Ennio Morricone. Foto: Robyn Beck / AFP

Obituario

Murió Ennio Morricone, el Beethoven del western europeo

El compositor italiano saltó a la fama por sus creaciones para el maestro del western europeo Sergio Leone, mezclando música de orquesta y tradición popular. El prolífico músico -que falleció a los 91 años- compuso unas 500 bandas sonoras.

Gaël Branchereau
6 de julio de 2020

Ennio Morricone nació el 10 de noviembre de 1928 en Roma. Empezó a componer a los seis años. A los 10, se inscribió en un curso de trompeta en la prestigiosa Academia Nacional de Santa Cecilia en Roma, donde llamó la atención del profesor Goffredo Petrassi.

Estudió composición, orquestación y órgano.

Con 33 años, después de formarse en música clásica, empezó a trabajar en el mundo del cine con "El federal" de Luciano Salce.

Según él, la música de las películas italianas era mediocre, y quiso renovarla con un estilo más de Hollywood.

La fama le llegó con "Por un puñado de dólares" (1964) de Sergio Leone. Su exitosa colaboración con el maestro del western europeo lo catapultó a la fama internacional.

Una de sus composiciones más memorables es sin duda la melodía con armónica que interpreta Charles Bronson en "Érase una vez en el Oeste", en 1968.

Pero Morricone no se limitó al western. Compuso bandas sonoras para películas de época como "Novecento" o "Vatel", para comedias como "La jaula de las locas", y para dramas como "Sacco y Vanzetti" ("Here‘s to You", cantado por Joan Baez), "La clase obrera va al paraíso" o "La batalla de Argel".

El secreto de su éxito: "Cuando entras en una película, la música llama a la puerta, tiene que preparar al espectador y salir sin hacer ruido, de puntillas".

El Oscar que casi no llega

Discreto y hogareño, Morricone salía poco de su casa en el centro de Roma. Su timidez hacía que se sintiera incómodo con los aplausos después de sus conciertos.

A lo largo de su carrera, Morricone se movió entre la "música ligera", la clásica, el cine y la televisión.

En los anales del séptimo arte quedarán, entre muchas otras, "Érase una vez en América", "El bueno, el malo y el feo", de Sergio Leone, o "Teorema", de Pier Paolo Pasolini.

Muchas de estas obras maestras serán reconocidas por su música. El genio de Morricone se basaba en sus mezclas -impuras- con componentes neoclásicos y de jazz, y también de pop-rock.

Compuso, además, cerca de 80 obras clásicas de música de cámara y para orquesta. Miembro del Gruppo di Improvvisazione Nuova Consonanza, compuso especialmente para el piano.

"Il maestro", que a veces parecía nervioso detrás de sus gafas, también dirigió grandes orquestas, como la de Milán.

A pesar de esta brillante carrera, Morricone sólo ganó el Óscar hasta 2007, cuando recibió la prestigiosa estatuilla por el conjunto de su carrera. En 2016, se llevó otro por "Los ocho más odiados" de Quentin Tarantino.

Nominado antes en cinco ocasiones, el compositor admitió una vez que le habían arrebatado el galardón estadounidense cuando competía con "La misión" (1986) de Roland Joffé, una de sus obras más memorables, con instrumentos precolombinos, corales litúrgicas, oboes y guitarras españolas.

Gran amante de la canción, Morricone se unió a la estrella portuguesa de fado Dulce Pontes para realizar el disco "Focus" (Universal) y a la francesa Mireille Mathieu para el álbum ‘Mireille Mathieu canta Ennio Morricone‘ (1974).

Hacía unas semanas había sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, honor que compartió con John Williams, otro legendario compositor del mundo del cine.