Esta es la estrategia de Solistica para volver el transporte de carga más sostenible

Las necesidades de suministros de productos han ido cambiando radicalmente en los últimos años, en especial frente a nuevos hábitos derivados de la pandemia. Algunas empresas venían anticipándose a los grandes retos que proyectaba el consumo doméstico, regional y global, y en el sector logístico fue determinante la capacidad de reacción y respuesta. Entre las compañías que demostraron entender las nuevas circunstancias y llevaron al máximo nivel sus competencias operativas, de tecnología e infraestructura se encuentra Solistica en Colombia.

La compañía, que forma parte de la división de FEMSA Negocios Estratégicos, atiende las necesidades de las industrias de consumo, retail, ciencias de la vida, tecnología, industria manufacturera y automotriz en Colombia, Brasil, México, Costa Rica, Panamá, Guatemala y Estados Unidos.

Frente a los continuos desafíos que ha impuesto la cadena de suministro, Solistica viene fortaleciendo sus servicios de carga masiva y paqueteo con una nueva flota de transporte dotada de telemetría, que permite hacer trazabilidad en tiempo real y aumentar la capacidad de carga por viaje de cada remolque en hasta 35 toneladas. Además, implementaron un simulador de entrenamiento para todos sus conductores, una tecnología que en Colombia es más que necesaria para garantizar el tránsito seguro y la vida en las carreteras.

La transformación tecnológica del sector ha sido clave para la mejora de indicadores operativos y medioambientales, y también para optimizar los costos y retornarlos vía tarifa y servicio a los clientes, “lo que constituye una ventaja competitiva que muy pocas compañías del sector pueden garantizar”, precisa Juan David Mejía, gerente de Operaciones Latincentro de Solistica.

La innovación y, como parte de esto, las alternativas sostenibles forman el ADN de Solistica, y a esto responde el proyecto de implementación en Bogotá de una flotilla de bicicletas eléctricas de carga, para optimizar las entregas de última milla. Mejía explica que la apuesta se enfoca en reducir los tiempos de entrega, aportar una solución inteligente a la congestión vehicular y perfilar con anticipación el futuro de los sistemas de transporte ecosostenible que deben primar en las grandes ciudades.

“Destinamos una importante suma a la adquisición de una nueva flota de vehículos verdes, ciento por ciento eléctricos, cero emisiones, con autonomía de hasta 180 kilómetros y capacidad de carga de más de 3.500 kilos por viaje, sin restricciones de movilidad; y, recientemente, hemos hecho pruebas para, en un futuro cercano, integrar a la operación drones de carga de hasta un kilo de capacidad, que podrán llevar con precisión soluciones vitales o urgentes a sitios remotos o de difícil acceso”, concluye Mejía.

*Contenido elaborado con apoyo de Solistica

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