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Las ballenas grises se están muriendo de hambre
Más de 70 cadáveres de esta especie de cetáceo han sido encontrados desde enero de 2019 en América. La inanición podría ser una de las causas que estaría ocasionando este fenómeno. Los científicos investigan para determinar la causa exacta de estos hechos.
Entre enero y junio de 2019 se ha registrado la muerte de más de 70 ballenas grises en la Costa Oeste de Estados Unidos, la estadística más alta desde 2000, año en que se reportó una mortandad de alrededor de 6.000 cetáceos.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) terminó de encender las alarmas al señalar que se viene registrando un "evento de mortalidad inusual" para esta especie de ballenas grises en el Pacífico nororiental. En otras palabras, se trata de una muerte inesperada y significativa de cualquier grupo de mamíferos marinos.
Ante este fenómeno, la NOAA inició una investigación para determinar la causa exacta de estos hechos. Sin embargo, los resultados preliminares realizados por los científicos señalan que estas ballenas podrían estar muriendo de hambre.
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Dave Weller, un biólogo investigador de la vida silvestre en NOAA‘s Southwest Fisheries Science Centro en La Jolla, sospecha que las ballenas no habrían comido lo suficiente en el verano pasado cuando estaban en el Ártico y eso habría causado su debilidad. "Cuando las ballenas grises comienzan a nadar hacia el norte a fines del invierno, una migración que continúa a lo largo de la primavera y el verano, sus cuerpos ya están sufriendo angustias nutricionales porque no han comido durante meses", comentó Weller al medio Los Ángeles Times.
Ante ese panorama el equipo de investigación de NOAA analizará si el deshielo marino y las condiciones ecológicas en la región ártica están afectando el suministro de alimentos de las ballenas.
Según el National Marine Fisheries Service los cadáveres de ballenas grises se han visto a lo largo de las costas de California, Oregón, Washington y Alaska desde enero, el número más alto desde 2000, cuando más de 100 ballenas grises fueron reportadas muertas.
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"Es realmente importante investigar este suceso, tanto para comprender su alcance como para comprender mejor las causas, pero no estoy alarmado, pues estamos tratando con una población que, en general, ha sido muy saludable y está bien", manifestó John Calambokidis, biólogo investigador que rastrea a estos cetáceos en el estado de Washington, al periódico Los Ángeles Times, quien enfatizó que el aumento aún no ha alcanzado un nivel de amenaza para toda la población de ballenas grises a lo largo de la Costa Oeste, que se estima en alrededor de 27.000.
"Muchas veces una de las principales causas de los casos de muertes inusuales es la inanición. Esto podría significar que las ballenas no pueden encontrar las fuentes de alimentos que normalmente adquieren en ciertos de lugares", expresó Brittany Blades, funcionaria del acuario de la Costa de Oregón.
Identificar la causa de la muerte de la ballena gris podría llevar entre varios meses y un año. Los científicos nunca pudieron determinar con exactitud la causa de la muerte de los cetáceos en 1999-2000, en gran medida porque carecían de muestras de diagnóstico.