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“Sentí algo de alivio con la muerte del Mono Jojoy”: Adriana Aristizábal
La periodista colombiana contó detalles de la época en la que ejerció como reportera en los periodos más álgidos del conflicto armado y los plasmó en su libro: En Fuego Cruzado, memoria de una reportera de guerra.
Durante la más reciente feria del libro, se lanzó en Colombia el escrito por la periodista Adriana Aristizábal, una de las reporteras de guerra que vivió de cerca la frialdad del conflicto, el terrorismo y el control del narcotráfico durante los años 1998 y 2004.
En este recuento, la periodista narra su experiencia personal y aporta un punto de vista femenino a lo que evidenció desde las trincheras de las FARC, los paramilitares y el gobierno a finales del siglo XX. En conversación con SEMANA habló de las historias que más marcaron si vida como la que se escribió en la iglesia de Bojayá, Chocó. Un espacio tan pequeño, con una solo puerta de salida, en la que se refugiaron decenas de personas de las disparos y explosiones, estando allí fueron masacrados con cilindros bomba que lanzaron miembros de las Farc el 2 de mayo de 2002
Así como le marcó el dolor que ha tenido que afrontar la sociedad por falta de oportunidades, en las regiones más apartadas del país, la resiliencia de su gente también dejó huella. Y la evidencia está en la gente de Bojayá que meses después trataron de continuar con su vida demostrando que la guerra alimentada por unos pocos no los derrumbaría.
Asegura que este es un libro que rinde homenaje a las víctimas de las regiones y a los periodistas asesinados por ejercer su oficio. De hecho, recuerda que en sus reportajes varias veces se enfrentó a la muerte. Cómo cuando cubrió el desplazamiento de cientos de campesinos en Putumayo, en la Frontera con Ecuador y luego de terminar las entrevistas, la guerrilla empezó a atacar al Ejército, su equipo periodístico quedó atrapado en el fuego cruzado. “Sentía como las balas pasaban cerca de mi cabeza, temí por mi vida y la del camarógrafo.
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Esa no fue la única vez en que la muerte le respiró cerca. En el departamento de Cundinamarca estuvo secuestrada, luego de cubrir una toma guerrillera. “Cuando estábamos saliendo del pueblo, después de haber hecho las imágenes, la guerrilla nos interceptó, se quedaron con la cámara, y el vehículo del noticiero para el que trabajaba, nos retuvieron en una colina, en una casa campesina por varias horas, después dejaron irnos para Bogotá no sin antes amenazarnos de muerte”, relató la comunicadora.
Indica que uno de los momentos más intimidantes se dio cuando el Mono Jojoy la amenazó de muerte, fue ese instante en el que le tocó salir del país, buscando exilió en Estados Unidos, inicialmente se alejó de la reportería, en Norte América encontró un trabajo en el sector diplomático. Confiesa que el día que murió el Mono Jojoy sintió “algo de alivio, porque pensé que podía cambiar la realidad violenta del país”.
Aristizábal, es consiente que aún en Colombia muchas familias siguen afrontando la violencia, porque nacieron en un territorio donde las dinámicas geopolíticas y socioeconómicas así lo establecieron. Por eso está convencida que la labor de un periodista es la misma de un historiador porque se tiene la oportunidad de estar directamente en los momentos más importantes que atraviesa la población en un estado.
“En fuego cruzado es un libro que busca rendirle un homenaje a las víctimas; es un libro que busca rendirle un homenaje a los periodistas asesinados en Colombia”, afirmó Aristizábal. La obra publicada por Intermedio Editores se presentará en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Adriana hace 17 años se fue del país. En la actualidad dirige iVoice Communications, una agencia de relaciones públicas globales.
A través de su empresa, y desde el año 2017, Adriana Aristizábal se desempeña como portavoz de NYC & Company, la organización que promueve a la ciudad de Nueva York en el mundo entero.