Especial Turismo por Colombia
Se dispara el turismo de lujo en Colombia: hoteles, planes y lugares exclusivos
El mercado nacional fortalece su oferta en el segmento del turismo de lujo, atrayendo el interés de viajeros con alto poder adquisitivo. Una experiencia completa e inmersiva, en parajes naturales únicos, son los principales valores agregados.

Con un aporte cercano a los 2.864 millones de dólares durante el primer trimestre de 2025, 12,9 por ciento más que el mismo periodo del año anterior (según cifras de ProColombia), el turismo se ha consolidado como uno de los motores de la economía colombiana, y el segmento de lujo es uno de los responsables de ese crecimiento.
La industria del turismo en nuestro país se ha encargado de construir una narrativa diferente en esta categoría, al ofrecer experiencias exclusivas, sostenibles y auténticas que atraen el interés de viajeros con alto poder adquisitivo, provenientes de diversos lugares del planeta. “El viajero de alto nivel que llega al país busca experiencias transformadoras, no solo confort. Por eso, el lujo colombiano se vive en caminatas por selvas milenarias o visitas privadas a sitios arqueológicos, en cenas con chefs de renombre que reinterpretan ingredientes nativos, en glampings que permiten dormir bajo las estrellas en lugares remotos, y en hoteles de lujo que ofrecen experiencias memorables”, indicaron desde ProColombia.
Al atractivo de la biodiversidad, Julián Gómez Peñuela, de Luxury Hotels Expert, añadió dos elementos más: la oportunidad de conectarse con las tradiciones locales a través de la alta cocina, las artesanías y manualidades, y las costumbres locales, que terminan por ofrecer experiencias reales y sensoriales para los viajeros. “El talento humano termina dando el valor agregado a una experiencia completa e inmersiva en donde el turista es el protagonista y parte de la integración cultural en el destino. Hablar su idioma, manifestar interés por conocer el destino del turista y la invitación a encontrar en lo cotidiano, lo extraordinario, es lo que marca la tendencia en Colombia”, señaló Gómez Peñuela.
La industria coincide con esta percepción. “Observamos que los viajeros de lujo que vienen a Colombia buscan nutrirse de la cultura local y que intentan al máximo combinar varios destinos del país para aprovechar la inmensa diversidad”, resaltó André Aparicio, gerente general de W Bogotá.
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La oferta
La entidad destacó que Colombia cuenta con una oferta hotelera de lujo que incluye marcas reconocidas a nivel internacional, como W, JW Marriott y Four Seasons, en Bogotá; Sofitel Legend Santa Clara (Cartagena) y Sofitel Victoria Regia (Bogotá), Hyatt Regency (Cartagena), Grand Hyatt (Bogotá) y Las Islas en Barú.
De igual forma, ProColombia resaltó la iniciativa Secrets of Colombia, una alianza de más de 15 hoteles boutique ubicados en destinos sostenibles y poco explorados, que ofrece experiencias exclusivas con enfoque en sostenibilidad, diseño de autor, inmersión cultural y conexión directa con comunidades locales. En cuanto a lo gastronómico, restaurantes como Leo, de la chef Leonor Espinosa, y El Chato, del chef Álvaro Clavijo, figuran en importantes listados de esta industria, mientras que en la conectividad aérea se ha registrado el ingreso al país de aerolíneas enfocadas en mercados internacionales de peso en el turismo de lujo como Emirates, que inició operaciones en Colombia con la ruta Bogotá-Dubái vía Miami; a las que se suman Air France, Iberia, Lufthansa y Turkish Airlines, que conectan al país con los principales centros internacionales de negocios y turismo de alto nivel.
Nuevo rumbo
Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de Anato, el gremio de las agencias de viajes, advirtió que el turismo de lujo es una tendencia en crecimiento en Colombia, con un tono más elevado desde la pandemia. “Este segmento ha tomado un nuevo rumbo hacia vivir experiencias auténticas en escenarios únicos y con comodidad. Se destacan experiencias como tours de arte y cultura en la que los viajeros puedan visitar un museo de manera privada, cuando no esté abierto al público, en compañía de un artista o curador de arte, o una cena privada en un paisaje único colombiano, con una vista increíble como se hace en el paisaje cultural cafetero”, mencionó Cortés.
Otras experiencias de lujo consisten en sobrevuelos por destinos atractivos como la Sierra Nevada de Santa Marta, alojarse en un ecolodge, hacer un safari por la Orinoquia o abordar un crucero como el Amawaterways por el río Magdalena.
Entre el 25 y el 30 por ciento de las agencias de viajes asociadas a Anato comercializan el segmento de lujo. “Es importante garantizar comodidad, bienestar, servicio, exclusividad y autenticidad, y diseñar el viaje a la medida del cliente, identificando gustos, motivaciones y preferencias. Por último, se debe buscar sorprender con detalles inolvidables”, añadió la presidenta ejecutiva del gremio.

Crece el turismo musulmán
Entre los mercados internacionales con mayor poder adquisitivo que muestran interés por el turismo de lujo en Colombia está el de los musulmanes. El dato no es menor, si se considera que más de 1.900 millones de personas en el mundo profesan esta religión en cerca de 50 países, que destinarían durante 2025 más de 300.000 millones de dólares a viajes, de acuerdo con estimaciones de Future Market Insights.
Este interés se releja en el dinamismo de aerolíneas que transportan pasajeros provenientes de estos territorios (como Emirates o Turkish Airlines) y en el incremento de las solicitudes de certificación Halal, mediante la cual se valida que un producto o servicio se ajusta a la normativa del mismo nombre y que está suscrita a la ley del Islam.
Abdalá Taleb, CEO de Fambras Halal, organismo que otorga esta certificación en Colombia desde 2017, explicó que esta validación la solicitan aquellas empresas cuyos productos o servicios deben cumplir los requisitos o las exigencias que les permitan ser consumidos o utilizados por los musulmanes. Por eso su importancia en el ámbito turístico.
Taleb destacó que el turista musulmán ha mostrado preferencias hacia los atractivos turísticos que les ofrece nuestro país, en particular por ser un destino muy familiar. De igual manera, por tener un alto poder adquisitivo (en especial quienes provienen de Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudita) son viajeros exigentes en sus requisitos, y el mercado colombiano ha venido ajustándose a ello con certificaciones como Halal. Todo esto refleja el protagonismo que ha alcanzado el mercado colombiano en el segmento del turismo de lujo y las amplias posibilidades de seguir creciendo en una industria con gran potencial.
El mejor
Jairo, del Hotel W en Bogotá fue reconocido como el mejor restaurante de hotel en Colombia en los World Culinary Awards 2024. “Somos un hotel con enfoque en la oferta gastronómica ya que ofrecemos una diversidad única en la ciudad (somos el único hotel de lujo con un restaurante con concepto de gastronomía local), tenemos un café que sirve de homenaje a la cultura cafetera del país, una cervecería y un bar muy enfocado en la coctelería de productos autóctonos”.
Con sello colombiano
También hay cadenas nacionales dinamizando este sector. La cadena OSH abrió un hotel en Cartagena recientemente, que pronto llegará a Medellín: “Este hotel viene a ofrecer un concepto de hotelería de lujo colombiana: imponer naturaleza, servicio al cliente y arriesgarse con plantas locales”, destacó Julián Gómez Peñuela, de Luxury Hotels Expert.