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Más de 30 mil jóvenes estudian gratuitamente en el Tolima
El departamento es pionero en el país gracias a esta iniciativa, que se implementó desde 2020. Hasta el momento, se han invertido cerca de 42.000 millones de pesos en cupos con matrículas gratuitas de pregrado.
En medio de la crisis económica de la pandemia por covid-19, el Programa de Gratuidad Educativa de la Gobernación del Tolima se convirtió en un alivio para miles de familias de la región. Otorgó cupos de educación superior a estudiantes del departamento, que acceden a los beneficios de la Matrícula Cero, iniciativa en la que el gobierno ‘El Tolima nos une’, bajo el liderazgo de José Ricardo Orozco Valero, ha invertido cerca de 42.000 millones de pesos.
Érika Milena Buitrago Forero, estudiante de la Universidad del Tolima, quien vive en el corregimiento El Convenio, municipio de Líbano, es una de las beneficiadas por la Matrícula Cero. “Cuando no había gratuidad, de mi bolsillo pagaba 800.000 pesos cada semestre, que pedía prestados en una cooperativa de Líbano. Pero en el 2020, cuando más fuerte fue la pandemia, nos dieron la buena noticia de la Matrícula Cero”, afirma la estudiante de Licenciatura Infantil en la modalidad a distancia.
En Villahermosa, otro municipio del norte tolimense, reside Valentina Zuluaga, quien se esfuerza y pone todo de su parte para graduarse como comunicadora social en la Universidad Minuto de Dios (Uniminuto), sede Ibagué. La joven, de 23 años, considera que “sin la gratuidad no hubiera podido ir a la universidad, ya que mis padres se ganan la vida vendiendo queso y leche. Ya completé cinco semestres sin el pago de la matrícula”, dice.
Más beneficiados de la gratuidad educativa en Tolima
En la Ciudadela Simón Bolívar, un sector de estrato socioeconómico 1 y 2 de Ibagué, Sergio Bonilla toma su maletín y se sube a una buseta con destino a la Universidad del Tolima, donde estudia Economía. Su padre, Yesid, se gana la vida trabajando en una panadería del barrio, y él, más que nadie, conoce lo difícil que es costear una carrera universitaria: “Cuando no había gratuidad, yo le pagué con mucho sacrificio la carrera completa al hijo mayor. La de Sergio ha salido gratis”, expresa.
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A cerca de tres horas de la capital tolimense, en el municipio de Palocabildo, el joven Andrés Avilón se alista para viajar a Ibagué, donde asiste a clases presenciales y, como los demás estudiantes, cree que la educación superior en la región “dejó de ser un tema complicado”; lo que se necesita, asegura entusiasmado, “son muchas ganas de salir adelante”. Y pide, en nombre de los jóvenes, “que la gratuidad se mantenga y perdure”.
Ejemplo a nivel nacional
En esta estrategia de apoyo a la educación superior, cuyos recursos se giran a través de convenios con las universidades, la Gobernación ha entregado cupos con matrículas gratuitas de pregrado a los estudiantes de la Universidad del Tolima y del Instituto Tolimense de Formación Técnica Profesional (Itfip), que en sus aulas alberga a jóvenes de El Espinal, Purificación, Guamo, Prado, Melgar, Suárez, Saldaña e, incluso, de Girardot y Tocaima (Cundinamarca).
También cobija a jóvenes del Conservatorio del Tolima y de la Corporación de Educación del Norte del Tolima (Coreducación), con sede en Honda. Estos beneficios también llegan a las aulas de la Uniminuto y a tres sedes de la Escuela Normal Superior en el Tolima, así como a otros claustros privados de Ibagué.
“Somos de las pocas universidades en Colombia, con presencia en nueve departamentos, que le otorga gratuidad educativa al cien por ciento de los estudiantes de pregrado sin importar el estrato socioeconómico”, afirma el rector de la Universidad del Tolima, Ómar Mejía Patiño.
Los beneficios son tan grandes que, incluso, el programa ahuyentó la deserción en las aulas que había generado la pandemia por la crisis del desempleo en los hogares: logró aumentar más del 30 por ciento en cobertura e inscripciones en las modalidades presencial y a distancia de este centro de educación superior.
El rector considera “histórico” el apoyo del gobernador Orozco Valero, quien ha dispuesto, solamente para gratuidad, unos 20.000 millones de pesos para esta universidad, sin tener en cuenta la transferencia anual de recursos que fue aprobada en el gobierno anterior, que pasó de 3.400 millones a cerca de 9.000 millones de pesos.
El gobernador del Tolima afirma que el mayor desafío que tiene un joven de cualquier municipio es dar el salto a la educación superior “y muchos no lo logran porque sus familias no pueden pagar los estudios universitarios”, asevera el mandatario. “Fuimos los primeros en el país en sacar adelante esta iniciativa, pero mi compromiso va más allá. Trabajamos en la implementación de una política pública que garantice su continuidad”, manifiesta.
El gobernador se ha comprometido a que, al finalizar su mandato, habrá invertido 110.000 millones de pesos para poder garantizar unos 120.000 cupos de estudios universitarios.
Beneficio en todos los rincones del departamento
Los alcances de la gratuidad llegan a todos los rincones. Tan solo en el municipio de Planadas, sur del departamento, se benefician 330 jóvenes que cursan estudios en universidades públicas, mientras que otros 1.122 son de Chaparral.
En Ibagué, la Matrícula Cero llega a 7.046 estudiantes de pregrado, de los cuales 1.104 son de la Comuna Ocho; 936 de la Comuna Siete; y 629 más de la Seis. También se benefician 62 internos del Centro Penitenciario, Coiba, en Picaleña, quienes adelantan su proceso de formación superior con la Uniminuto.
Julián Gómez Rojas, secretario de Educación del Tolima, puntualiza que la gratuidad “hace realidad los proyectos de vida de miles de jóvenes”, concluye.
Contenido elaborado con el apoyo de la Gobernación del Tolima.