Este es el programa social que transformó Carolina del Príncipe, el municipio antioqueño donde nació Juanes

“Saber que ahora tengo un techo propio para mi y para mi hija es algo que no tiene precio”. Con esta frase, Ubaldina Rojas trata de explicar la felicidad que embarga su corazón. Hoy es dueña de una vivienda propia en la zona rural del municipio de Carolina del Príncipe, una población situada a unos 97 kilómetros de Medellín.

Con 27 años de edad, esta madre soltera fue beneficiaria del proyecto Mi Hábitat, una iniciativa que lideran Homecenter y Constructor, en alianza con la Fundación Catalina Muñoz, la Fundación Imusa, la Empresa de Vivienda de Antioquia (VIVA) y la alcaldía municipal. Para Ubaldina, su casa es el hogar que siempre imaginó para su pequeña, un sitio cálido en donde hoy crecen los sueños de construir un mejor futuro para ambas.

Carolina del Príncipe, al norte de Antioquia, es reconocido porque vio nacer a Juanes, el famoso cantante. Pero también porque su población vulnerable se benefició del proyecto Mi Hábitat de Homecenter.

Según Gustavo Zapata, gerente de tienda Homecenter, “en la compañía afirmamos que juntos construimos sueños y proyectos de hogar. Y, a partir de esa premisa, entendemos el mejoramiento del hábitat como nuestra directriz estratégica en materia de responsabilidad social. Con Mi Hábitat aportamos soluciones integrales a los hogares de los entornos cercanos a nuestro centro de trabajo”.

En total, 50 voluntarios participaron en la construcción de 8 módulos habitacionales y en el mejoramiento de 10 viviendas. También se intervinieron tres espacios: un colegio, un parque y una huerta, y se entregaron cinco espacios dotados. Quienes participaron en todas las obras donaron más de 360 horas de trabajo.

La iniciativa, que benefició a 1.062 personas, también contempló siete talleres para lograr un entorno saludable y comunitario.

“Cuando vinieron las personas a hacer la casa se sentía el cariño. Ellos trabajaron con amor, y aunque ya llevo un mes viviendo en mi casa, ese sentimiento lo noto todavía en la calidez de los espacios”, explicó Ubaldina.

Teresita de Jesús es otra de las beneficiarias de Mi Hábitat. Ella, una sobreviviente de cáncer de mama, a sus 52 años vive de la venta de papas rellenas. Dada su condición, para Teresita la meta de tener una vivienda propia era difícil de alcanzar. Sin embargo, Mi Hábitat cambió esa realidad. “Ahora puedo vivir dignamente con mi familia”, explicó.

En total, el proyecto Mi Hábitat ha impactado a más de 14.800 personas en todo el país. A la fecha, se han ejecutado obras de este tipo en Madrid, Cundinamarca; Puerto Colombia, Atlántico; Yumbo, Valle del Cauca, y Carolina del Príncipe, Antioquia. En este último municipio, la zona rural arrojó el mayor déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda, además, algunas de ellas presentaban deterioro y necesidades en aspectos como mejoramiento de cubierta, cocina, unidad sanitaria y pisos.

De acuerdo con Paola Hernández, gerente de Sostenibilidad de Homecenter, para financiar el proyecto Mi Hábitat se han realizado aportes de los aliados por 650 millones de pesos. Además, se han apalancado en la donación de vueltas en las cajas y con la compra de Agua Natal, con la cual se han recaudado más de 90 millones de pesos.

“Mi Hábitat es un programa que pretende reducir el déficit habitacional de comunidades vulnerables, posibilitando el acceso a una vivienda digna y espacios seguros. Somos los aliados de los sueños y proyectos de hogar de los colombianos. Hemos trabajado para cumplir este propósito al ser una empresa que aporta al desarrollo del país y está en constante evolución para ofrecer las mejores oportunidades a todos los colombianos”, concluyó Hernández.

*Contenido elaborado con apoyo de Homecenter