Especial Vivienda
Baja en tasas hipotecarias: ¿el momento perfecto para adquirir vivienda?
Guillermo Herrera, presidente ejecutivo de Camacol, habló del impacto que tendrá la reducción de tasas de interés para créditos de vivienda y las propuestas que han elevado al Gobierno para acelerar la reactivación.
Guillermo Herrera, presidente ejecutivo de la Cámara Colombia de la Construcción (Camacol), habló sobre el impacto que tendrá en el corto y mediano plazo la reducción de las tasas de interés para créditos de vivienda y las propuestas que han elevado ante el Gobierno nacional para acelerar la reactivación del sector.
SEMANA: ¿Cuáles son las perspectivas del sector de la construcción a corto y mediano plazo?
GUILLERMO HERRERA: Luego de dos años de deterioro continuo de las ventas, los datos al cierre del primer semestre del año nos empiezan a mostrar un comportamiento que podría anunciar el fin del ciclo recesivo del sector, con lo cual en el segundo semestre deberíamos observar crecimientos en los ritmos de comercialización de vivienda.
De hecho, la reducción reciente de los desistimientos de compra de vivienda permitió que las ventas netas, es decir, las ventas totales —descontando los hogares que renuncian y los proyectos que se cancelan— crecieran 1,7 por ciento en junio de 2024.
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Sabemos que aún tenemos una cuesta empinada por recorrer para alcanzar los niveles de ventas y obra que logramos en 2021 y 2022, pero hay factores que nos permiten ser optimistas.
SEMANA: ¿Cuáles son esos factores?
G.H.: El primero y más importante es la reducción en las tasas de interés por parte de un grupo de entidades financieras, que están ofreciendo tasas de interés hipotecarias que van del 9,5 al 11 por ciento, poniéndonos en un escenario similar al de 2021 en materia de costos de financiación de largo plazo, lo que contribuirá a mejorar los ritmos de comercialización.
Esto es una gran demostración de confianza y una apuesta desde el sector privado para impulsar la demanda y la reactivación de la vivienda. En segundo lugar, el sector cuenta con una oferta de 165.081 viviendas en todos los segmentos de precios a nivel nacional. En la medida que se recuperen los ritmos de comercialización, los inicios de obra también lo harán, reactivando el empleo e impulsando la economía.
SEMANA: ¿Cuál será el impacto de la reducción de tasas en el corto plazo?
G.H.: Con este nivel de tasas esperamos una reducción mucho más rápida en las renuncias de los hogares y unas ventas que empiecen a retomar el camino de crecimiento durante el segundo semestre del año. Es importante tener en cuenta que las entidades que han anunciado reducciones en las tasas de interés representan más del 80 por ciento de los desembolsos de crédito hipotecario a nivel nacional, con lo cual la medida impactará positivamente a una parte muy importante del mercado.
SEMANA: ¿Cuáles han sido los mayores retos que ha enfrentado el sector en el último año?
G.H.: Hay factores relacionados con condiciones económicas como regulatorias. Sabemos que el bajo crecimiento económico y las altas tasas de interés tuvieron un impacto importante en la demanda durante 2023. Esto se sumó a cambios en la política de vivienda que generaron incertidumbre y que produjeron una contracción muy relevante en el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS). Varios de estos factores se han venido superando.
En términos de tasas de interés, ya estamos viendo unas condiciones de financiación mucho más favorables para los hogares que quieran comprar vivienda, que incluso pueden mejorar aún más para quienes accedan al programa Mi Casa Ya, pues se podría contar con tasas de hasta el 4 por ciento efectivo anual.
SEMANA: ¿Qué otras medidas cree que el Gobierno debería implementar para apoyar el desarrollo del sector?
G.H.: Desde Camacol consideramos que se tienen que hacer inversiones adicionales que permitan reactivar nuevas ventas e iniciaciones y, por supuesto, asegurar la totalidad de los recursos para la asignación de 50.000 subsidios anuales del programa ‘Mi Casa Ya’. Para darles confianza a los compradores es muy importante que exista certidumbre de que la totalidad de los recursos requeridos para asignar esos cupos se encuentra adecuadamente presupuestada y asegurada. Sabemos que el Gobierno nacional enfrenta fundamentales restricciones derivadas del escenario fiscal y por lo mismo reconocemos el crucial esfuerzo que se viene realizando para poder mejorar el estado de las finanzas públicas.
SEMANA: ¿Le han hecho alguna propuesta puntual al Gobierno nacional?
G.H.C.: Le hemos planteado un plan de reactivación en el corto plazo para el sector, acorde con la realidad fiscal del país: una inversión inferior a los 500.000 millones por año podría impulsar ventas de vivienda por un valor cercano a los 33 billones de pesos y generar más de 200.000 empleos al año.
SEMANA: Camacol ha sido claro en que quiere que la reactivación sea ‘verde’. ¿Cuál es el plan?
G.H.C.: Esto responde a la incorporación de la sostenibilidad como una pieza fundamental dentro de la estrategia de crecimiento del sector. Las políticas basadas en subsidios a la tasa de interés han demostrado, históricamente, ser exitosas para acelerar la economía en periodos de crisis. Estamos convencidos de que estas medidas, combinadas con los objetivos de eficiencia en consumo de recursos y reducción de emisiones que aporta la construcción verde permitirán que el sector retome su senda de crecimiento a largo plazo, integrando en nuestras prácticas la agenda de sostenibilidad definida en el Plan Nacional de Desarrollo.
SEMANA: ¿Cómo contribuir a que se promueva la construcción y adquisición de viviendas con certificación verde?
G.H.: Colombia es un referente internacional en la construcción de vivienda con certificación de sostenibilidad. Solo a través de la certificación EDGE, el país ha certificado cerca de 15,5 millones de metros cuadrados que corresponden a 219.663 viviendas, la mayoría VIS. Por eso le hemos planteado al Gobierno la posibilidad de implementar programas de coberturas para VIS y vivienda de clase media, que además puedan complementarse con una mayor reducción en las tasas de interés para adquisición y construcción de viviendas que incorporen criterios de sostenibilidad y certificaciones. Al final, el futuro de la industria y la política de vivienda debe estar centrado en promover el crecimiento sostenible del sector.