Murió a los 86 años Ernesto Acher, histórico integrante de Les Luthiers y referente del humor musical

El pasado viernes, 12 de diciembre, falleció Ernesto Acher a los 86 años. Artista de amplia trayectoria, fue reconocido por su versatilidad como músico, humorista y director orquestal.

Nacido en Buenos Aires el 9 de octubre de 1939, desarrolló una carrera artística destacada, marcada especialmente por sus 15 años como integrante de Les Luthiers, grupo en el que dejó una huella inconfundible. En paralelo, participó en numerosos proyectos en Argentina y en Chile, país en el que también residió durante varios años.

Formado inicialmente como pianista y clarinetista, Acher se graduó como arquitecto en la Universidad de Buenos Aires y ejerció la docencia, aunque en 1971 decidió abandonar la arquitectura para dedicarse por completo a la música. Ese mismo año se incorporó a Les Luthiers, donde se consolidó como compositor, arreglador y multinstrumentista, y desempeñó un rol clave en la organización artística del grupo, el uso de amplificación y el impulso de su carrera discográfica.

Durante su paso por el grupo aportó numerosas obras vinculadas al jazz y al folklore, creó personajes memorables sobre el escenario y participó en la construcción de instrumentos informales. Su trayectoria se distinguió por una notable versatilidad musical y por su aporte fundamental a la evolución artística del conjunto.

Entre 1987 y 1988 grabó el disco ‘Juegos’ y dio origen a las ‘Veladas espeluznantes’, propuestas que combinaron humor con música clásica y popular. Asimismo, fundó La Banda Elástica, un proyecto integrado por destacados músicos que fusionó jazz, folklore y humor, y que obtuvo un amplio reconocimiento en teatros, giras internacionales, premios y la edición de tres discos, hasta su disolución en 1993.

A partir de entonces desarrolló múltiples iniciativas: se consolidó como comediante, realizó ciclos radiales, dirigió orquestas y creó nuevas propuestas musicales, como la Offside Chamber Orchestra.

Desde 2006 mantuvo una intensa colaboración con el humorista cubano Virulo, con espectáculos conjuntos y giras internacionales. Además, ejerció la docencia universitaria en Chile, se desempeñó como director orquestal y presentó diversos homenajes musicales, entre ellos a Astor Piazzolla y George Gershwin.

En sus últimos años, ya de regreso en Buenos Aires, retomó su actividad humorística, radial y musical, estrenó obras destinadas a toda la familia y continuó presentándose con gran aceptación del público hasta poco antes de su fallecimiento.