Turismo
De la Antártida al Tolima: la inspiradora historia del español que le dio tres veces la vuelta al mundo
En su paso por Colombia, SEMANA conversó con César Sar, conocido como El Turista, un conferencista, especializado en viajes, que ha visitado más de 130 países.
“Los viajes no hay que medirlos en kilómetros, sino en experiencias”, asegura César Sar, un periodista y productor español que creó la serie documental El Turista, y recientemente visitó el departamento del Tolima para conocer lugares inexplorados.
“Wow, estamos a cuatro mil metros de altura cerca del Volcán Los Nevados, esto es increíble”, gritó desde una chiva repleta de turistas que disfrutaban un paseo por la ruta de los frailejones en el municipio de Murillo, al norte del Tolima, una región conocida como el corazón de los Andes, en Colombia.
Sar, oriundo de Tenerife (Islas Canarias), España, se hace notar a donde llega por su desparpajo al hablar, espontaneidad y su afán por resaltar las costumbres, gastronomía, paisajes e historias humanas que descubre en sus recorridos.
Viajar y conocer el mundo de una manera más auténtica, con un enfoque en las personas y sus historias, más que en los destinos turísticos típicos, le ha permitido ganar fama y reconocimiento. En Colombia fue uno de los invitados especiales a la Feria Internacional de Turismo que realizó la Gobernación del Tolima en Ibagué.
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SEMANA: Como viajero incansable, ¿qué aprendizajes sobre las culturas y las personas cree que son esenciales para fomentar la tolerancia y el entendimiento global?
César Sar (C.S.): La mayoría de la gente tiene que pedir vacaciones para viajar, pero no de todos los viajes se impregnan de algo. Me gusta decir que los viajes no hay que medirlos en kilómetros, sino en experiencias. En la conferencia que di en la Feria Internacional del Turismo del Tolima, hablé primero del deshielo de la Antártida, pero la segunda diapositiva la dediqué a los humanos; si hay algo que hace increíble este planeta y único, hasta que se demuestre lo contrario, es que está habitado por los humanos que somos capaces de lo mejor, aunque algunas veces también de lo peor. Yo creo que viajar te ayuda realmente a abrir la mente, a entender cómo somos los humanos.
SEMANA: En sus conferencias, usted siempre habla de cómo el viaje puede transformar vidas. ¿Qué experiencia personal marcó un antes y un después en su perspectiva como viajero?
C.S.: Pues mira, yo en eso rompo un mito, soy un viajero que no tiende a presumir. Hay una máxima que dice la gente: voy a viajar para encontrar respuestas. Yo siempre les digo que nunca van a encontrar una respuesta viajando, la respuesta viaja contigo, no la vas a encontrar ni en el Tolima ni en Nueva Zelanda. Tampoco merece la pena huir, viajar para dejar atrás los problemas, porque los problemas también van contigo.
Antes de dejar mi vida como periodista político en España, ya viajaba bastante. No hay como un hecho en concreto que marcase un antes y un después, yo vivo en un permanente durante, no dejo de sorprenderme con los lugares que visito; al contrario, cuanto más viajo, más tengo claro que el mundo es inabarcable. He estado en 135 países, pero ya llevo un par de años que no incorporo uno nuevo porque hay lugares del mundo que los visito muchas veces, por eso acepté la invitación del Tolima, sin saber dónde estaba en el mapa, no tenía ni idea. Las tres veces que había estado en Colombia me habían tratado tan bien, es un país tan fascinante… Los turistas con respecto a Colombia se dividen en dos: los que nunca han venido y los que ya hemos venido y queremos repetir.
SEMANA: Con el auge de las redes sociales, ¿cómo equilibra la autenticidad de los viajes con la creación de los contenidos que publica?
C.S.: Bueno, la llegada de las redes sociales ha ayudado mucho a los destinos turísticos. Antes la gente iba de viaje, volvía, se lo contaba a su familia y ahí quedaba. Ahora todo el mundo quiere contarlo estando en el sitio, por eso en mis consultorías para empresas privadas de turismo y administraciones públicas siempre les digo: tienes que tener una conexión a internet wifi. Por muy remoto que sea el lugar, tienes que intentar tener una conexión a internet, aunque sea satelital, porque esa persona va a levantar su teléfono, va a hacer un live en Instagram para subir una foto y va a decirle al mundo: ‘estoy aquí’. Y la gente va a decir: y dónde es ese sitio, y van a hacer clic en la localización y van a encontrar que hay un sitio que se llama Tolima, que hay un Parque Los Nevados, unos senderos, etcétera. La gente que viaja mucho quiere buscar lugares auténticos. Siempre recomiendo no ver el mundo a través del teléfono. Haz una foto, guárdala, disfruta el lugar, siéntelo, habla con la gente, deja el teléfono un ratito.
SEMANA: Usted ha visitado lugares poco explorados. ¿Cuál cree que es la responsabilidad de un viajero frente a estos destinos y sus comunidades?
C.S.: Este es un tema muy interesante. Estoy en un proyecto con la Organización Mundial de Turismo y ellos tienen un decálogo muy interesante que habla sobre el turismo responsable y eso tiene dos vías: el local, que es el que recibe, y el que visita la zona. Creo que hay que hacer un turismo responsable y respetuoso. La gente que viaja mucho valora más la artesanía, la cercanía, la autenticidad, la gastronomía local, intenta quedarse con el detalle para entender a la persona del sitio. Yo tengo un pódcast diario de viajes, que es el segundo de viajes en español más escuchado, con 900.000 reproducciones mensuales. Hago mucha incidencia en un turismo responsable, le digo a la gente ‘cuando vayas al lugar, infórmate un poco; intenta aprender cuatro o cinco palabras del vocabulario local; cuando la gente te hable presta atención; cuando te ofrezca algo de comer, nunca lo rechaces, pruébalo al menos’. Tú puedes probar y decir no me gusta, es perfecto, es lícito. No te lo tienes que comer todo, pero siempre lo tienes que probar y te lo dice una persona que en Mongolia tuvo que comerse un ojo de cordero porque en ese país, cuando matan un cordero, un ojo va para la persona más sabia y anciana del clan, y el otro ojo se lo dan al invitado más ilustre que tienen, y en ese caso tuve la suerte de ser yo.
Cuando llegué a Bogotá, en el aeropuerto encontré un Starbucks y al lado vi un Juan Valdez. Me salió una sonrisa porque dije: ¿Quién se va a tomar un café en Starbucks teniendo al lado un Café Juan Valdez?
SEMANA: ¿Qué destino en Colombia recomendaría para quienes buscan experiencias auténticas y poco exploradas?
C.S.: Primero tendría que preguntar si es tu primer viaje o no. Si es tu primer viaje, sin duda, sería visitar Cali, Bogotá, Medellín, el Eje Cafetero y todas las ciudades patrimonio como Cartagena y Santa Marta. Para un segundo viaje, yo te diría que hay un montón de sitios, como Tolima. La buena noticia es que la mayoría de los turistas repetidores valora más, sabe más lo que quiere y piensa mucho más a la hora de elegir el destino, es un turista consciente.
SEMANA: Teniendo en cuenta su experiencia viajando por 135 países, ¿qué diferencia a Colombia como destino turístico en comparación con otros países de América Latina?
C.S.: Una de las cosas que creo para mal es que hay mucha gente que no conoce Colombia y cuando llega la sorpresa que se lleva es monumental, porque es maravilloso este país, hay que reconocer que es muy fácil grabar, ya que filmar requiere una dificultad porque estás usando una cámara y poniéndosela a una persona adelante, que a lo mejor está ocupado preparando un tamal. En Colombia siempre he buscado la aceptación de la gente para filmar y eso la hace una sociedad muy abierta.
En la primera vuelta al mundo, vendí mi casa, pagué la hipoteca, vendí el coche, dejé mi trabajo y me fui 13 meses a 36 países. Cuando volví tenía un poquito de dinero guardado para pagar a los editores, escribí los guiones. Yo soy director, protagonista, guionista y locutor de la serie en la versión en español.
Cuando terminé de montar la serie, la vendí a Fox. Para la segunda vuelta al mundo llegó una empresa muy interesada y pagó todo, filmé 15 meses ininterrumpidos, incluyendo sábados y domingos todos los días de la semana.
SEMANA: ¿Cómo hace para equilibrar su vida personal con este trabajo de nómada?
C.S.: Nunca me casé, no tengo niños y ese es un poco el resumen. Sin embargo, sí creo en el amor, creo mucho en el amor, pero es difícil porque cuando emprendes una relación, al final esa persona quiere que estés presente. Ahora estoy preparando más conferencias para hacer menos viajes.
SEMANA: ¿Cuál es su lugar favorito del mundo?
C.S.: Mi lugar del mundo favorito es la Antártida, es increíble. En ese sitio es muy caro ir de viaje, sale como en 14.000 euros. Le contaba a la gente en la conferencia de la Feria Internacional del Turismo del Tolima que los grandes mamíferos marinos, las ballenas, las orcas o los delfines son capaces de cruzar una mirada con los humanos, pero no como un perro que te mira a los ojos con la mirada perdida, no, esos mamíferos te miran a los ojos, y en ese momento hay un antes y un después.