Especial Salud Mental
¿Cómo tratar la depresión en los jóvenes?
Hoy en día esta enfermedad la padecen 322 millones de personas en el mundo, y buena parte de los afectados son niños y adolescentes. La familia y una atención médica oportuna son vitales.
Ana González sabe lo que puede causar la depresión severa. A los 16 años empezó a notar lo que sería el inicio de su trastorno. Baja autoestima, la exigencia de su familia y una relación amorosa nociva desencadenaron esta enfermedad. Llegó un momento en que fue tan difícil de sobrellevar que tuvo que aplazar dos semestres de universidad, perdió varios kilos de peso y se la pasaba durmiendo. Para Ana, la única solución fue la terapia intensiva guiada por un psicólogo y una psiquiatra, ambos tratamientos en simultáneo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo unas 322 millones de personas sufren de depresión, es decir, el 4,4 por ciento de la población. “La depresión es la destrucción absoluta porque cala en todo, y en silencio te arrebata tus amistades, sueños y tu parte física y mental. Por eso es importante tener un círculo de apoyo estable y hacer un tratamiento adecuado según las condiciones de cada paciente. Solo así se logra recuperar la motivación y construir a partir de los destruido”, asegura Ana.
Fabiola Lozano, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana contra la Depresión, indica que uno de los rezagos de la pandemia fue intensificar la disfuncionalidad de las familias, los problemas económicos y la pérdida de empleos. “Sin embargo, en el caso de los jóvenes, la modalidad de enseñanza y la interrupción en el proceso de socialización incrementó significativamente la tasa de adolescentes ansiosos y deprimidos que manifiestan sus síntomas con la alteración del sueño, dificultad para concentrarse y complicaciones en sus vínculos afectivos”.
Hoy en día, la población jóven es la más propensa a padecer depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento, de hecho, son estas enfermedades las primeras causantes de discapacidad entre los adolescentes. Así lo establece Unicef, que en estos casos recomienda contar con un entorno familiar seguro, así como relaciones saludables en el colegio y la universidad.
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Según Lucio David González, psiquiatra y máster en psicoanálisis, factores como las redes sociales, la pérdida de contacto físico derivado del uso de celulares y la poca o nula existencia de un círculo social y familiar, son los principales causantes de este problema en niños y adolescentes. “Desde el campo de la salud uno de los errores es generalizar los trastornos sin hacer un análisis más minucioso de cada caso. No a todos los pacientes les funcionan los antidepresivos, los ansiolíticos o las técnicas de meditación. Hay que atender los dolores del paciente para entrelazar las emociones terapeuta-paciente desde la disposición, la concentración y la atención al detalle”, afirma González.
Los expertos coinciden en que la presencia de amigos y familiares durante un proceso de depresión es fundamental. Sin embargo, es más importante informarse sobre estos trastornos para reconocer los signos de alerta, y contribuir a la recuperación paulatina de hábitos saludables que ayudan a los jóvenes a retomar el rumbo de sus vidas.