Sororidad

Silvia Aristizábal, con el poder femenino en la sangre

Marcada por una historia familiar de mujeres valientes y emprendedoras, esta psicóloga empodera a otras para hacer lo que se propongan. La pareja es una de las claves del éxito, dice.

17 de junio de 2025, 11:31 p. m.
Las mujeres deben apoyarse sin juicios, sin comparaciones y con autenticidad, dice esta alta ejecutiva.
Las mujeres deben apoyarse sin juicios, sin comparaciones y con autenticidad, dice esta alta ejecutiva. | Foto: Archivo particular

Con un arma en una mano, un bebé en la otra y una fila de cinco niños detrás, María Luisa Fernández gritó: “¡Aquí no entra nadie!”. Los liberales habían llegado a su casa en Armenia en busca de su esposo, de filiación conservadora. Nadie entró y el abuelo salvó su vida. Esa es la imagen que a Silvia Aristizábal más le gusta de su abuela paterna.

El empoderamiento femenino y la sororidad están en la sangre de la vicepresidenta de Recursos Humanos de Koaj Permoda, una compañía del sector retail especializada en prendas de vestir y accesorios que tiene más de 9.000 empleados y hace presencia en tres países de Latinoamérica. “Las mujeres de mi casa trabajaron, estudiaron y se hicieron profesionales, y eso es parte de mi legado –subraya–. Tengo dos hijas y les digo que podemos hacer lo que nos propongamos, aunque sea un reto tener un cargo de liderazgo, ser madre y hacer otras actividades”.

Esa fuerza femenina la llevó a actuar en favor de las mujeres del área operativa en una compañía donde estuvo hace varios años. “Muchas llegaban golpeadas o caminaban por horas entre su casa y su trabajo porque el esposo se quedaba con sus ingresos”, recuerda. Buscó acompañamiento de la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá, que les dictó talleres sobre sororidad y les entregó formación y apoyo en caso de sufrir diferentes violencias.

Aristizábal nació en Bogotá, estudió psicología, es especialista en recursos humanos y suma más de 20 años de experiencia en compañías de logística, agencias de publicidad y retail, entre otras. Su rol en Koaj consiste en acompañar al equipo directivo para generar trabajo colaborativo y una cultura enfocada en las personas.

Se formó como coach para ofrecer mentorías, de manera voluntaria, en las diferentes organizaciones donde ha trabajado para impulsar el desarrollo en habilidades técnicas, así como en las llamadas power skills. Ya ha trabajado con 50 mujeres. “Cuando una mujer brilla, ilumina el camino para otras. Para que eso pase tenemos que apoyarnos sin juicios, sin comparaciones, sin renunciar a ser auténticas”.

Otra faceta de su empoderamiento es el deporte. Empezó a correr como una decisión de fuerza y disciplina. En septiembre participará en la maratón de Berlín. “No hay dos carreras iguales. La distancia es la misma, pero cada una tiene su propio clima, su terreno y su nivel de exigencia. Lo mismo pasa con el liderazgo: no basta con conocimientos ni con experiencia”.

Acaba de comenzar una iniciativa personal de liderazgo femenino, desarrollo personal y mentorías a la que bautizó ‘Proyecto Fénix’, donde compartirá sus conocimientos a partir de su recorrido vital y profesional.