Líderes Empresariales

Líderes empresariales. Banco GNB Sudameris otorga beneficios especiales a más de 65 mil pensionados

Ricardo Díaz Romero, presidente de la entidad, lidera una estrategia centrada en la experiencia y bienestar de sus clientes. “El verdadero valor de un banco está en la confianza que construye”.

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15 de diciembre de 2025, 9:06 p. m.
Ricardo Díaz Romero, presidente del Banco GNB Sudameris.
Ricardo Díaz Romero, presidente del Banco GNB Sudameris. | Foto: Juan Carlos Sierra - SEMANA

En un sector acostumbrado a medirlo todo en cifras, el Banco GNB Sudameris ha decidido recorrer un camino distinto: construir relaciones basadas en cercanía, confianza y humanidad. Desde que asumió la presidencia de la entidad, Ricardo Díaz Romero ha insistido en la premisa de que la banca debe mejorar la vida de las personas. Convencido de que detrás de cada cifra hay una historia, impulsa una cultura centrada en el servicio humano, la escucha activa y las decisiones alineadas con el propósito.

¿Qué significa liderar un banco cuyo centro no son los productos, sino las personas?

RICARDO DÍAZ ROMERO: Ninguna métrica tiene sentido si no mejora la vida y estabilidad financiera de nuestros clientes. El cliente es el origen de todas las decisiones y eso exige coherencia. Cada equipo, desde tecnología hasta las oficinas, trabaja para ofrecer experiencias simples, cercanas y seguras. Rediseñamos procesos para adaptarnos al ritmo y necesidades de las personas. Cuando un colaborador entiende que su labor transforma la vida de alguien, la cultura se vuelve auténtica. Detrás de cada dato hay una historia humana: nuestro propósito es acompañar sueños, retos y decisiones que marcan vidas.

Es una gran responsabilidad…

R.D.R.: Y un privilegio. Significa creer en un modelo que se relaciona desde lo humano. Cada cliente tiene una historia y nuestro rol es acompañarlo desde sus necesidades financieras y personales. Conocerlo por su nombre es una actitud diaria que transforma la experiencia: el servicio es más empático y las soluciones más relevantes. Para nosotros, un nombre vale más que cualquier dato.

¿Qué es indispensable para ofrecer con éxito un servicio humano en el sector financiero?

R.D.R.: Las decisiones sobre dinero son decisiones de vida, por eso la atención personalizada es acompañamiento, no un proceso. La cercanía implica que el cliente sienta que alguien lo conoce y lo orienta con honestidad. Educar y resolver sin tecnicismos es esencial. Y la calidez es un diferenciador: la tecnología agiliza, pero la humanidad construye confianza. Cuando ambas se equilibran, el servicio se convierte en una experiencia que acompaña.

También ha mencionado el valor de la escucha activa en la cultura organizacional…

R.D.R.: Exacto. Incorporándola como indicador clave y parte de la formación de todos los equipos. Hoy escuchar no es un paso del proceso, es el punto de partida para diseñar experiencias y tomar decisiones. Cuando las ideas de clientes y colaboradores generan cambios reales, la escucha deja de ser discurso.

Y a nivel comercial, ¿cómo se construyen a largo plazo esas relaciones?

R.D.R.: Con consistencia: cumplir lo prometido, escuchar y adaptarnos sin perder cercanía. La tecnología anticipa necesidades y la empatía conecta. Cuando un cliente siente acompañamiento incluso en momentos de transformación, la relación se fortalece y trasciende la competencia.

¿Qué ha sido lo más retador de este modelo?

R.D.R.: Transformar hábitos centrados en productos y cifras, y llevar a toda la organización a pensar primero en las personas. Requiere disciplina, coherencia y la capacidad de demostrar que la confianza y el acompañamiento no son compromisos abstractos, sino decisiones diarias que impactan cada interacción con nuestros clientes. Lo más enriquecedor es ver cómo este enfoque transforma clientes y colaboradores. Cuando un equipo entiende que su labor genera tranquilidad y oportunidades, el trabajo se vuelve propósito.

¿Cómo lograr que estrategia y cultura avancen de la mano?

R.D.R.: Alineando cada decisión con el servicio. Las metas se deben convertir en comportamientos diarios. Involucramos a líderes y equipos operativos en espacios de conversación y formación para que todos comprendan que rentabilidad y cercanía no son opuestos, sino complementarios. Esa coherencia nos permite avanzar sin perder nuestra esencia.

Uno de sus valores diferenciales son los programas sociales, especialmente para los pensionados del país…

R.D.R.: Estos programas nacen de una filosofía clara: un banco no solo acompaña decisiones financieras, también puede aportar bienestar a quienes construyeron el país. Les brindamos asesoría, acompañamiento, beneficios y un plan de asistencias médicas, jurídicas y en el hogar sin costo. Estas iniciativas expresan nuestro compromiso de cercanía y humanidad. Ver el impacto en su calidad de vida confirma que estamos en el camino correcto.

Además de que su rol ha trascendido los resultados financieros…

R.D.R: Sí. Debemos contribuir al bienestar del planeta y de las comunidades. Cada decisión tiene impacto y elegimos que sea positivo. Las acciones ASG buscan generar valor sostenible: reducir huella de carbono, fomentar hábitos conscientes y acompañar decisiones responsables. Liderar desde esta visión nos recuerda que el crecimiento debe ser sostenible y humano.

¿Cómo define el éxito de un banco?

R.D.R.: El éxito es integral: se mide por la confianza, la reputación ética y el impacto en la sociedad. Por eso quiero dejar una cultura en la que humanidad y excelencia coexistan, cada colaborador sienta que su trabajo transforma vidas y que el banco sea reconocido como un referente de confianza, empatía y respeto por las personas y el medioambiente.

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