Siete datos claves que todos deberíamos conocer sobre las serpientes colombianas
Las culebras no pican, muerden. Tampoco mastican, se tragan a su presa. Los dientes los usan solo para asegurar lo que atrapan. Eso sí, pueden tener hasta 100 dientes en la boca y generar mucho dolor así no sean venenosas. La Chinonius grandiscuamis, conocida como lomo e´machete o matacaballo, no es venenosa. Falan, Tolima.
Foto: Cortesía Juan Manuel Renjifo /
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La gente tiene la falsa creencia de que para una mordedura de culebra debe poner un torniquete y chupar la zona afectada, esto en realidad genera riesgo de contraer la infección por tétano o una gangrena. La Bothriechis punctata, conocida como Rabo e’ chucha, es venenosa. Cerro Janano, Aruzi, Chocó.
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Existe la creencia popular de que el cascabel de esta serpiente es de buena suerte, como la pata de conejo, pero como no se puede matar a la culebra se dice que hay que atravesar siete ríos para sobrevibir y recibir la buena fortuna. Crotalus durissus cumanensis, conocida como cascabel, es venenosa. El Guájaro, Atlántico.
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Las serpientes muerden para cazar o como método de defensa. Corallus batesii, conocida como boa esmeralda, no es venenosa. Comunidad Peña Roja, Puerto Santander, Amazonas.
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La mayoría de los accidentes ofídicos ocurren en las piernas, por eso siempre es recomendable el uso de botas en zonas de riesgo. Lachesis acrochorda, conocida como verrugoso o rieca, es venenosa. Janano, Aruzi, Chocó.
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Dependiendo del veneno y de la especie la mordedura genera diferentes reacciones que van desde destrucción de tejidos hasta síntomas silenciosos que conducen a la muerte si no se aplica el suero antiofídico en menos de 6 horas. Bothrocophias-hyoprora, conocida como jergón, es venenosa. Leticia, Amazonas.
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Un miligramo de veneno de una culebra es más letal en un niño que en un adulto. Micrururs camilae, conocida como coral, es venenosa. Urra,Córdoba.
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