Personalidad
Estas son las ventajas de ser un “cascarrabias” todo el tiempo
Al parecer ser una persona mal humorada no es del todo malo, incluso le podría servir para alcanzar el éxito profesional y personal. Mire por qué.
¿La gente le tiene miedo a hablarle? ¿permanece con el ceño fruncido? ¿se molesta por cualquier comentario o comportamiento? o casi siempre ¿le fastidian las otras personas? Si es así, seguro a usted lo identifican sus compañeros de trabajo, amigos y familiares como el “cascarrabias” al que se le debe ignorar cuando se pone rojo, alza la voz y mira mal.
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Seguro, muchas veces ha tenido discusiones indeseadas en las que los demás han llegado a decirle “mire a ver si cambia ese genio porque a usted nadie se lo aguanta”. Sin embargo, le tenemos buenas noticias, el mal humor con el que vive irritado con frecuencia no es tan malo como los demás lo suelen tildar, todo lo contrario, al parecer según algunos estudios resulta ser ventajoso para la salud, el profesionalismo y la vida en general.
En el espacio laboral por ejemplo, se suele pensar que entre los empleados estén más sonrientes durante en día más productivos y exitosos será en su labor, pero según estudios como la del investigador de negocios de la Universidad Estatal de Michigan, esto no es del todo cierto, ya que, hacer que los trabajadores parezcan más agradables y alegres de lo que realmente son, podría traer una serie de consecuencias como el agotamiento emocional.
Y al parecer, son las mujeres las que más se pueden ver afectadas por tener siempre la expectativa de que deben mostrarse siempre amables, dispuestas y sonrientes. Investigadores de la la Universidad Técnica de Munich han encontrado que las mujeres tienen menos probabilidades de ser promovidos a puestos de dirección si parecen demasiado alegres.
Además, como se cita en World Economic Forum, también se ha demostrado que una perspectiva pesimista puede conducir a una mayor productividad, menos errores y mejores capacidades de comunicación.
Por otro lado, en la investigación de La productividad de los trabajadores y la conexión de su felicidad, se aclara que la felicidad falsa, aquella que se quiere aparentar para que los demás no sepan que realmente usted no es feliz, cuando se da en largos períodos de tiempo puede causar problemas de salud física y emocional, desde la depresión hasta trastornos cardiovasculares.
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El problema en sí, no es ser feliz y sonreir, el problema más bien es hacerlo cuando no lo sentimos, cuando somos amables o queridos solo porque nos toca. El psicólogo de la Escuela Médica de Harvard, Susan David, asegura que “las personas que se centran en ser feliz en realidad, con el tiempo, se vuelven menos feliz”, agregando además que “la felicidad no viene como una meta, sino como un subproducto de la participación en la honestidad con nosotros mismos”.
¿Por qué nos ponemos de mal humor?
Existe una explicación a “la rabia” que nos da en ciertos momentos. En BBC Mundo se explica que el órgano que genera esa irritación en nuestro cuerpo es la amígdala, que es la responsable de detectar lo que amenaza nuestro bienestar, básicamente funciona como una alarma que nos avisa cuando algo está en peligro nuestro cuerpo.
Después de que se enciende dicha alarma, se producen señales químicas que nos empiezan a hacer sentir muy irritados, con las que poco a poco la persona comienza a exaltarse, la respiración y el ritmo cardíaco se aceleran y se dispara la presión arterial, la sangre que es la que comienza a correr por todo el cuerpo es la que hace que nos sonrojemos y que se pronuncie la vena de nuestra frente.
Cuando vemos que una persona ya se está saliendo sus casillas intentamos huir o quedarnos callados, pues se cree que después de los primeros comportamientos se viene alguna agresión física que pueda atacar a alguien.
Aunque por lo general, las personas se cansan de tener a su alrededor compañeros que se la pasen maldiciendo por todo, resulta que aunque sea fastidioso puede servir para cumplir muchas metas y conseguir ser exitoso en su futuro.
Las ventajas de ser un “cascarrabias”
- Aumenta la motivación.
- Dota a la gente de las agallas suficientes para correr riesgos mentales.
- El mal humor hace que nos concentremos más y estemos más atentos a los hechos que ocurren en nuestro alrededor, es por esto que nos ayuda a mejorar la memoria.
- Siempre estudian cualquier situación cuidadosamente, por lo que son más rigurosos.
- Son menos propensas a creer en rumores, por lo que pueden llegar a ser más detallistas y detectar fácilmente si una persona está mintiendo o no.
- Suelen ser más perseverantes alcanzando sus objetivos, y así obtienen mejores resultados.
- Las personas son más justas y sobre todo más cuidadosos con las reglas.
- Pueden llegar a ser más persuasivos que las personas con un humor positivo, esto es debido a que la capacidad de generar empatía crece y con ella la capacidad de convencer.