Minería Responsable
Así contribuye esta comunidad wayúu a rehabilitar los ecosistemas del sur de La Guajira
Se escribe en Provincial, un resguardo indígena wayúu al sur de La Guajira, que de la mano de Cerrejón, avanza en proyectos que le están cambiando la vida a los habitantes de la región.
Al sur de La Guajira, en el municipio Barrancas, frente a la mina del Cerrejón, se encuentra el Resguardo indígena wayúu de Provincial, una de las comunidades que hacen parte del área de influencia de esta operación minera en el departamento. Los encuentros iniciales entre la empresa y la comunidad fueron retadores, pero gracias a propósitos comunes, la relación se han transformado significativamente con resultados positivos. Hoy, ambas partes, escriben juntas una nueva historia.
Óscar Guariyú, autoridad tradicional del Resguardo Indígena de Provincial, es uno de los wayúu que desde las entrañas de la comunidad ha luchado para que el nivel de relacionamiento con Cerrejón se traduzca en obras como el centro de salud que pronto será inaugurado y en el cual se invirtieron cerca 1.300 millones de pesos. Cada rincón de este espacio se construyó con ideas y mano de obra indígena. Allí la medicina occidental convivirá con la tra - dicional, y habrá un espacio destinado al entretenimiento de los niños. “Prevalecerá el enfoque diferencial; nuestros usos y costumbres, porque en nuestra comunidad, desde niños, todos hemos sido curados con medicina tradicional”, dijo.
Guariyú contó que la decisión de construir esta obra, con el acompañamiento y apoyo económico de la minera demandó de unos ochos meses de intensos debates por parte de las 16 autoridades del resguardo. “Estábamos divididos pero logramos la concertación en beneficio de la comunidad”, explicó. Así fue como se abrió una puerta a un mejor relacionamiento entre Provincial y Cerrejón, que representó el principio de nuevos proyectos y programas pensados en hacer más fuerte este vínculo.
Los avances de este relacionamiento también se pueden evidenciar en el vivero del resguardo, donde Ailin Acosta Pushaina es la protagonista de un hito que promete impulsar grandes transformaciones al interior de la comunidad. Ella es la líder de esta iniciativa, que tiene como meta producir anualmente 100 mil plántulas de diferentes especies nativas que se siembran en áreas de la mina en proceso de rehabilitación: una responsabilidad impensable para una mujer wayúu años atrás, que hoy enorgullece a sus padres e inspira al resto de sus hermanas
“Este proyecto con Cerrejón es el primero en la historia en el que se puede ver que la mujer wuayúu se está empoderando, además con buenos resultados. Afortunadamente las cosas vienen cambiando. Hoy nos vinculamos a procesos organizativos, y nos hemos ganado un lugar y somos respetadas por lo que hacemos. Sin embargo, no se trata de abandonar ciento por ciento nuestro rol tradicional en la comunidad. Al culminar nuestra jornada, somos una wayúu más”, contó Acosta.
Desde hace dos años, Ailin tiene a su cargo la coordinación administrativa de este vivero donde comparte responsabilidades con otras seis mujeres y siete hombres. Una de las razones por las cuales logro fue escogida para ponerse al frente del proyecto es porque es Licenciada en Ciencias Naturales y Educación Ambiental. “Necesitaban a un profesional, y en ese momento yo era la única persona con ese perfil en el resguardo. Lo mismo ocurrió con la Coordinación Técnica, se requería un técnico en Gestión Ambiental, y otra mujer de la comunidad cumplía con el requisito. Yo estudié en la Universidad Popular del Cesar y mi compañera con el Sena”, contó, y agregó que Cerrejón la capacitó por cuatro meses antes de iniciar la primera producción, y desde entonces les brindan acompañamiento.
El relacionamiento entre Cerrejón y Provincial también ha contribuido a reforzar el potencial científico de la comunidad, que tiene a cargo el monitoreo y veeduría de la calidad del aire en una de las 17 estaciones que tiene la red de la minera, ubicada frente al Tajo Patilla. Un ingeniero, dos técnicos (escogidos por las autoridades tradicionales) y tres vigías responden por las actividades de la estación.
Para Juan Carlos García Otero, gerente de Asuntos Sociales de Cerrejón, experiencias como la de Provincial representan una oportunidad única de desarrollar habilidades y capacidades en las personas para que tengan una vida sostenible. “Las inversiones, más allá de lo económico, buscan tener un impacto social y cultural real en el territorio. Hoy las comunidades identifican sus necesidades, desarrollan los proyectos y aprenden de ese esfuerzo. Adquieren capacidades genuinas con visión de futuro”, señaló.
Mejor reputación
Hoy en Provincial se reconoce a Cerrejón como un aliado importante de la comunidad. De hecho, la empresa fue distinguida como la minera con mejor reputación en Colombia, según el ranking Brújula Minera, realizado por la firma Jaime Arteaga & Asociados (y alianzas). De acuerdo con su director, Jaime Arteaga, estos resultados demuestran que la reputación, algo que toma tiempo construir para que sea robusta y estable, “se sustenta en un compromiso, con operaciones conscientes y sensibles con la sostenibilidad del entorno; y a lo largo de décadas los grupos informados, los empresarios, las comunidades, la opinión pública vienen reconociendo en Cerrejón esos valores”, concluyó.