Romper esquemas

De estereotipos a referentes

Enfrentaron prejuicios, desafiaron sesgos y hoy lideran empresas de sectores masculinizados. Estas seis mujeres decidieron convertir los estereotipos en motivación y la desigualdad en una razón para generar transformaciones.

2 de julio de 2025, 2:58 p. m.
De izquierda a derecha:  María Lucía Mogollón, Sandra Carvajal Villamizar, Angélica de la Peña Serna y Paola Ximena Hernández Silva.
De izquierda a derecha: María Lucía Mogollón, Sandra Carvajal Villamizar, Angélica de la Peña Serna y Paola Ximena Hernández Silva. | Foto: Juan Carlos Sierra

En un país donde hay quienes creen que ciertos trabajos no son para las mujeres, estas líderes demuestran lo contrario. No solo ocupan cargos de decisión en sectores históricamente masculinizados, como seguridad, logística, transporte, tecnología o construcción, sino que los están transformando desde adentro.

En su camino, tuvieron que sortear muchos obstáculos: voces que las subestimaron, sesgos, estructuras rígidas y entornos poco abiertos al cambio. Lejos de rendirse, decidieron convertir los estereotipos en motivación y la desigualdad en una razón para sobresalir e instaurar cambios profundos en las organizaciones que lideran.

“No podemos pensar que determinadas empresas van a ser típicamente de hombres o solamente de mujeres. Las compañías tienen que ser el reflejo de la sociedad, que es diversa. Busco ser una líder que impulse esa diversidad y esa inclusión”, dice una de las líderes de este grupo.

El liderazgo de estas mujeres es transformador (y siempre empático enfatizan–). No le temen al cambio; lo impulsan. No esperan aprobación; abren puertas. No creen en los moldes ni en los absolutos. Creen en el trabajo duro. En el compromiso. Avanzan sabiendo que cada paso que dan abre caminos para muchas otras mujeres. “Puedo decir con orgullo –dice una líder de logística de carga– que tenemos un porcentaje de participación de mujeres que supera el promedio nacional en la industria”.

La presencia de estas seis mujeres no solo genera nuevas oportunidades y crecimiento para las empresas que lideran, sino que desafía mentalidades. Porque romper estereotipos no es ocupar un lugar. Es redefinirlo