FAUNA
Vida de un ocelote atropellado en San Martín está en el limbo
El felino, que fue rescatado por un conductor en una vía de este municipio del Meta, tiene muy afectadas sus patas posteriores y no puede caminar. El ocelote es el más grande de los pequeños felinos manchados de América que padece por el atropellamiento vial y tráfico ilegal.
De las 36 especies de felinos salvajes que habitan en el mundo, la mayoría amenazadas por las actividades humanas, seis hacen presencia en varias regiones de Colombia: jaguar, puma, gato pardo o yaguarundí, ocelote, margay y oncilla o tigrillo.
Aunque la deforestación, flagelo que día a día acaba con los bosques y selvas donde habitan, y la cacería indiscriminada por lo atractivo de sus pieles son sus principales enemigos, estos enigmáticos mamíferos también sucumben por el atropellamiento en las principales vías del país.
Le puede interesar: Así fue el rescate de un ocelote que no terminó en final feliz
Así le ocurrió hace pocos días a un ocelote adulto que fue embestido por un vehículo en una de las vías del municipio de San Martín en el Meta, un atropellamiento que afectó considerablemente sus patas posteriores a tal nivel que no puede moverse.
El atropellamiento le dejó sin movilidad sus patas posteriores. Foto: Cormacarena.
Según la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), el felino se salvó de morir por la intervención de un conductor, quien se percató de la presencia del ocelote en la vía y decidió atravesar su camión para evitar que recibiera un nuevo golpe.
“Trabajadores de Covillanos se dirigieron al lugar para ver lo que estaba sucediendo, logrando constatar que el ocelote estaba con vida pero sin poder caminar. El mamífero fue retirado de la carretera y posteriormente recibió atención médica por parte de nuestro equipo veterinario”, dijo Cormacarena.
Le puede interesar: EN IMÁGENES: Un ocelote sin colmillos, la cara del tráfico ilegal de fauna
Los chequeos veterinarios de la entidad evidenciaron que el felino tiene muy afectadas sus patas posteriores, lo que le imposibilita el desplazamiento con normalidad. El grupo Albán de la Séptima Brigada del Ejército Nacional realizó el traslado del ocelote hasta Villavicencio para que recibiera atención especializada”.
El futuro del ocelote aún es incierto por las heridas causadas por el atropellamiento. Foto: Cormacarena.
Actualmente, el ocelote se encuentra en el centro de valoración y atención de fauna silvestre de Cormacarena ubicado en el Bioparque Los Ocarros. “Por ahora, el felino adulto cuenta con un pronóstico reservado, ya que fue seriamente afectado por el atropellamiento”, indicó la entidad.
La Corporación le recalcó a los conductores que transitan por las vías del departamento del Meta que deben informar si encuentran algún animal herido durante el recorrido, además de respetar las señales de tráfico que advierten del peligro por paso de animales silvestres y elevar la precaución en la noche, cuando aumenta el tránsito de diversas especies.
Los ocelotes están entre los animales más afectados por los atropellamientos. Foto: CAR.
Según la Fundación Omacha, el ocelote (Leopardus pardalis) es el más grande de los pequeños felinos manchados de América. Su pelaje es corto y liso, de color amarillo o amarillo rojizo y tiene franjas paralelas y arosetadas alargadas con bordes negros a lo largo del cuerpo.
Le puede interesar: Investigan presunta caza de un ocelote en Yacopí, Cundinamarca
“Tiene una mancha blanca en cada oreja y líneas de color negro. El vientre y las piernas son más claras, a veces blancas y con manchas dispersas. Sus ojos son grandes, muy brillantes y de color amarillo pálido. El macho puede pesar de ocho a 15 kilos y la hembra, de seis a nueve kilos. Pueden medir entre 70 y 90 centímetros”.
Tendencias
En los años 60, esta especie fue cazada indiscriminadamente. Foto: Cortolima.
Esta especie se encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina y Uruguay. En Colombia, las tres subespecies registradas se distribuyen en el Caribe, Orinoquia, Pacífico, zona central de los Andes, Amazonia y vertiente suroriental de los Andes.
“Hasta los años 60 fue cazado para conseguir su piel. Actualmente, esta amenaza se ha reducido en grandes proporciones, aunque se presenta para controlar la depredación de animales domésticos y para la venta de la piel. Además, enfrenta el atropellamiento vial y tráfico ilegal”, precisó Omacha.