“Miro hacia atrás, sonrío y digo gracias”: Luis Fonsi confiesa los momentos más difíciles de sus 25 años de carrera

El 12 de enero de 2017, el mundo despertó con una canción que pronto se regó como fuego y acabó convertida en una de las más importantes de la música latina en este siglo. Se trataba del primer tema de reguetón interpretado por Luis Fonsi, cantante puertorriqueño que hasta entonces había brillado más en la escena pop que en la música urbana.

La canción Despacito, que grabó junto a Daddy Yankee, no dejó de sonar ese año en las emisoras y plataformas del planeta. Logró ubicarse en la posición número uno en más de 80 países y su video en YouTube sigue siendo hasta hoy, siete años más tarde, uno de los más reproducidos, al superar los 5.000 millones de visualizaciones.

Conquistó además cuatro premios Grammy Latinos como mejor canción, mejor grabación, mejor fusión/interpretación urbana y mejor video musical.

La versión en inglés, en colaboración con Justin Bieber, no fue menos exitosa: llegó al número uno, por varias semanas, en la lista Hot 100 de Billboard.

Fonsi lo recuerda bien ahora, cuando celebra 25 años de carrera artística. Meses atrás del lanzamiento, la palabra ‘despacito’ amaneció pegada en su cabeza con tanta insistencia que creyó que a lo mejor se trataba de una melodía ya conocida de la que no recordaba su intérprete. Buscó en su banco de música, pero no la encontró.

“Ese día corrí al estudio de mi casa, tomé mi guitarra y comencé a grabar lo que me iba saliendo con esa sola palabra en mente. Quería asegurarme de no olvidarlo, porque sentí que había algo interesante en su simplicidad. Tuve el proyecto principal del coro todo antes de mi café de la mañana”, relata Fonsi, hoy de 45 años.

El resto ya es historia: la que en un comienzo pensaba grabar con Nicky Jam, en una época en la que artistas de todos los géneros buscaban nuevos públicos mediante el reguetón, Fonsi la entregó en manos de Yankee, uno de los grandes productores de los sonidos urbanos. Y juntos lograron lo impensable: hacer que el mundo entero bailara un género que se creía que no saldría de las calles de América Latina.

El recuerdo sale a la luz en medio del lanzamiento de su más reciente álbum, El viaje, con el que precisamente Luis Alfonso Rodríguez López-Ceper festeja más de dos décadas sobre los escenarios. Una carrera en la que Despacito fue una especie de parteaguas, pues nada volvió a ser igual desde entonces: total, con esta canción Fonsi rompió siete Récords Guinness, entre ellos 28.200 millones de streams en las plataformas de música digital.

Y a su vida llegaron oportunidades que hoy lo emocionan: cantar para el papa Juan Pablo II, ser el telonero de Britney Spears o jurado de La voz en los inicios de su vida musical: “Me acuerdo cuando estaba jovencito y andaba con mi guitarra a todos lados, lleno de ilusión. Desde niño, mis padres entendieron que tenía muchas habilidades para la música. No era bueno en muchas cosas, pero la música lograba concentrarme, sacar lo mejor de mí, por eso siempre me impulsaron”, recuerda Fonsi.

Y cuando se lanzó definitivamente como artista, el puertorriqueño se recuerda a sí mismo con su primer disco bajo el brazo. “Me la pasaba tocando puertas, dándome a conocer. Yo no tengo un apellido conocido, no vengo de una banda famosa. En esto empecé desde abajo y con esfuerzo”, dice.

Reconoce que lograr un lugar en la industria le costó trabajo. Y, poco a poco, “me fui ganando mi espacio, canción a canción, disco a disco, gira a gira. Mis primeros conciertos no eran en estadios o arenas, sino en teatros chiquiticos, pero hoy miro hacia atrás, sonrío y digo gracias”, relata el cantante.

Entonces, con El viaje, Fonsi rinde homenaje a ese sacrificio y también a los lugares que han marcado su carrera: “Con este trabajo discográfico me desahogué como músico, me desahogué también como compositor y como cantante; pienso que son las melodías más bonitas que he escrito en toda mi carrera”.

Colombia como inspiración

En este álbum, explica, “cada canción tiene el nombre de una ciudad”. Y Colombia brilla con dos de sus más queridas regiones: Medellín y Santa Marta. “Quedaron muchas por fuera, pero las que están tienen un significado importante. Lo que buscaba era agradecerle al público por hacerme parte de la banda sonora de sus vidas, por acompañarme en estos 25 años y celebrar juntos este recorrido que me cambió la vida”, asegura, orgulloso, el cantante.

Fonsi describe este nuevo ‘hijo musical’, el número once de su historia, como un trabajo con “canciones románticas, muy de cantautor” y dotado también con canciones de fiesta y de celebración. “Con colaboraciones soñadas, trabajé por primera vez en una grabación con un artista que admiro mucho, Carlos Vives, y por segunda vez con una de las voces que más me gustan de la música latina, que es Laura Pausini”.

Ese tema a dos voces con Vives está dedicado a la tierra natal del colombiano, que este año será homenajeado como Persona del Año en los Latin Grammy. “Creo que es una de mis canciones favoritas de este disco, y lo curioso es que fue la última que se escribió y se grabó para el nuevo álbum. Yo les decía a mis productores: ‘¿Ustedes se imaginan que Carlos Vives se sume a esta canción? La vamos a romper’. En ese momento, estábamos soñando y agarré fuerza y le escribí, él es un amor y en tres días ya había escrito su parte”, relató Fonsi con emoción.

Pero su carrera no ha sido solo musical. Siendo un talentoso compositor, probó en las letras por otro camino y llegó la literatura. Se aventuró a escribir para niños Amigos extraordiRANArios. Una historia que, dice el cantante, habla de Blu, un osito que viaja a Puerto Rico y conoce a una rana, y juntos emprenden una aventura por El Yunque, el único bosque tropical lluvioso de Estados Unidos. “La historia tiene mucho que ver conmigo y mi labor de padre de dos niños. Fue un proyecto muy bonito”.

Luego del estreno de El viaje, el cantautor sorprenderá a sus seguidores con su primera película. Una comedia romántica, Say a Little Prayer, en la que se estrena como actor en la gran pantalla. “No era algo que estuviera buscando, pero cuando el director me mandó el libreto me gustó y me identifiqué con el papel”, relata.

Fonsi ya había coqueteado en la actuación con una obra de Broadway en 2015, Forever Tango, con la que estuvo por una temporada. “Me encantó la experiencia. El teatro me da una adrenalina muy similar a la de los conciertos, porque es estar en vivo, encima de un escenario y espero seguir en ellos por otros 25 años”.