Desde la maestría en Historia de la Universidad del Norte recomiendan estimular por muy diversos medios el interés por aprender historia.
Desde la maestría en Historia de la Universidad del Norte recomiendan estimular por muy diversos medios el interés por aprender historia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Entrevista

¿Qué podemos aprender de la historia de Colombia?

Roberto González Arana, coordinador de la maestría en Historia de la Universidad del Norte, reflexiona sobre la importancia de apostarle a la memoria histórica para la construcción de un país con un mayor sentido de identidad.

27 de septiembre de 2022

¿De qué manera la historia contribuye a consolidar la capacidad de análisis y el pensamiento crítico en la toma de decisiones de las nuevas generaciones?

ROBERTO GONZÁLEZ ARANA: Además de conocer el pasado de la humanidad, el estudio de la historia nos permite analizar comparativamente el por qué de los acontecimientos y sus conexiones, incluso con el momento presente. La “historia oficial”, que se aprendía antes en Colombia para homenajear y rendir culto a los héroes, ha sido rebasada por nuevas lecturas críticas sobre el pasado, y en este escenario juegan un papel muy importante los programas de historia tanto de pregrado como de maestría y doctorado que se imparten en las universidades.

¿Cómo valora el aporte de la tecnología al conocimiento y difusión de la historia?

R.G.A.: La tecnología ha facilitado el acceso al conocimiento y la difusión de los hechos (fenómenos) históricos. Por ejemplo, con la catalogación de muchísima información de fuentes primarias hoy se tiene acceso a datos que sólo se podían conocer desplazándose a muy diversos países con los costos que ello implicaba.

Sin embargo, también a causa de la tecnología, la historia ha sido susceptible a imprecisiones y tergiversaciones….

R.G.A.: A mi juicio, justamente estudiando historia de manera rigurosa se podrían formar ciudadanos que entiendan y conozcan el pasado de nuestra nación, pues desafortunadamente, muchos jóvenes asumen como cierto todo lo que leen a través de las redes sociales o ven por series en televisión pues no existen muchos ‘filtros’ que les permitan diferenciar análisis rigurosos (serios) de las llamadas fake news.

El enfoque investigativo de Uninorte se centra en el Caribe, una región dinámica y cambiante. ¿De qué manera ha influido ese pasado de riqueza y diversidad en lo que hoy define e identifica a la región?

R.G.A.: Por la Región Caribe llegó la globalización al país y por nuestras costas llegaron miles de migrantes de todo el mundo. A través del río Magdalena, Colombia pudo comunicarse durante las primeras décadas del siglo XX. Es una región muy diversa culturalmente y sus habitantes sobresalen por su creatividad y sociabilidad. En el Caribe está el origen del mundo moderno. El compromiso de la Universidad del Norte, desde su fundación en 1966, ha sido la formación de capital humano que desde la región contribuya al desarrollo del país. Gracias al trabajo sostenido de académicos, políticos y ciudadanos de la región hoy ya el país se reconoce como una nación caribeña con un gran potencial a desarrollar en esta zona.

Barco sobre el río Magdalena.
Barco sobre el río Magdalena. | Foto: Getty Images

¿Qué acciones sugiere para minimizar el riesgo de que el legado de la Región Caribe, y las del resto del país, no desaparezca en el tiempo?

R.G.A.: Considero que se debe recuperar la enseñanza obligatoria de la historia en la educación media del país para que el legado de la Costa Caribe y de las otras regiones permanezca más presente. Asimismo, se debería estimular por muy diversos medios el interés por aprender historia pues a la larga ella nos define como nación. Y particularmente los jóvenes no conocen bien nuestra historia.

¿Cómo cree que se puede incentivar el interés de las nuevas generaciones por la historia y la memoria?

R.G.A.: Considero que además de los centros de enseñanza como colegios y universidades, el Estado debería tener un mayor compromiso en estimular el conocimiento de nuestro pasado. A través de las artes, los museos, la literatura, podríamos mantener más presente nuestra historia. Por medio del teatro callejero, de la música, de concursos, se pueden recrear hechos históricos. Tal vez un error de los historiadores ha sido suponer que enseñar historia sólo es posible a través de publicaciones científicas o de la academia. Nos corresponde buscar múltiples medios como el cine, la radio, revistas divulgativas, eventos académicos, programas universitarios,incluso los juegos para jóvenes y niños, a fin de llegar a los ciudadanos. Desde la Uninorte F.M Estéreo por ejemplo, transmitimos hace tres años un programa de radio semanal llamado “La Historia Continúa”, justo en el propósito de incentivar el interés por conocer nuestra historia y preservar nuestra memoria.