Equidad de género
¿Propiedades más seguras? Esta empresa le apostó a las mujeres como guardas de seguridad. Los resultados son sorprendentes
En Seguridad Superior las mujeres no solamente desempeñan cargos administrativos. Con el objetivo de fomentar la equidad de género ellas también tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad en conjuntos residenciales, edificios y empresas.
La seguridad privada no es un asunto exclusivo de los hombres. Y de esa afirmación dan fe las más de 2.300 mujeres que trabajan como vigilantes en Seguridad Superior, una compañía que con 45 años de trayectoria hoy es reconocida por vincular al mayor número de personal femenino en el sector.
De la mano de las mujeres que laboran en áreas como talento humano, cultura y desarrollo, servicio al cliente, vicepresidentes de distintas áreas y como guardas, la empresa ha logrado una posición dinámica y orientada hacia la innovación. Contar con una fuerza laboral compuesta por un gran número de mujeres le ha dado la oportunidad a la compañía de tener perspectivas distintas, desarrollar otras competencias y, en términos generales, abordar de una manera más efectiva los desafíos actuales en seguridad.
“Estamos convencidos de que no hay ningún tipo de obstáculo que impida que cada vez más mujeres se acerquen a romper el “techo de cristal” del que muchos colegas hablan. Esas son barreras invisibles que retardan o impiden que el género femenino acceda a posiciones que hasta hace algunos años eran netamente masculinas”, asegura María Victoria Alarcón, gerente Corporativa de Cultura y Desarrollo del Grupo Superior.
El rol de sus colaboradoras va mucho más allá de lo administrativo. Quienes se desempeñan como vigilantes tienen la ventaja de comunicarse más eficientemente con otras personas, de entender otras culturas y edades. Además desarrollan la habilidad de observar y prestar atención al detalle, y de manejar situaciones de crisis con calma y profesionalismo. Así mismo, están en capacidad de responder por varias tareas al mismo tiempo, una cualidad que las pone en ventaja frente a los hombres. Alarcón agrega que las mujeres tienen habilidades sociales que desarrollan desde la niñez como la observación y el instinto. “Somos organizadas y proactivas, y nuestra amabilidad y empatía son cualidades muy valoradas en el contexto del servicio”, dice.
Tendencias
Hoy, los prejuicios alrededor de las aptitudes de una mujer para prestar el servicio de vigilancia están quedando en el pasado. Ese ha sido el principal logro de Seguridad Superior. Para la directiva, la equidad se da en muchos contextos. “Para nosotros es una forma de vida que cada día va tomando más fuerza, y lo femenino en el grupo Superior se reconoce desde el respeto, desde el humanismo y la coherencia, tres de nuestros valores corporativos”.
En la actualidad, ellas están presentes en conjuntos residenciales, edificios de apartamentos y empresas de todos los sectores, prestando un servicio cálido y amable. De hecho, son los mismos clientes quienes en muchas ocasiones solicitan personal femenino.
Para una empresa como Seguridad Superior, la equidad de género es un asunto que se demuestra con hechos. Por eso, en la compañía se respeta su feminidad, maternidad y profesionalismo. Además, se brindan oportunidades de movilidad laboral y por supuesto un salario igual al de los compañeros hombres.
“Tenemos en implementación una ‘Línea azul’ honrando nuestra filosofía y color corporativo, a través de la cual brindaremos atención psicológica a las colaboradoras para que se sientan apoyadas en contextos seguros y libres de sesgos o juzgamientos. Trabajamos desde el bienestar para ellas y por ellas”, asegura María Victoria Alarcón.
Si quiere conocer más sobre la propuesta laboral de esta compañía, visite su página web.
*Contenido elaborado con apoyo de Seguridad Superior