Ambiente
Así protegen a los últimos tres ejemplares del cóndor andino en el Cauca
En el Parque Nacional Natural Puracé, en el departamento del Cauca, indígenas, operadores turísticos, biólogos y voluntarios promueven el conocimiento sobre esta ave, insignia nacional, y garantizan el alimento al macho y las dos hembras que se refugian en las montañas.
El cóndor andino es uno de los animales más representativos de Colombia. Sin embargo, su majestuosidad y su vuelo, que puede superar los 6.000 metros de altura, no han sido impedimento para convertirse en una especie amenazada y en peligro de extinción. Con el fin de preservar la vida de los cóndores que quedan en el país, agencias de turismo, comunidades científicas y funcionarios de Parques Nacionales trabajan diariamente para proteger los tres ejemplares de este animal que habitan en el Cauca. En el resto del país aún hay 57.
En el Parque Nacional Natural Puracé, a dos horas de Popayán, es el lugar en donde se encuentran tres ejemplares introducidos, porque los dos animales nativos murieron hace más de 20 años. El macho y las dos hembras están domesticados. Diariamente, a las 10 de la mañana, descienden por los 2 kilos de vísceras de res que les dejan habitantes del resguardo indígena Puracé.
César Albeiro Isichica es la persona designada por la comunidad para encargarse del turismo en el parque. Con el valor del ingreso que pagan los visitantes, Isichica logra alimentar y enseñarles a los colombianos sobre el cóndor andino a través de charlas en las que explica la importancia cosmogónica del animal. “Nosotros lo llamamos ‘el mensajero del sol’ porque es el ave que más alto vuela, entonces es como el contacto entre el sol y la Tierra”, detalla el líder ambiental.
El cóndor andino es un ave terrestre que se encuentra en la alta montaña debido a la necesidad de corrientes de aire fuertes. El principal lugar de Colombia en donde se puede ver a menos de 10 metros de distancia es en Puracé. En esta área del departamento del Cauca reconocen al cóndor como el aseador de la tierra debido a que es un animal carroñero, pero contrario a lo que dicen los mitos populares, no es una especie cazadora, no puede descender a las superficies para atacar, solo para alimentarse de otros seres que se encuentren en estado de descomposición.
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Gustavo Pisso, biólogo principal del Parque Puracé, explica que los cóndores se han visto amenazados debido a las retaliaciones que asumen las personas por las pérdidas de ganado, pues se las atribuyen injustamente a estas aves. “Lo que hace la gente es envenenar la carne en descomposición porque dice que es más importante su vaca. En realidad son miedos que se infundieron en comunidades ganaderas para comenzar a atacar al cóndor y verlo como un enemigo”.
Para concientizar a las personas acerca de la importancia del ave nacional, Daniel Díaz y Víctor Valencia, fundadores de la agencia de turismo Nawel Travel, ofrecen una caminata guiada por el Parque Nacional Puracé en la que se relatan detalles de la vida del cóndor en el país y se comparte conocimiento con la esperanza de que la comunidad lo proteja.
“Preservar el cóndor implica un ejercicio de consciencia que inicia con el respeto de su espacio. Si seguimos interviniendo los páramos con agricultura extensiva en los territorios disminuimos el tamaño de la zona que tiene el cóndor para desplazarse y eso impacta directamente las posibilidades de que el ave pueda alimentarse y reproducirse correctamente. Por eso es importante otorgar las condiciones necesarias para que tengan una dieta óptima que propicie su reproducción”, concluye Valencia.