Más allá de los libros: así se vivirá la feria internacional del libro más importante del Eje Cafetero

Lo primero que ocurrirá en la Feria Internacional del Libro de Armenia y Quindío no será ni una firma de libros ni un recital de poesía latinoamericana.

Habrá un hombre haciendo música con los huesos de un animal muerto. Este espectáculo de apertura será liderado por Esteban Valdivia, un artista de heavy metal que renunció al rock para conquistar la música con piezas arqueológicas y luego escribió un libro.

“La muerte es el principio de una gran sinfonía. Cuando morimos, construimos instrumentos. En las melodías que hacemos guardamos emociones, sensaciones, y así se construye un triángulo musical entre muerte, música y memoria. La música chamánica es una música de recuerdos que genera una evocación a los principios cosmogónicos”, afirmó Valdivia.

Un libro es un tesoro, pero los relatos humanos atraviesan esa frontera. Así fue como Liliana Moreno, directora de la feria, definió la esencia de este evento. Recitales de “poetango”, ceremonias sonoras o ejercicios de improvisación desde la ilustración y la música son solo algunas de las expresiones culturales atípicas que conformarán la programación de la feria del libro más importante del Eje Cafetero.

“Los libros son como un jardín que llevamos en el bolsillo; sin embargo, los relatos no están solamente ahí. Es importante que las ferias les abramos el espacio a otras expresiones y maneras de narrar: la danza, el sonido. Si una feria del libro se centrara únicamente en la escritura, sería desaprovechar un montón de relatos. Esta feria reúne narraciones híbridas que nos permiten pensar más abiertamente la circulación de las historias”, comentó Moreno.

Del 2 al 8 de septiembre se llevará a cabo la Feria Internacional del Libro de Armenia y Quindío, un evento cultural y comercial que contará con la participación de 64 stands de editoriales, librerías y distribuidoras, además de 60 invitados nacionales e internacionales, entre los que sobresalen el ilustrador ecuatoriano Roger Ycaza y el arqueólogo y músico argentino Esteban Valdivia.

“Para el departamento es muy importante el desarrollo de la feria, pues fortalece la formación de públicos lectores de todas las edades. Todos somos lectores en formación y las ferias son una oportunidad para avanzar en nuestra experiencia con el lenguaje y las diferentes formas de narrar en el mundo”, agregó la directora.

El Centro Cultural Metropolitano de Convenciones de Armenia será un epicentro cultural para que escritores, poetas, editores, músicos, científicos, caricaturistas, narradores orales y artistas compartan sus experiencias en el terreno de las letras e impulsen el consumo de libros y de piezas culturales. Son cerca de 170 actividades gratuitas programadas.

“La biocultura es la esencia de la Filaq. Con ella queremos resaltar el compromiso de locales y visitantes con la naturaleza y abrir el diálogo sobre lo social, ambiental y humano en el entorno. De forma que gran parte de la programación y la exhibición refleja esta responsabilidad biocultural”, señalaron desde Fundación Letra Viva, organizadora del evento.

Asimismo, la feria ofrecerá una programación itinerante, la cual busca descentralizar las actividades del Centro de Convenciones y llegar hasta los públicos que no participan en la feria.

Liderada por escritores, ilustradores y mediadores, la iniciativa involucrará municipios cercanos, casas de cultura, bibliotecas públicas, cafés y centros comerciales.

Música con objetos arqueológicos

Valdivia se presentará en la inauguración de la feria en el escenario principal. Para generar melodías airosas que recreen los sonidos del centro de Ecuador, este artista argentino utilizará flautas de hueso de cóndor y flautas de cráneos de venado. También, les hará música a las estrellas.

“Junto con proyecciones y réplicas de los instrumentos recrearemos los sonidos precolombinos de la línea ecuatorial: Kitu Kara, Carchi, Valdivia. Son sonidos relacionados con los movimientos estelares. Los instrumentos que desarrollamos allí son únicos en la organología latinoamericana, pues tienen una conciencia de las estrellas. En la línea ecuatorial se pueden ver en el mismo cielo todas las constelaciones”, relató Valdivia.

Sus instrumentos son réplicas de las piezas originales. Estas, sin embargo, fueron las maestras de su creación artista. Le mostraron el camino. Entre ellas se destacan los huesos animales muertos y las cerámicas prehistóricas.

“El ser humano encontró sonidos chamánicos cuando salió de cacería. Con lo que sobrevivía al proceso de putrefacción de los animales, los seres humanos descubrieron las propiedades acústicas. Por otro lado, las cerámicas fueron un avance tecnológico muy importante. Eran como un celular que les permitía darle un aspecto especial a los rituales. En el pasado, el sonido fue poder”, concluyó el músico.