Esta azucarera del Valle del Cauca produce toda la energía que necesita para su operación

Colombia ha venido avanzando decididamente en su camino hacia la transición energética. Además de políticas públicas, el sector privado se ha sumado a este esfuerzo y desde distintas organizaciones se lideran programas que buscan reducir el impacto ambiental y minimizar la huella de carbono. Una de estas compañías es Riopaila Castilla, que con más de 100 años de historia durante la última década se ha preocupado por impulsar proyectos sostenibles que tienen como insumo principal la caña, su principal activo, y con la cual se han convertido en un importante generador de energía verde.

“En los ingenios molemos caña y de ahí sale el bagazo, que es el principal combustible para la generación de vapor. Hace 30 años dependíamos de la red eléctrica nacional, pero ahora aprovechamos ese vapor del bagazo para la generación de energía y nos volvimos autosuficientes”, destacó Luisa Barona González, gerente de operaciones de Planta Riopaila.

Actualmente, Riopaila Castilla no demanda energía del sistema nacional, incluso, gracias a la eficiencia de los turbogeneradores y las calderas, logró un excedente de energía producida totalmente de manera sostenible, que se puso a disposición de la red del país. “Lo que producimos de excedente alcanza para alimentar la electricidad diaria de casi 80.000 colombianos”, resaltó Barona González.

La compañía también le está apostando a la producción de biocombustibles a partir de la caña de azúcar. La destilería de alcohol carburante entró en operación en agosto de 2015, con una capacidad de producción diaria de 400.000 litros de alcohol, que funciona para oxigenar la gasolina y aporta a la reducción del impacto de los gases efecto invernadero, provocado por los combustibles fósiles.

Debido al nivel de tecnificación que supuso en su momento la entrada en operación de esta planta, Riopaila tuvo que contratar mano de obra calificada y desde entonces ha venido capacitando al personal para operar esta infraestructura, aunque la planta cuenta con un elevado nivel de automatización. “La caña de es tan rica, que además de azúcar o cumbustible renovable, también produce miel, y eso nos ha permitido desarrollar estrategias para ser más sostenibles, más rentables y más eficientes en el uso de los recursos, pues hemos aprendido a transformar este insumo en elementos que le aportan a nuestro negocio”, agregó la gerente de operaciones de la empresa.

Sin embargo, aún es posible que sean todavía más eficientes y se incremente la generación de energía verde para cumplir el objetivo de convertirse en una empresa carbono neutral. Adicionalmente, la caña tiene oportunidades interesantes en campos como el de las energías renovables o fertilizantes a base de residuos, que pueden aportar en la lucha contra el cambio climático. Finalmente, Barona González destacó que para 2025 una de sus metas es reducir 30 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero y 10 por ciento el consumo de agua. Actualmente, ya reutilizan cerca del 97 por ciento del líquido vital.

*Contenido elaborado con apoyo de Riopaila.

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