Especial Competitividad y Desarrollo en la Salud
¿Vive estresado o se siente cansado todo el tiempo? En la medicina funcional podría encontrar respuestas
El Centro Médico CLAM Colombia logra que los paciente recuperen el equilibrio y el bienestar general a través de la medicina funcional. Conozca cómo funciona este modelo.

En un sistema de salud saturado por la atención de enfermedades crónicas, CLAM Colombia propone un giro de 180 grados. Fundado en Bogotá, este centro médico especializado en medicina funcional parte de la premisa de que no basta con tratar la enfermedad, hay que buscar su causa. Para el doctor Javier Galvis Chacón, especialista en medicina interna fundador de CLAM y primer latinoamericano certificado en esta área, el objetivo no es sólo aliviar los síntomas, sino entender al cuerpo como un sistema interconectado que con el tratamiento adecuado puede recuperar su equilibrio natural.
“La medicina funcional es una forma de pensar”, aseguró Galvis Chacón, quien también forma parte de la prestigiosa Academia de Medicina Funcional. “Capacitamos al profesional de la salud para ir más allá de los síntomas, indagando en la historia clínica del paciente para identificar los factores que han predispuesto, activado, desencadenado o perpetuado la enfermedad”, precisó.

En CLAM Colombia, la medicina funcional no se practica de forma aislada ni fragmentada. Su base es un enfoque multidisciplinario y colaborativo. Internistas, pediatras, neurólogos, gastroenterólogos, psicólogos, nutriólogos, osteópatas, acupunturistas, profesionales en biodescodificación y médicos certificados en medicina funcional comparten la filosofía de atender al paciente de manera integral.
Cada consulta inicia con una evaluación que incluye mediciones de composición corporal, análisis del sistema nervioso autónomo, revisión del historial clínico y diagnóstico emocional. A partir de los resultados se diseña un plan de acción personalizado.
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Detección temprana y prevención real
La medicina funcional es preventiva y optimizadora. Por eso, no es necesario estar enfermo para acceder a sus beneficios. De hecho, cada vez más personas acuden a CLAM, incluidos deportistas de alto rendimiento interesados en mantener su salud y optimizar su rendimiento físico y mental.
“Se trata de evaluar y optimizar parámetros vitales que a menudo se normalizan en la vida moderna. No es normal vivir estresado, no dormir ocho horas o sentirse cansado todo el tiempo”, precisó Galvis Chacón. En CLAM, cerca del 80 por ciento de los pacientes consultan por problemas como colon irritable, fibromialgia, fatiga crónica, ovario poliquístico, Alzheimer, Párkinson, migrañas o enfermedades autoinmunes. “Buscamos devolverle al paciente su capacidad de sanarse de manera integral”, afirmó Galvis.
¿Hacia un nuevo modelo de salud?
La medicina funcional aún no está plenamente integrada al sistema de salud, aunque ha ganado terreno y reconocimiento. El trabajo del doctor Galvis Chacón ha sido determinante en este proceso, pues lideró la formación de más de 4.000 médicos funcionales en el país, promoviendo un cambio de paradigma en la práctica médica.
En su opinión, si los pacientes recibieran atención integral desde el primer nivel, el sistema de salud podría ahorrarse hasta un 30 por ciento en tratamientos de enfermedades crónicas. Pero más allá del ahorro, el impacto más significativo sería una mejor calidad de vida para millones de personas.
CLAM Colombia, con su enfoque innovador y colaborativo, ya está allanando el camino hacia ese futuro, ofreciendo a los pacientes la oportunidad de redescubrir su capacidad de sanación. La medicina funcional no es una tendencia. Es, quizás, la evolución natural hacia una salud más plena y realmente integral.