Treinta escritores colombianos publican una antología de poemas sobre la diversidad sexual

Un grupo de 30 autores colombianos le dio vida a Como la Flor, un bello libro de poemas a través de los cuales se puede entender y empatizar con personas de orientación sexual diversa. Salomé Cohen Monroy, editora de ficción del Grupo Planeta y quien lideró el proceso creativo de esta publicación, invitó a participar a escritores no tradicionales, quienes a través de sus trabajos plasmaron nuevas maneras de hacer poesía.

El texto inicia con una pregunta por el lenguaje en distintos escenarios, seguido de un apartado acerca del cuerpo, la sexualidad y el erotismo, más adelante, otros poemas se refieren al amor en casa y en las calles. Alejandra Algorta, quien tuvo a su cargo la selección y recopilación de los textos, y Salomé Cohen cuentan que “es un libro para los curiosos y amantes de la literatura, aquí hay una nueva generación de poetas”.

Como la Flor finaliza con la rabia, un sentimiento que se despierta en muchos autores como consecuencia de la discriminación que han sufrido por mostrarse distintos. Alejandro Múnera, docente y coautor de la publicación, asegura que la poesía es una necesidad que le permite canalizar sus emociones en un espacio distinto. “Lo que yo veo en esos poemas es una vena sobre la sexualidad, el amor y la afectividad diversa. La antología es una relocalización de esa pregunta por la diversidad sexual en relación con la literatura y la poesía”, detalla.

En el libro también se encuentran propuestas sobre el cuerpo, la manera de entenderlo y mostrarlo a otros. Juan de Dios Sánchez, director de la revista Cabeza de Gato, publicó dos poemas y explica que desde su visión todo es susceptible a moldearse. “La norma sería lo rígido entonces todo lo que se mueve para desordenar esa norma me interesa. Como lo queer, la ‘q’ no nos alcanza para nombrar lo que pasa al sur del continente, así que ya sea con ‘c’, o con ‘k’, me gusta que sea algo que mute, que el concepto esté sujeto a cambio”.

Juliana Enciso, escritora y otras de las coautoras del poemario, se refiere con más precisión a la dimensión del término cuir. Asegura que la expresión en español tiene que ver con una lucha por la visibilización. “En el caso latinoamericano se refiere a una creación constante de palabras para todo lo que ha sido condenado como el amor que no debe ser. Implica entender que la identidad está en un flujo constante, lo cuir habla de transgredir las fronteras que tienen los cuerpos y que se han impuesto desde las relaciones tradicionales relacionadas con lo binario”.

El poemario cumple con una función importante de la literatura y es acercar a otros a través de las palabras para volverlos personas más empáticas. En la antología se creó una especie de comunidad que permitió que los autores se sintieran acogidos en espacios a los que hace 10 años era imposible acceder. “Yo creo que es muy interesante esa transformación que se está dando desde lugares más institucionales como Planeta, esta es una apuesta comprometida con ampliar las voces que tradicionalmente habían sido marginadas”, puntualiza Cohen.

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