Perfumes made in Colombia: una industria que crece y sorprende al mundo, ¿por qué?

¿Alguna vez se ha preguntado por el origen de la perfumería en América Latina? Todo inició hace 50 años con el peruano Fernando Belmont, quien dio vida a Yanbal luego de comprender que la región estaba en capacidad de producir sus propias fragancias, rompiendo así con la idea de que el mercado sólo podría estar dominado por las casas perfumistas de Estados Unidos y Europa.

Al fundar Yanbal, su premisa fue revolucionaria: desarrollar fragancias desde cero, sin depender de terceros, entendiendo los gustos y la identidad olfativa de la región. En una industria donde otras marcas tercerizan su producción, la compañía apuesta por el control absoluto del proceso, el cual va desde la selección de los ingredientes hasta la creación de las esencias.

Hoy, Yanbal desarrolla todas sus fragancias en tres plantas de producción exclusivas de perfumería en Perú, Ecuador y Colombia. En total, más de 20 millones de fragancias se fabrican cada año, recorriendo miles de kilómetros hasta los ocho centros de distribución en Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, México, Guatemala y España.

La ruta del perfume

Crear un perfume toma aproximadamente 18 meses, un periodo donde la precisión, la creatividad y la innovación son fundamentales. La ‘Ruta del perfume Yanbal’ incluye un recorrido minucioso que garantiza la excelencia del producto final.

Para celebrar el Día del Padre, la marca lanzó ‘Solo Elixir’, que sigue la tendencia de los perfumes masculinos con aromas más intensos y cálidos gracias a ingredientes provenientes del Medio Oriente como la madera de OUD. También están ‘Temptation Mystic’, un aroma envolvente y sensual que combina diferentes notas intensas, y ‘Temptation Black’, con ingredientes clásicos como la pimienta y el cedro negro.

¿De dónde viene la inspiración?

Aunque todas las fragancias de Yanbal se producen en América Latina, el equipo de marketing explora y descubre nuevos ingredientes, y estudia las preferencias de los consumidores en los sitios donde las tendencias cobran vida propia, como Nueva York y Milán. Con esa investigación, la tarea pasa al equipo de creatividad olfativa y perfumistas en los Centros de Investigación y Desarrollo de Barcelona, Fort Lauderdale y Grass.

Ellos cuentan con una paleta de más de 3.000 ingredientes de la más alta calidad, entre los que se incluyen extractos obtenidos mediante tecnologías innovadoras como Craftivity, un método que permite capturar la esencia más pura de los ingredientes naturales sin alterar su autenticidad y muchas otras tecnologías de extracción. Mientras tanto, en Barcelona y Perú los equipos de diseño e ingeniería trabajan en paralelo para dar vida al frasco y al empaque, cuidando cada detalle para que el perfume no solo huela increíble, sino que también luzca como una pieza de arte.

“Cuando decimos que nuestros perfumes tienen alta duración, nos referimos a que están formulados con una alta concentración de aceites esenciales y materias primas de la mejor calidad y eficacia”, señaló Angélica Carranza, directora Corporativa de Perfumería de Yanbal. La directiva agregó que lo que hace que los perfumes sean considerados de alta perfumería es que cada aroma, cuidadosamente diseñado, logra reflejar tres pilares fundamentales: “impacto para que te reconozcan, duración para que te acompañe todo el día y memorabilidad para dejar una huella en tu mente y en la de quienes te rodean”, explicó.

El éxito de la compañía está marcado por la alquimia única entre innovación, memoria sensorial y el talento de perfumistas de clase mundial como Arnold Winter, un francés con más de 30 años en Yanbal. “Una fragancia de Yanbal se reconoce y nunca se olvida. Tiene presencia, duración y una calidad que resalta incluso cuando se prueba a ciegas”, puntualizó el perfumista.