Especial Educación
¿Cómo facilitar el acceso de los jóvenes a la educación superior?
La Universidad de La Salle y la Fundación Luker lideran iniciativas que han contribuido a que bachilleres de escasos recursos puedan continuar su formación académica. Así funcionan.
En Colombia, acceder a programas de educación superior, técnica o tecnológica todavía sigue siendo un privilegio que no todos los jóvenes que terminan su bachillerato pueden disfrutar. Entre las razones están el alto costo de la matrícula, lo que cuesta sostenerse en una universidad privada, los bajos puntajes en las Pruebas Saber 11 y la falta de cupos para las universidades públicas. No obstante, en los últimos años se han creado diferentes mecanismos que buscan frenar esta tendencia. La gratuidad en las matrículas de algunas instituciones y alianzas público-privadas para programas técnicos han contribuido a que hoy sean más los bachilleres que pueden continuar con su formación.
De acuerdo con la información poblacional reportada por las Instituciones de Educación Superior (IES) al Sistema Nacional de Información de Educación Superior, para el año 2021 la matrícula en las 64 IES públicas registró un crecimiento del 12,63 por ciento frente al año 2020. Es decir, más de 93.000 estudiantes adicionales. Paralelamente, el sector privado registró una disminución de cerca de 37.000 estudiantes (equivalente al -3,27 por ciento). Sin embargo, entre ambas se llegó a un 53,94 por ciento, con un crecimiento de 2,36 puntos porcentuales frente a lo registrado en 2020, retomando los niveles alcanzados en 2018.
Por supuesto, los retos en acceso a educación superior continúan siendo enormes. Por eso son tan valiosos proyectos como Utopía de la Universidad de La Salle, un modelo de educación superior rural que busca generar oportunidades educativas y productivas para jóvenes del campo colombiano. “Se desarrolla en el campus Utopía en Yopal, Casanare. Allí los jóvenes de familias campesinas pueden participar en las convocatorias que la universidad abre todos los años y acceder a una beca total. Solo deben presentar la Prueba Saber 11, tener un puntaje en el Sisbén entre A1 y B7 (A1 hasta A5 es pobreza extrema y B1 hasta B7 pobreza moderada), y estar familiarizados con la actividad agrícola”, explicó el hermano Cristhian Díaz Meza, vicerrector académico de la Universidad de La Salle.
El programa brinda formación en ingeniería agronómica. Los tres primeros años las actividades son en el campus universitario y el último año se finaliza con un proyecto productivo para el que reciben un capital semilla de 10 millones de pesos que entrega la universidad. Durante los 13 años de Utopía se han graduado más de 380 jóvenes de 228 municipios, en 28 departamentos del país. Sus experiencias les han dado vida a 453 proyectos productivos en territorio y 325 hectáreas sembradas.
Tendencias
La U en el colegio
Otra iniciativa que ha tenido muy buenos resultados para facilitar el acceso a la educación superior es La U en Tu Colegio, liderada por la Fundación Luker. El programa, que inició en 2014, promueve convenios con universidades e instituciones técnicas de Manizales, Tumaco y Necoclí con el respaldo de Usaid. Son programas técnicos en los grados décimo y once, en horario contrario a la jornada escolar, que incluyen un ciclo propedéutico que les permite acceder a un título de tecnólogo luego de un año más de estudio y a un título profesional universitario después de otros dos años más.
“Antes de que se creara el programa, solo el 33 por ciento de los jóvenes de colegios oficiales en Manizales tenían acceso a formación terciaria. Hoy, hemos formado a más de 11.000, al llegar a un 70 por ciento de acceso. Esto a su vez genera oportunidades de empleo y desarrollo para la ciudad, que hoy tiene los menores índices de desempleo juvenil en todo el territorio nacional”, destacó Santiago Izasa, director de Educación de Luker para el proyecto La universidad en tu colegio.
El programa también opera en el municipio de Pensilvania, Caldas, en el departamento de Risaralda y en Bogotá gracias a las alianzas con la Fundación Acesco, la Fundación Frisby y la Secretaría de Educación de Bogotá.