Empresas que Construyen País
Premio a jóvenes emprendedores por impulsar modelos de negocio con sentido social
La organización Recón reconoció la contribución de sus ideas al desarrollo sostenible del país. Con el capital semilla que ganaron impulsan sus proyectos.
Recon es una organización colombiana sin ánimo de lucro que busca visibilizar y conectar a los líderes emprendedores orientados a crear soluciones de alto impacto. Todos los años realiza una Convocatoria Nacional de Emprendimiento Social y en esta última edición premió con capital semilla a cuatro modelos de negocio en las categorías de Paz Sostenible y Derechos Humanos, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Reducción de Pobreza y Desigualdades y Uso Eficiente de Recursos. A continuación, los emprendimientos que ganaron con iniciativas que nacen en las regiones y que gracias al reconocimiento de Recon pueden tomar el impulso que necesitan para volverse realidad.
Paz sostenible y derechos humanos
El emprendimiento ganador en esta categoría fue Toma mi Mano de Ibagué, Tolima. Susan Andrea Avella, líder del proyecto, explicó que está dirigido a la atención integral de mujeres víctimas de cualquier forma de esclavitud. Avella es una de los 21 millones de personas en el mundo que se han visto afectadas por la trata de personas. La situación que vivió la motivó a crear un espacio en el que otras víctimas puedan obtener ingresos a través de la modistería y confección de prendas.
La iniciativa también hace parte de la Fundación Dignidad Abolicionista, que brinda atención a sobrevivientes de este delito. Hoy, Toma mi mano emplea a 30 personas en Ibagué y a otras 20 en Cúcuta, tiene el Sello de Comercio Justo, ha facturado más de 280 millones de pesos en ocho meses y ha exportado 55.000 unidades de prendas. La meta para 2023 es vender unos 3.000 millones de pesos e impactar a 2.300 mujeres, y para 2025 buscan incrementar las cifras a 10.000 millones de pesos y a 5.000 mujeres.
“Este reconocimiento es un impulso grande. El capital semilla tiene un destino muy importante y es el fortalecimiento de la planta tecnificada de confección”, explicó Avella, y agregó que además de contar con una filosofía feminista y una plataforma integral de oportunidades, la metodología que utilizan es nórdica. Las beneficiarias, además, pueden acceder a un programa de seguridad alimentaria y otro de alfabetización de mujeres entre los 55 y 60 años. “De esta manera contribuimos a la educación digna, a la generación de empleo y a la igualdad”, concluyó Avella.
Tendencias
Medioambiente y desarrollo sostenible
En Colombia, cada año se talan alrededor de 170 hectáreas de bosque y se desperdician más de 2 millones de toneladas de papel. A raíz de esta preocupante realidad se creó Plantú, el emprendimiento ganador de esta categoría. La idea nació en Barranquilla con la intención de transformar el papel de un solo uso en uno ciento por ciento reciclado, que además tenga la capacidad de ser germinable y compostable.
“Transformamos lo que conocemos como ‘basura’ en plantas. Estamos convencidos de que las huertas hechas de papel se pueden tener en solo tres meses”, explicó Steffany Vizcaíno, líder del proyecto. Plantú tiene diferentes productos como lápices, calendarios, cuadernos y escarapelas plantables y kits de siembra. “Además, el papel semilla permite obtener alimentos como rúgula, zanahoria, tomate, manzanilla y ají”, precisó.
Este proyecto está comprometido con la economía circular, por lo que todos los procesos internos empiezan desde el reciclaje. Han contado con el apoyo de empresas y colegios de Barranquilla para reciclar y recolectar papel. Gracias a ello han almacenado más de 130 kilos de papel usado, fabricado más de 5.000 productos y hecho germinar más de 10.000 semillas.
La idea es que este producto sea la base para construir huertas caseras. Se estima que por cada tonelada de papel que se recicla se evita la tala de 3,14 toneladas de bosque, por lo que otra de sus misiones es reciclar 20 toneladas de papel, aumentar su producción en un 500 por ciento y desarrollar 200 huertas urbanas. “Esta es una oportunidad gigante de continuar sembrando vida. Estamos convencidos de que a través de pequeñas acciones podemos germinar grandes cambios. El capital semilla recibido lo vamos a invertir para expandir nuestro proyecto de huertas comunitarias y urbanas.
La rúgula, manzanilla y el tomate que entregamos en nuestros productos ambientales pueden servir aún más a nuestras comunidades, por lo que se beneficia la sostenibilidad y la seguridad alimentaria”, dijo Vizcaíno. De hecho, uno de los lugares que se ha visto beneficiado por Plantú es el corregimiento de Salgar, ubicado en Puerto Colombia: más de 50 familias construyeron su propia huerta urbana con base en residuos de papel germinable. Otra de sus iniciativas es generar oportunidades que rompen barreras culturales y laborales. Por eso, están entrenando a 15 jóvenes con síndrome de Down para poder emplearlos y darles oportunidades inclusivas y justas.
Menos pobreza y desigualdad
En el municipio de Ipiales, Nariño, nació Conectándote SAS BIC con el objetivo de llevar internet de bajo costo, alta calidad y disponibilidad a zonas que no cuentan con este servicio. Brayan Guerrero, un joven ingeniero de 23 años que dirige este emprendimiento, explicó que más de la mitad de los colombianos no tienen acceso a internet, lo cual dificulta tener una educación de calidad, mejorar las condiciones laborales y estar informado adecuadamente.
“Esta empresa cree en el poder de la tecnología para transformar vidas a través de un modelo de negocio social y sostenible. Este nicho de mercado es abandonado por las grandes empresas de telecomunicaciones que, por la dificultad técnica y económica, no invierten en estas zonas porque el tiempo de retorno de inversión es mayor”, dijo.
Conectándote tiene operaciones en 15 corregimientos y cinco municipios de Nariño y ha beneficiado alrededor de 400 familias. La empresa está presente en Ipiales, Pupiales, Potosí, Iles, Tangua, Gualmatán, Contadero, Túquerres y Córdoba. En su operación también usa energía solar, una alternativa que además de contribuir al planeta resulta muy eficiente pues en varias regiones del país el servicio de energía eléctrica es intermitente.
“Estamos muy motivados. Este reconocimiento nos permitirá fortalecernos, visibilizarnos y continuar llevando internet de alta calidad y de bajo costo a comunidades rurales. Nuestro propósito será expandirnos por la Región Pacífica hasta llegar a esas zonas en las que el acceso a la conectividad es deficiente o nula”, expresó Guerrero. El sueño de Conectándote es que el modelo se pueda replicar y conectar a los inversionistas con el conocimiento y las necesidades de las comunidades.
Uso eficiente de recursos
El emprendimiento ganador de esta categoría arrancó en Zipaquirá, Cundinamarca, como una actividad académica y terminó convirtiéndose en la única marca en Colombia que diseña y construye aerogeneradores, dispositivos que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica. Detrás de SCJ Industrias Aerogeneradores está Jonathan Gutiérrez, quien explicó que el producto combina matemáticas complejas con industria 4.0 para diseñar, modelar y construir herramientas.
“En Colombia somos 51 millones de personas. El país no tiene la capacidad de afrontar una posible crisis energética, por lo que debemos contar con alternativas que no permitan que la vida se detenga”, explicó Gutiérrez, y agregó que su sueño es estar presente en los lugares en donde la red eléctrica no ha llegado.
Se calcula que actualmente cerca de 128.000 colombianos no tienen energía eléctrica las 24 horas del día, por lo que la visión de SCJ Industrias Aerogeneradores es instalar estos dispositivos en sectores en donde no hay servicio eléctrico y, además, busca disminuir el costo del servicio y alimentar el consumo eléctrico de una manera sostenible.
“El capital semilla lo voy a invertir en mejorar el diseño de los productos y en darle visibilización al impacto que generamos. Nuestra misión es llevar bienestar, pero detrás de esto hay días y noches enteras de trabajo, por lo que sentimos este reconocimiento como un impulso para crecer y proyectarnos para seguir generando impacto social a los territorios”, finalizó Gutiérrez. Los generadores ya están siendo utilizados en Cali, Cogua, Santander y Zipaquirá, y se adelanta la instalación en Arauca y en el municipio de Pizarro, en el Chocó. Para 2025, este modelo busca alimentar la demanda energética y la industria con hidrógeno verde.
“El capital semilla lo voy a invertir en mejorar el diseño de los productos y en darle visibilización al impacto que generamos. Nuestra misión es llevar bienestar, pero detrás de esto hay días y noches enteras de trabajo, por lo que sentimos este reconocimiento como un impulso para crecer y proyectarnos para seguir generando impacto social a los territorios”, finalizó Gutiérrez. Los generadores ya están siendo utilizados en Cali, Cogua, Santander y Zipaquirá, y se adelanta la instalación en Arauca y en el municipio de Pizarro, en el Chocó. Para 2025, este modelo busca alimentar la demanda energética y la industria con hidrógeno verde.