Especial Bolívar y Cartagena

Cartagena supera los 3,4 millones de visitantes. ¿Si hay camas pa´ tanta gente?

Cartagena es uno de los principales destinos del Caribe. Con su crecimiento impulsa la consolidación de Bolívar como un territorio lleno de experiencias auténticas y memorables para viajeros de todo el mundo.

31 de marzo de 2025, 8:23 p. m.
Expansión hotelera - Mejor Colombia
El auge del turismo no es solo por cuenta de la riqueza arquitectónica de la ciudad, también gracias a mejoras en su infraestructura. | Foto: Diegomezr - stock.adobe.com

Cartagena es un referente del turismo en Colombia. Su centro histórico, las casas coloniales con balcones coloridos, la imponencia de sus murallas –patrimonio de la humanidad– y la calidez de su gente la han convertido en un destino que hay que visitar al menos una vez en la vida. A medida que ha crecido el número de visitantes, que en 2024 llegó a más de 3,4 millones de personas, también lo ha hecho la oferta hotelera. La ciudad ofrece opciones para todo tipo de necesidades y presupuestos, desde experiencias de lujo hasta alojamientos más sencillos para quienes solo buscan un lugar donde pasar la noche, en un espacio seguro y cómodo.

“La fusión de su arquitectura colonial, las calles coloridas, el mar Caribe y sus hermosas playas agregan un atractivo único a esta región del país. La combinación de historia, paisajes y una variada gastronomía proporciona múltiples razones para considerar a Cartagena y sus alrededores como un destino inigualable en Colombia”, destacó Juan Fernando Stozitzky, CEO de Movich, quien agregó que en el último trimestre han tenido una ocupación del 60 por ciento.

Parte de esta alta ocupación se debe a la realización de eventos, reuniones y congresos de alcance local, nacional e internacional. Estos encuentros han impulsado la demanda hotelera, haciendo que Cartagena registre la ocupación más alta del país, con un promedio cercano al 70 por ciento. Durante la temporada de vacaciones de fin de año, esta cifra llegó al 85 por ciento, impulsada por los 930.000 visitantes que aterrizaron en la ciudad, de acuerdo con cifras de la Alcaldía de Cartagena.

A mediados de 2025 abrirá en Cartagena el primer hotel de la cadena canadiense Four Seasons, sumándose a la oferta de marcas internacionales como Hyatt, IHG, Sofitel, Hilton, Best Western, Selina y Wyndham, Accor, NH Hotel Group, entre otras. Carolina Ariza, gerente regional de Cotelco Cartagena, reveló que la meta es alcanzar los 2,2 millones de turistas por vía aérea en 2025, y superar los 1,69 millones registrados en 2024. Además, se prevé la llegada de 500.000 turistas por vía marítima.

Cartagena ofrece opciones para todo tipo de necesidades y presupuestos.
Cartagena ofrece opciones para todo tipo de necesidades y presupuestos. | Foto: Movich Cartagena de Indias

Sin embargo, la oferta hotelera no se limita a los grandes hoteles de lujo. Los pequeños hospedajes, hostales y viviendas de renta corta han ganado protagonismo en los últimos años, convirtiéndose en opciones accesibles y versátiles para turistas con diferentes presupuestos y estilos de viaje. Familias, parejas, grupos de amigos y viajeros en solitario encuentran en estas alternativas una forma económica y flexible de conocer una de las ciudades más fascinantes de América Latina.

Según el portal Kayak, una noche de hotel en el centro histórico puede costar en promedio 600.000 pesos, pero en plataformas como Hostelworld es posible encontrar opciones mucho más asequibles. Por ejemplo, una cama en una habitación compartida con 12 personas puede costar alrededor de 60.000 pesos, mientras que existen alternativas con diez, ocho, seis o cuatro camas, que influye en el precio. Pese a su carácter más económico, muchos de estos hospedajes cuentan con calificaciones destacadas, entre 8,5 y 9,5 sobre 10, lo que demuestra la creciente demanda de este tipo de alojamientos y la importancia de una oferta diversificada para el turismo en la ciudad.

Para Pablo Jaitman, country manager de Despegar Colombia, el atractivo de este destino va más allá del icónico centro histórico. “Bolívar se ha convertido en un destino imperdible para quienes visitan el país, con una riqueza turística que lo hace cada vez más fascinante para viajeros nacionales e internacionales”.

Más allá de las murallas

Aunque las murallas, el imponente Castillo de San Felipe y el moderno Bocagrande siguen siendo los íconos del turismo en Cartagena, cada vez son más los viajeros en busca de experiencias diferentes dentro y fuera de la ciudad. Barrios como Manga, con su arquitectura republicana y ambiente residencial, y Getsemaní, con su vibrante vida artística y cultural, ofrecen perspectivas únicas. Además, las Islas del Rosario, con sus aguas cristalinas y ecosistemas protegidos, se han consolidado como una opción imperdible para quienes buscan un escape en el Caribe.

“El interés por estos lugares ha crecido exponencialmente. Desde Despegar hemos registrado un incremento del 90 por ciento en las búsquedas en comparación con el año anterior. Esto demuestra que los turistas están explorando nuevas facetas de Cartagena, más allá de las playas y el centro histórico”, explicó Jaitman. Además, señaló que este aumento en la afluencia de visitantes impulsa la demanda de alojamiento, gastronomía, transporte y actividades recreativas, lo que genera nuevas oportunidades de negocio y empleo.

Pero el crecimiento turístico no se limita a Cartagena. En el resto del departamento de Bolívar otras localidades han comenzado a brillar con luz propia. De acuerdo con datos de Booking.com, en las últimas semanas, las búsquedas de hospedajes en Mompox, la joya colonial a orillas del Magdalena, han aumentado 345 por ciento.

Temporadas como la de Semana Santa, o eventos como el Festival de Jazz y la carrera de los 15K han generado una ocupación hotelera del ciento por ciento en este municipio, que hoy cuenta con 2.500 camas disponibles. El contraste con décadas pasadas es evidente: en los años ochenta apenas había uno o dos hoteles, y hoy ya son más de 120 alojamientos registrados en la Cámara de Comercio y con Registro Nacional de Turismo, que van desde hoteles boutique hasta posadas coloniales y casas de alquiler.

Luis Alfredo Domínguez, secretario de Turismo y Cultura de Mompox, resaltó el crecimiento del turismo en la ciudad desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. “A partir de ese momento, Mompox se convirtió en un imán para turistas extranjeros, especialmente europeos en busca de experiencias culturales”, afirmó.

Uno de los establecimientos que ha vivido esta transformación es el Hotel Villa de Mompox, con más de 35 años de trayectoria. “El auge del turismo no se debe solo a la riqueza arquitectónica de la ciudad, sino también a las mejoras en infraestructura y embellecimiento urbano”, señaló Juan Manuel Abuabara, gerente del hotel. Y destacó la importancia de la adaptación a nuevos retos, apostando por la capacitación del personal y el mejoramiento de los servicios para garantizar experiencias memorables a los huéspedes.

Según Booking, el hotel cuenta con una calificación de 8,8 sobre 10, una de las más altas en la plataforma, y ofrece tarifas que oscilan entre 200.000 y 300.000 pesos por noche para una familia de tres personas.

Pero Mompox no es el único destino en crecimiento. El CEO de Movich mencionó que otros puntos también están ganando protagonismo. San Basilio de Palenque se ha convertido en un destino clave para el turismo étnico y comunitario. Santa Catalina, con su riqueza natural, atrae a quienes buscan ecoturismo y aventura, mientras que Turbaco, con su Jardín Botánico, es un oasis para quienes buscan reconectarse con la biodiversidad.

En la línea de destinos de sol y playa, Barú y Tierra Bomba han visto un aumento significativo en la demanda. “Hemos registrado un crecimiento del 25 por ciento en el interés por pasadías en playas privadas, excursiones y la nueva oferta de cruceros con salida desde Cartagena”, añadió Jaitman.

Este fenómeno reafirma que Cartagena, más allá de sus tradicionales atractivos, sigue evolucionando y expandiendo su influencia turística a todo el departamento de Bolívar, consolidándose como un destino diverso, innovador y en constante crecimiento.

Apuestas diferentes

“El turismo en la ciudad y en Bolívar en general se ha venido reinventando y adaptando a las nuevas preferencias de los viajeros, dejando de ser no solo un destino de sol y playa o un destino patrimonial y cultural, y se ha volcado a ser un departamento que contiene una oferta turística rica en experiencias”, resaltó Carolina Ariza, directora ejecutiva de Cotelco, capítulo Cartagena, quien destacó que la oferta está enfocada en la autenticidad y la sostenibilidad.

Este enfoque ha dado lugar a un turismo cultural experiencial, donde los visitantes no solo recorren la ciudad, sino que se sumergen en su esencia. A través de los hoteles afiliados a Cotelco, se han implementado iniciativas como talleres de artesanías tradicionales, clases de peinados autóctonos, sesiones de música y baile al ritmo de tambores, champeta y salsa, así como recorridos por manglares y experiencias de pesca artesanal. La gastronomía también cumple un papel fundamental, con clases y rutas culinarias que resaltan la riqueza de la cocina local, además de catas de ron y de licores regionales con sabores típicos. Incluso la historia y el arte han cobrado protagonismo a través del turismo comunitario, permitiendo a los visitantes conectar con el patrimonio y la identidad de la región.

“Cartagena ha despertado una mayor conciencia sobre la importancia de desarrollar una oferta turística alineada con los principios de sostenibilidad en sus tres dimensiones: económica, social y ambiental”, afirmó Ariza. En este sentido, Cotelco y Fontur han puesto en marcha un proyecto en el que 20 hoteles están implementando estrategias para ofrecer experiencias responsables con el medioambiente, al tiempo que generan un impacto positivo en las comunidades locales. El objetivo es no solo brindar a los turistas entornos seguros y auténticos, sino también fortalecer el desarrollo de la ciudad a través del turismo.

Este compromiso con la sostenibilidad también se refleja en el creciente número de establecimientos que han obtenido certificaciones ambientales, como los sellos Green, y que han adoptado prácticas de turismo responsable que incluyen la protección de menores en entornos turísticos y la prevención de la explotación infantil, así como iniciativas que fomentan la inclusión, con espacios adaptados para personas en condición de discapacidad, turismo pet-friendly y una oferta más abierta y segura para la comunidad LGBTI+.

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