De los cerca de siete años que Rodrigo de Gusmao lleva en Claro, los dos más recientes han sido como presidente. El propósito que lo guía, alineado con el de la compañía, ha sido contribuir a ‘hacer una Colombia mejor’. Desde esa convicción trabaja en consolidar una cultura fuerte, un talento preparado y una empresa lista para seguir aportando a un país más conectado, competitivo e inclusivo.
En esa construcción cultural ha promovido un modelo basado en empoderar a las personas para que tomen decisiones con confianza, fomentando un entorno donde los colaboradores puedan proponer, cuestionar y actuar sin miedo. La responsabilidad y la colaboración son pilares centrales, bajo la idea de que, en una organización de esta escala, la verdadera diferencia la marca un talento autónomo, preparado y capaz de innovar con agilidad.
En su perfil de LinkedIn se destaca la frase “Haciendo posible una Colombia mejor”. ¿Qué avances concretos ha logrado la compañía en ese sentido durante su presidencia?
RODRIGO DE GUSMAO: Ampliamos el alcance de la tecnología para que la conectividad sea una herramienta real de desarrollo. Hoy llegamos con 4G a 1.104 cabeceras, hemos conectado por primera vez a internet móvil a más de 1.200 localidades rurales, y en 2026 avanzaremos con cientos más. Además, lideramos el despliegue de 5G en 40 ciudades y contamos con más de 120.000 kilómetros de fibra óptica en todo el país. Estos avances nos consolidaron, por segundo año consecutivo, como la Mejor Red de Colombia y nos ubicaron como la tercera mejor red 5G del mundo. Posicionamos al país en el mapa global de la tecnología.
La brecha digital sigue siendo un desafío regional. ¿Qué iniciativas está impulsando Claro para ampliar el acceso y mejorar la calidad de la conectividad?
R.D.G.: Trabajamos por ampliar la conectividad donde más importa, pero conectar no es solo desplegar redes sino crear oportunidades reales para las personas. Con Escuelas Conectadas hemos llevado acceso gratuito a 385 instituciones educativas, que han beneficiado a más de 390.000 estudiantes en 29 departamentos.
El gran desafío hoy no es la cobertura, el ciento por ciento de las cabeceras ya la tienen, sino el uso: casi el 30 por ciento de quienes tienen señal no usan internet, según la GSMA. De nada sirve tener 4G o 5G sin dispositivos o habilidades digitales.
Por eso proponemos una política pública basada en evidencia, enfocada en tres frentes: mejor focalización de los recursos del Futic (Fondo Único de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), reglas claras que impulsen la inversión privada, y programas que promuevan la adopción y el uso significativo de la tecnología. Cerrar la brecha requiere un esfuerzo conjunto, y en Claro estamos listos para ser un aliado estratégico en esa tarea.

¿Cuál considera que ha sido su mayor aporte a Claro y al sector de las telecomunicaciones?
R.D.G.: Mi mayor aporte fue liderar la transformación que llevó a Claro a dejar de ser solo un operador de telecomunicaciones para convertirse en una verdadera empresa de tecnología. Entendimos, antes que nadie, que el futuro no se construía solo con minutos y gigas, sino con capacidades digitales: nube, ciberseguridad, inteligencia artificial, data centers y una infraestructura capaz de soportar el crecimiento del país. Esa visión nos permitió anticiparnos a lo que el país necesitaba.
En una transformación como esta, siempre hay una decisión que termina siendo decisiva. ¿Cuál fue para ustedes?
R.D.G.: Ampliar nuestro rol para acompañar a personas, startups, pymes y grandes compañías en su propio proceso de transformación digital. Ese giro marcó al sector. Hoy Claro no solo conecta, sino que impulsa la productividad, innovación y competitividad en todo el país. De hecho, si algo me enorgullece es haber guiado a la compañía hacia ese futuro, construyendo la infraestructura tecnológica más robusta de Colombia y un portafolio que ofrece soluciones reales a nuevos desafíos.

Claro ha atravesado procesos importantes de modernización y expansión. ¿Cuál ha sido el reto de liderazgo más complejo en ese camino?
R.D.G.: Liderar la transformación cultural que debía acompañar nuestra transformación digital. No podíamos hablar de agilidad pensando como una empresa tradicional. Tuvimos que desaprender, cambiar la mentalidad y mover a toda la organización hacia nuevas formas de trabajar.
Implementamos metodologías ágiles, creamos células de innovación y pusimos a la compañía en ‘Modo IA’, formando a miles de colaboradores en inteligencia artificial (IA) y ciencia de datos. Hoy cada área impulsa iniciativas de IA y tenemos 316 propuestas listas para nuestra primera ‘hackatón’, una señal clara de que el cambio cultural se logró.
¿Qué tecnologías e innovaciones considera determinantes para el futuro inmediato de Claro?
R.D.G.: La convergencia entre IA, redes autónomas y nuevos productos digitales. Estamos entrando en una etapa en la que las redes no solo transportan datos, sino que aprenden, se anticipan y se optimizan en tiempo real. Con AIOps (aplicación de la inteligencia artificial para operaciones de TI) redujimos incidentes, anticipamos fallas y mejoramos la eficiencia energética.
Además, la IA generativa ya está transformando la atención al cliente y la personalización de nuestros servicios. La red del futuro será cognitiva y predictiva, y esa evolución tecnológica solo es posible porque dimos un paso decisivo: dejar de ser una telco para convertirnos en una empresa de tecnología.
¿Cómo le gustaría que se recuerde su liderazgo dentro de la organización y en la industria?
R.D.G.: Quiero dejar encaminada una Claro consolidada como una empresa de tecnología: con redes autónomas, inteligencia artificial integrada en toda la operación, data centers a la escala que Colombia necesita y un portafolio digital capaz de impulsar la competitividad del país en los próximos años.
Pero, por encima de la infraestructura, el legado que más me importa es la cultura: una organización que opere desde la confianza y el “ownership”, la capacidad de asumir responsabilidad, decidir con autonomía y actuar como dueños del resultado. Que se recuerde que transformamos a Claro desde adentro, creando equipos empoderados, capaces de innovar y de mover a una compañía de este tamaño con agilidad y propósito.










