Sale a la luz inesperado video de imagen de la Virgen Dolorosa derramando lágrimas en parroquia de Ocaña

La Semana Santa es una de las celebraciones más importantes de la religión católica, debido a su significado histórico. Estos días son considerados de reflexión, conmemorando la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

En diferentes lugares del mundo se llevan a cabo eventos relacionados con los últimos momentos de vida de Jesús, su padecimiento hacia la cruz y su renacer en el sepulcro. Existen diversas tradiciones, las cuales permiten que los creyentes participen en actividades y dinámicas espirituales que alimenten su fe.

Este 2025, las redes sociales fueron escenario para que un video causara impacto en la fe de más de una persona. Se trató de un clip que se grabó en un corregimiento de Ocaña, Norte de Santander, donde se captó a la Virgen dolorosa derramar lágrimas en medio del Sermón de las Siete Palabras.

De acuerdo con lo que recogieron medios regionales y Blu Radio, todo ocurrió en la parroquia San Juan Eudes, ubicada en el corregimiento de Aguas Claras. Las imágenes grabaron la figura religiosa de la Virgen Dolorosa, la cual dejó sin palabras cuando comenzó a derramar lágrimas en plena celebración litúrgica.

Los feligreses que hacían parte del evento del Viernes Santo se acercaron a la imagen católica y registraron lo que estaban viendo, reflejando las lágrimas que recorrían las mejillas. Pese a que se creía que había sido una sola, testigos aseguraron que brotaron varias lágrimas en cuestión de segundos y de forma inesperada.

En los contenidos, difundidos a través de X, muchos creyentes aseguraron que estaban conmocionados con esto, pues podría tratarse de una revelación. Otros curiosos dejaron en el aire sus opiniones, cuestionando qué había detrás.

La Virgen Dolorosa, también conocida como Nuestra Señora de los Dolores, es una de las advocaciones marianas más conmovedoras dentro del cristianismo.

Representa a María en su papel de madre, que sufre profundamente por el dolor y la pasión de su hijo, Jesucristo. Esta imagen evoca la dimensión más humana y sensible de la Virgen María, destacando su fortaleza, su fe inquebrantable y su inmenso amor maternal.

Es reconocida por sus vestimentas negras u oscuras, sus elementos dorados y una expresión de dolor, siendo ubicada, por lo general, al lateral del Cristo crucificado de las iglesias o templos católicos. De igual manera, hay lugares donde se representa esta advocación con el corazón atravesado por siete espadas.