Liderazgo femenino
La arquitecta del propósito femenino: diseñar vidas con disrupción y estrategia
La historia de Johana Granados Vega, quien encontró su inspiración al acompañar a profesionales que buscan elevar su potencial para convertirlo en impacto, hace parte de una serie de relatos sobre emprendedoras colombianas que narran en primera persona el propósito de sus marcas. Una alianza entre el Círculo de Mujeres y Mompreneurs.
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Desde que estudié arquitectura descubrí una verdad esencial: todo lo que se sostiene en el tiempo nace de una base clara. Lo aprendí diseñando espacios y hoy lo aplico acompañando a mujeres a descubrir, en profundidad, los caminos que les permiten crear desde lo que son, no desde lo que les dijeron que debían ser.
A lo largo de mi vida he transitado entre planos, empresas, conversaciones y escenarios. En todos esos espacios he confirmado que, cuando una mujer se reconoce como líder de su historia, lo que construye tiene raíz, sentido y expansión. Para mí, ese acto de asumirse es una disrupción. No es ‘ruido’, como muchos nos han hecho creer: es una verdad puesta en movimiento.
Soy fundadora y CEO de Grupo Disruptivus & Asociados, coach certificada en Coaching de Negocios y Alta Dirección en Entornos Desafiantes, y creadora del Método Sé Disruptivus®. Transformo frustración en crecimiento y acompaño a quienes buscan desbloquear su máximo potencial a través de una mentalidad ágil, un liderazgo disruptivo y metodologías ejecutables. Me apasiona acompañar a las personas a pasar de la incertidumbre a la acción, del estancamiento al crecimiento y del potencial al impacto.
Además, soy consultora en negocios, marca rentable y escritora. Lancé mi libro Emprende con alma en agosto pasado, del que ya se han vendido cerca de 2.000 ejemplares. Está disponible en Colombia, Ecuador, Perú y España. Por medio de esta publicación me reconozco orgullosa, agradecida y en absoluta coherencia con la mujer que un día decidió intentarlo.
Me inspiran particularmente las mujeres que emprenden con conciencia, que sostienen sus proyectos sin traicionarse y que eligen crecer dejando huella. También aquellas que lideran desde lo corporativo, muchas veces en silencio, transformando dinámicas, fortaleciendo equipos y demostrando que se puede guiar con vulnerabilidad, empatía y visión. Porque un liderazgo auténtico no impone: propone. No repite fórmulas: abre caminos.
Hoy somos testigos de un movimiento de mujeres que están construyendo negocios sostenibles, marcas con propósito y entornos laborales en los que crecer no implica agotarse, sino encontrar el equilibrio entre bienestar y rentabilidad.
Este país necesita más mujeres que piensen con estrategia y actúen con alma; que construyan con claridad y compasión, y que confíen en su voz, incluso cuando desafía lo habitual. No vinimos a encajar: vinimos a imaginar, liderar y construir nuevas formas de hacer las cosas. Y no lo hacemos solas: lo hacemos en red, en comunidad, desde la experiencia compartida. Recordamos a diario que la transformación ya es una realidad. Puede que no sea lineal ni inmediata, pero sí profunda y consistente.
Porque cuando una mujer actúa desde su propósito, deja una huella que no desaparece: se expande desde su legado.
