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La evolución del talento en la era digital
El mundo laboral atraviesa una transformación profunda impulsada por nuevas generaciones que priorizan el propósito y el bienestar. En este panorama, empresas como On Net Fibra demuestran que repensar la gestión del talento y promover culturas inclusivas y horizontales es clave para enfrentar los retos del futuro.
Los últimos años han sido testigos de una transformación radical en las dinámicas laborales, un proceso que cambia por completo el panorama de la gestión del talento humano. Las nuevas generaciones han traído consigo una revolución silenciosa: una mentalidad que prioriza el equilibrio, el propósito y el bienestar personal por encima de la tradicional escalera corporativa.
El mundo empresarial se encuentra en un punto de inflexión. El Foro Económico Mundial proyecta que para 2027, casi la mitad de las habilidades básicas de los trabajadores requerirán una transformación significativa. Para 2030, se estiman más de 92 millones de empleos digitales, lo que evidencia un cambio sísmico en el mercado laboral.
En este contexto, las empresas de tecnología enfrentan un desafío doble: no solo captar talento especializado, sino también crear ecosistemas que nutran y retengan ese capital humano. Mi experiencia con On Net Fibra ilustra una aproximación innovadora a este reto, logrando una rotación mínima del 0.1% con apenas tres años de existencia.
La clave está en desmontar los paradigmas tradicionales de gestión. Una estructura horizontal, donde la comunicación fluye sin barreras jerárquicas, se convierte en el nuevo modelo. Los espacios físicos y la cultura organizacional se rediseñan para promover la accesibilidad y la cercanía entre todos los niveles.
Tendencias
La promoción de la formación ya no es un beneficio, sino una necesidad estratégica. Con el 23% de los trabajos en transformación, la mejora continua de habilidades se vuelve crucial. En On Net Fibra, más del 90% de los colaboradores participan activamente en rutas de aprendizaje. Además, contamos con un promedio de edad de 44 años, lo que ha permitido una valiosa combinación intergeneracional de conocimientos, saberes y experiencias.
La diversidad deja de ser un concepto abstracto para convertirse en un imperativo. La paridad de género —en este caso, un equilibrio 60-40— no es una cuota, sino un compromiso con la igualdad de oportunidades. Los procesos de selección se vuelven a repensar para evaluar el potencial más allá de los sesgos tradicionales.
Pero una vez se capta el talento, también se debe privilegiar un ambiente en el que la mejora y el aprendizaje sean continuos. Uno de los mayores errores en la gestión del personal es la falta de retroalimentación oportuna y efectiva, que empodere a los colaboradores en su desarrollo profesional y personal. Las conversaciones difíciles también son importantes, en un contexto sano y respetuoso, pueden generar mayor cercanía y unión entre líderes y compañeros de trabajo.
El mayor aprendizaje es contundente: construir cultura organizacional es un ejercicio colectivo. No se trata de definir valores en una reunión de alto nivel, sino de involucrar genuinamente a los equipos en la construcción de la identidad empresarial. La gestión de recursos humanos ha mutado. Ya no es administración de personal, sino la creación de ecosistemas donde el talento no solo crece, sino que se siente valorado y comprometido con el desarrollo estratégico de la organización. En un mundo que cambia a velocidad exponencial, la verdadera ventaja competitiva reside en nuestra capacidad de evolucionar, adaptarnos y re-imaginar constantemente la relación entre personas y trabajo.
Por: Ximena Mora, presidenta país de On Net Fibra