Sostenibilidad
El corazón de los Andes late con fuerza: así se vivió la apertura del Encuentro Suramericano Por La Cordillera
Líderes de siete países andinos, comunidades locales y expertos se reunieron en el Tolima para impulsar una nueva diplomacia ambiental que defienda el agua, la biodiversidad y la vida desde los territorios.
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En medio de un paisaje cubierto por neblina y páramos vivos, el Tolima se convirtió este jueves en el punto de encuentro de los Andes. Durante la jornada inaugural del ENCUENTRO SURAMERICANO POR LA CORDILLERA DE LOS ANDES 2025, los delegados de siete países y decenas de organizaciones ambientales coincidieron en un mensaje común: la defensa del agua y la biodiversidad debe nacer desde los territorios.
La gobernadora Adriana Matiz abrió el evento con un discurso que marcó el tono de la cumbre: “Los Andes no necesitan discursos, sino decisiones. La cordillera es el corazón que respira por 90 millones de personas y produce el 75 % del agua del río Amazonas. Cuidarla es una responsabilidad compartida”.
Matiz presentó oficialmente la propuesta de crear un panel científico andino y un fondo subnacional de cooperación para articular gobiernos locales, academia y cooperación internacional, bajo lo que denominó una “nueva diplomacia de la montaña”. Su llamado fue claro: construir desde los territorios una diplomacia ambiental que complemente los esfuerzos globales.

El agua fue el hilo conductor de las conversaciones. Alicia Montalvo, gerente de acción climática y biodiversidad positiva del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), destacó que “Tolima está demostrando que la sostenibilidad no se decreta desde los despachos, sino desde la montaña. La relación de las personas con su entorno cambia cuando entienden el valor del agua y los servicios que ofrece la naturaleza”.
La ejecutiva recordó que la CAF impulsa proyectos de agricultura regenerativa, conservación de páramos y turismo sostenible, subrayando que el gran reto regional es reconocer el valor económico y social de la biodiversidad.

Desde una perspectiva técnica, María Argüello, representante de CONDESAN, resaltó que el encuentro marca “un antes y un después en la cooperación andina”. Según ella, el liderazgo del Tolima y la articulación entre gobiernos subnacionales abren la posibilidad de construir políticas reales de restauración y gestión de ecosistemas: “La ciencia y la planificación deben ir de la mano con el conocimiento ancestral; así se logran decisiones sostenibles y con impacto local”, afirmó.

En Murillo, municipio insignia del páramo de Los Nevados, la alcaldesa María Camila Sánchez compartió cómo su comunidad lleva años adelantando proyectos de reforestación, viveros de frailejones y campañas de turismo rural responsable. “En Murillo aprendimos que proteger el agua también significa cuidar la cultura. Este encuentro nos da visibilidad, pero sobre todo nos conecta con otras comunidades que comparten la misma lucha por la montaña”, aseguró.
La mandataria local insistió en el papel de las mujeres y los jóvenes como guardianes del territorio: “Somos quienes sentimos cada cambio en el clima y quienes podemos transformar los hábitos desde casa”.

El senador Fidel Espinoza, expresidente del Parlamento Andino, complementó la visión política de la jornada al advertir que “sin democracias fuertes, no hay cooperación ambiental posible”. Para el parlamentario, los gobiernos subnacionales representan el nuevo rostro de la gestión climática regional, pues “son quienes conviven con la montaña y tienen legitimidad para actuar”.
El primer día del encuentro dejó en claro que la Cordillera de los Andes no solo es un ecosistema, sino una causa compartida. Desde el Tolima, los líderes andinos impulsan una agenda que combina ciencia, política y comunidad. El mensaje que retumbó entre las montañas fue inequívoco: el agua une a los pueblos, y el futuro de Suramérica depende de su capacidad de cuidarla.


