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Zion Hwang, el influencer coreano que se le midió a cantar música popular colombiana; esta es su curiosa historia
El joven se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales.
Zion Hwang habla más colombiano que cualquiera. Dice “parce”, “juepucha”, “pelado” y otras “mañas” que asegura haber aprendido en sus más de cinco años viviendo en nuestro país, entre Bogotá y Medellín.
Nacido en Corea del Sur y con un español con marcado acento paisa, cuenta que siendo muy niño, a los 8 años, se mudó a China para aprender mandarín. Allá estuvo por unos 10 años, pues según sus padres, en ese país “había mucho desarrollo”.
Lo relata, divertido, en sus redes sociales, especialmente TikTok, donde en todo este tiempo se ha convertido en un influenciador que, sin filtros, cuenta las simpáticas anécdotas que le ha dejado su estadía en Colombia, país al que llegó motivado por su padre, pues lo consideró el destino idóneo para aprender castellano.
“Y como este ‘pelado’ ya había aprendido a hablar inglés y mandarín, ¿cierto? pues me faltaba aprender español y me vine para Latinoamérica y al escoger un país mi papá me aconsejó Colombia porque su mejor amigo, que es un pastor coreano, estaba en este país”, dice Zion Hwang en uno de sus videos.
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Y ha sido tanto su apego a la cultura colombiana, que se le midió a cantar en uno de los géneros más conocidos de nuestro país, el de la música popular.
Fue así como nació ¿Culpa de quién?, una ranchera que le canta al desamor y en cuyo video aparece Zion, escoltado por un grupo de mariachis y hasta tomando aguardiente: “Los tragos me ayudan, pero no me curan, por más que trato no me dan, me queda la duda”, canta un despechado Zion en este tema.
El video de la canción, que fue lanzado hace solo seis días, ya suma más de 350.000 reproducciones en Youtube, y de inmediato despertó la reacción de cientos de usuarios en las redes, varios de ellos mexicanos, que aplauden la calidad vocal y musical del coreano de corazón colombiano.
Su llegada a Colombia
Cinco años atrás, Zion Hwang llegó a Colombia, a El Dorado, solo con una palabra aprendida del español: ¡Hola! Del aeropuerto llegó directo a un hotel, y esa primera noche, sobre las 10:40 p. m. salió “a la calle a buscar comida, tenía mucha hambre; estaba muy sola la calle. Yo imaginé que sería como en Corea, donde se abre las 24 horas, pero acá no”.
Y sucedió lo inevitable: de un momento a otro, sintió un cuchillo en el cuello. “Alguien me iba a robar. Y dije: ‘Juepucha, Dios santo’. Pensé muchas cosas en ese momento, si le pegaba o lo ‘cascaba’. Pero él apretó más el cuchillo” y Zion sintió cómo la sangre comenzó a escurrírsele por la ropa.
Consigo llevaba una mochila con siete mil dólares y su pasaporte. “Y después de que me la quitó, quería también mi chancla, que era de marca (...) En ese momento, pensé miles de cosas, que ya no era nada sin pasaporte y sin plata. No podría salir del país sin eso”, relata Zion.
Pero, en cuestión de segundos, asegura que reaccionó y salió corriendo detrás del ladrón. Y no solo lo alcanzó, además lo golpeó y dejó inconsciente en el suelo y, claro, le arrebató todas las cosas que instantes atrás le había robado.
“Esa fue mi primera experiencia en Colombia, ¿cómo me va a dar tan duro?”, dice Zion en medio de risas. Hoy, asegura que ya aprendió “todas las mañas y las groserías” necesarias para sobrevivir en Colombia, un país en el que dice sentirse acogido y querido, incluso por parte de otros influencers como Yeferson Cossio, uno de sus mejores amigos.
Ahora, con orgullo y con ese particular acento ‘paisa-coreano’, Zion confiesa que le “encanta Colombia”. Y lo expresa al mejor estilo de este país: “Es una chimba”.