maternidad, la actuación. Pero cuéntenos alguna faceta más íntima...
M.M.: Creo que la gente no sabe que soy una persona muy introvertida. Aunque en redes sociales parezca muy social, en realidad tengo dos hemisferios muy fuertes: la actriz y la empresaria. Necesito creatividad para mis personajes, pero también debo ser empresaria para que todo suceda. Soy una persona privada, me alejo del ruido, disfruto de la soledad, de las mañanas lentas, leer libros, meditar y ver películas. Esa faceta no la muestro mucho porque no es tan interesante para los demás, pero es esencial para mí.
SEMANA: ¿Qué es el amor para usted?
M.M.: El amor es lo que me sostiene, la fuerza más grande. En el amor de pareja con mi esposo, que llevamos casi siete años casados y nueve juntos, el amor es cuidado, saber escuchar. Y también libertad, respetar que cada uno tenga su mundo propio. La pasión también es fundamental. El amor de madre es otra cosa, porque Pedro tiene tres hijos y eso abre otras facetas. También valoro mucho a mis amigos, que son pocos pero importantes. Y el amor propio es el más importante. Sin amor propio no hay nada.
SEMANA: ¿Cómo se siente al ser nombrada embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres?
M.M.: Esta es la primera vez que Colombia tiene una designación oficial como embajadora de ONU Mujeres. Antes se habían nombrado voceros y voceras, pero nunca se había hecho una designación formal. Por eso, me siento profundamente orgullosa de haber sido elegida para representar por primera vez a nuestro país. Para mí, es un compromiso muy grande y también una validación de lo que he venido haciendo, de lo que pienso, creo y lo que puedo aportar desde mi oficio. Busco llevar esa vocería a las producciones en las que participo. Me interesa poner en escena temas que pocas veces se ven reflejados en el cine, la televisión o el teatro, y romper paradigmas desde lo audiovisual y desde las artes escénicas.