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Ciudades amigables con la nueva longevidad: un camino hacia el futuro
El envejecimiento acelerado en Colombia demanda crear ciudades accesibles y sostenibles que promuevan la inclusión y el bienestar de las personas mayores. La planificación urbana debe enfocarse en mejorar la calidad de vida, reducir los costos en salud y fomentar la cohesión social. Apostar por un envejecimiento activo es clave para ciudades más prósperas y equitativas.
El aumento de la esperanza de vida de las personas nos plantea un desafío y, al mismo tiempo, una oportunidad: crear entornos urbanos que fomenten el bienestar de todas las personas.
Las cifras ya están publicadas y corresponde a los gobiernos tomar acciones. Según la OCDE, Colombia es el 2 país que más rápido envejece, seguido de Costa Rica, México, Turquía y Chile.
En 2024, la población de personas mayores en Colombia alcanzó el 14%, el doble de lo que representaba hace tres décadas. Este aumento plantea retos significativos. El envejecimiento de la población exige que se generen políticas públicas y servicios que integren a los mayores en el desarrollo económico.
Las ciudades amigables con la nueva longevidad son aquellas que priorizan la calidad de vida, la inclusión y la sostenibilidad.
Sus características claves son:
- Accesibilidad Universal: Espacios diseñados para ser transitables para todos, independientemente de su edad o capacidad física. Esto incluye rampas, transporte público accesible y aceras amplias.
- Espacios Públicos Atractivos: Parques, plazas y áreas recreativas que inviten a la socialización y al ejercicio, fomentando una vida activa y saludable.
- Servicios de Salud Integrales: Acceso fácil a atención médica, programas de prevención y promoción de la salud, así como servicios comunitarios de apoyo.
- Programas de Inclusión Social: Iniciativas que integren a personas mayores en la comunidad, promoviendo la participación activa a través de voluntariado y actividades culturales.
- Tecnología Amigable: Soluciones digitales que faciliten la vida cotidiana, desde aplicaciones de movilidad hasta plataformas de comunicación que conecten a los ciudadanos.
¿Cuáles son los incentivos y ventajas que las ciudades miren ya la nueva longevidad?
- Economía Fuerte: Al atraer a una población activa y saludable, las ciudades pueden impulsar su economía local, aumentando el consumo y la inversión en servicios.
- Reducción de Costos en Salud: Una población activa y saludable reduce la carga en los sistemas de salud pública, lo que se traduce en ahorro de recursos.
- Cohesión Social: Ciudades inclusivas fomentan un sentido de comunidad, reduciendo el aislamiento y mejorando la calidad de vida.
¿Por qué apostar por ello?
El envejecimiento activo de la población no es solo un reto, sino una oportunidad para reinventar nuestras ciudades. Invertir en entornos amigables con la longevidad no solo beneficia a las personas que hoy cuenta con 60 y más años y están más activas y productivas que nunca, sino que enriquece a toda la comunidad. Al promover la sostenibilidad, la salud y la inclusión, creamos lugares donde todos podamos prosperar.
Al contar con grupos etarios con expectativa de vida activa que promedio los 85 y 90 años, las ciudades y las industrias deberían hoy estar revisando los cambios de hábitos de consumo así como las distintas oportunidades en materia de inversión para productos y servicios que van a necesitar, pensando vuelvo e insisto en personas con edad, pero con vitalidad y capacidad de llevar una vida productiva.
Autores como Olga Lasaga, Carmen Parra Rodríguez y Javier Barraycoa, reconocidos investigadores de la Universidad Abat Oliba de Barcelona, en su libro Hacia una tercera edad activa destacan:
- Longevidad como oportunidad: El envejecimiento ya no debe verse como una etapa pasiva, sino como una fase de vida en la que las personas mayores pueden mantenerse activas, saludables y comprometidas socialmente. La mayor expectativa de vida ofrece tiempo para desarrollar proyectos personales, laborales y de aprendizaje continuo.
- Calidad de vida integral: Se subraya la importancia de mantener una buena calidad de vida en la tercera edad. Esto implica no solo cuidar la salud física y mental, sino también fomentar el bienestar emocional, social y financiero. Hacen énfasis cómo la participación activa en la sociedad, el acceso a servicios de salud, y la planificación financiera contribuyen al envejecimiento positivo.
- Papel de la tecnología: Un aspecto central es cómo las tecnologías emergentes pueden mejorar la vida de las personas mayores. Desde dispositivos de monitoreo de salud hasta plataformas de comunicación, permiten a los mayores mantenerse conectados, seguros e independientes. La tecnología también ofrece nuevas formas de aprendizaje y entretenimiento, ayudando a combatir la soledad y el aislamiento.
- Enfoque intergeneracional: Promover el diálogo y la colaboración entre personas de diferentes edades para aprovechar al máximo la experiencia de las personas mayores, desafiando los estereotipos de la edad. Este enfoque fomenta la transferencia de conocimiento y experiencia a los más jóvenes, creando un entorno donde las distintas generaciones colaboren en lugar de competir.
¡Es momento de que nuestros urbanistas, líderes y ciudadanos se unan para hacer de las ciudades que honren la vida en todas sus etapas, de eso se trata la nueva Longevidad!
¡Vamos a vivir más, pero con calidad de vida y buena salud!
¿Qué ciudad conoces que esté trabajando en este tema?
Por: Ana Eloisa Zuñiga Bonfante, lider del Movimiento Perennial.