Convivencia
Barras bravas en Cali lideran comedores comunitarios en donde además de alimento se accede a bibliotecas, gimnasios y semilleros de derechos humanos
Seguidores del América y el Deportivo Cali se unieron a la estrategia Corazón Contento, un proyecto de la Alcaldía y la Arquidiócesis de la ciudad que busca llevar bienestar a más de 50 mil personas. Ya son 2.000 los voluntarios vinculados a esta causa.
Los integrantes de la barra Barón Rojo Sur, hinchas del América de Cali, han sostenido una histórica rivalidad con el Frente Radical Verdiblanco, aficionados del Deportivo Cali. Estos dos grupos se han enfrentado en múltiples ocasiones, protagonizando lamentables episodios de violencia para el fútbol colombiano y dejando víctimas fatales.
Esta problemática no es exclusiva del fútbol en Cali, sucede en otras ciudades del país con equipos nacionales e internacionales. Sin embargo, desde hace varios años se trabaja en estrategias pedagógicas que contribuyan a erradicar este tipo de violencia. Una de las iniciativas que más ha funcionado es la del barrismo social, una práctica que reúne a los hinchas alrededor de un proyecto de convivencia con impacto positivo en las comunidades.
Actualmente en Cali se desarrolla uno de estos proyectos que consiste en 522 espacios en los que las poblaciones más vulnerables; especialmente niños, adultos y personas en condición de discapacidad, reciben alimento. A cambio de la comida los beneficiarios pueden hacer aportes voluntarios o realizar trueques con reciclaje.
El éxito de este modelo se debe principalmente a la participación de gestores y líderes barriales que se animan a abrir su propio comedor comunitario. Hoy en día son cerca de 2.000 las personas que hacen parte de la iniciativa en Cali, entre ellas madres comunitarias, profesores, estudiantes y recientemente barristas.
“Nos sentimos felices de poder contribuir a la construcción de tejido social a través del programa comedores comunitarios”, aseguraron algunos voceros de Barón Rojo Sur, quienes inauguraron hace unas semanas un espacio en la comuna 10. El proyecto de esta barra incluye, además del comedor, un gimnasio, salones lúdicos, bibliotecas, espacios para la tercera edad y semilleros de derechos humanos, entre otros.
Los integrantes del Frente Radical Verdiblanco implementarán un proyecto similar para impactar positivamente a los habitantes del barrio El Recuerdo. De estos comedores comunitarios también podrán beneficiarse los migrantes venezolanos.
“Este proyecto incorpora 24 mil millones de pesos del tesoro municipal, pero tiene mucho más, gracias al aporte que dan nuestras comunidades. Queremos que estos espacios sean pedagógicos, escenarios donde se pueda consolidar la estrategia de no maltrato a la mujer, de cuidar a nuestros niños y niñas, de autocuidado frente al Covid y en los que predomine la reconciliación como herramienta”, asegura Jorge Iván Ospina, alcalde de la ciudad.
Aunque la meta es entregar 51.055 raciones de comida en la primera etapa de la iniciativa, se espera que los comedores logren impactar a este mismo número de personas empoderándolas. “Somos un modelo único en Colombia, porque no buscamos solo dar comida, sino generar centros de pensamiento”, comenta Fray Francisco Leudo, director de Pastoral Social en la Arquidiócesis de Cali.
Hasta el momento los caleños han aplaudido la puesta en marcha de la versión 2021 del proyecto y esperan que se mantenga el apoyo de la Alcaldía y la vocación de los 2.000 voluntarios. Por otro lado, los fanáticos del fútbol celebran el aporte de estas dos barras y reconocen los esfuerzos por erradicar los actos de violencia asociados a este deporte.