Nazly Riveros, consultora estratégica en seguridad

Opinión

La polarización como arma de guerra en Colombia

El papel de los líderes independientemente del sector, orientación política, o de aquellos que comunican, es estar alerta, ayudar a que la sociedad reciba el mensaje correcto, a ser veedores y ayudar a que la polarización usada como arma de guerra en Colombia llegue a su fin.

Por: Nazly Riveros
28 de julio de 2025

Se habla mucho de la polarización, sobre todo en temas políticos. Pero, ¿nos hemos dado cuenta de cómo esta polarización en Colombia se ha vuelto un arma de guerra? Desde hace un par de años me ha interesado el estudio de los fenómenos que se producen desde el ámbito de la psiquis del ser humano frente al impacto y manipulación de sus emociones. Esto me ha llevado a encontrar cómo ya no solo se habla de guerra comunicacional, ahora estamos frente a un fenómeno mucho más impactante y destructivo: el de la guerra cognitiva.

Pero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Algunos expertos se refieren a los efectos que produce la polarización, aunada a la hiperconexión, un caldo de cultivo para generar impactos negativos y engañosos en las percepciones acerca del entorno que deriven en manipulación e instrumentalización de la población.

La polarización es tan solo uno de los muchos componentes que se usan como arma de guerra para atacar al adversario. Algunos dirán que es normal en países como el nuestro dónde existe una política tan “dinámica”. Sin embargo creo que el dinamismo no tiene nada que ver con la falta de integridad y la altura en los debates; máxime que el mensaje no llega a unos pocos. Por el contrario, se propaga tan rápido en las redes sociales que no hay tiempo para la corrección o que la población pueda digerir y analizar lo que están escuchando o viendo, antes de que le llegue otra noticia aún más confusa. En algunos casos, se usa como cortina de humo para difuminar la relevancia de otra información.

En Colombia cada segundo se propaga una noticia real o falsa con la misma velocidad de una bala, no existe regulación suficiente para poner límites y proteger a los ciudadanos. Pero esto tampoco resta la responsabilidad a los que hoy dirigen el país, y que movilizan con sus opiniones o ataques a multitudes enteras, tanto para lo bueno como lo malo.

Un país como el nuestro que lleva más de 50 años en guerra, merece que aquellos que lideran, transmiten, movilizan y dicen representar y velar por la gente, por el pueblo, por Colombia, tengan mayor responsabilidad y conciencia frente a lo que le comunican a la sociedad.

Hoy, desde un niño hasta el adulto tiene acceso a un celular. Reciben imágenes y contenidos con frases, memes y discursos alimentando el odio y acrecentando las brechas entre unos y otros, muchos de ellos con mensajes que manipulan y engañan a la población. Las famosas bodegas y bots, están a la orden del día, se perdió el norte en la discusión, porque es más fácil acusar y dilapidar la imagen de alguien y enviar una fake news,(noticia falsa) que agregar valor con ideas y planteamientos que sumen.

Esto por supuesto se convierte en un arma de guerra para los que tienen el poder, un arma que doblega y manipula a la sociedad. Por eso, el papel de los líderes independientemente del sector, orientación política, o de aquellos que comunican, es estar alerta, ayudar a que la sociedad reciba el mensaje correcto, a ser veedores y ayudar a que la polarización usada como arma de guerra en Colombia, llegue a su fin.

Desde hace unos meses el país entró en ambiente preelectoral. Las redes sociales se han saturado más que nunca de publicidad, noticas falsas, discursos amarillistas, ataques entre unos partidos políticos y otros, dejando en el medio a la sociedad colombiana que se encuentra saturada de información; personas que pueden ser fácilmente maleables, e inducida a creer en falsos mesías.

El compromiso es de todos, y más aún si queremos y soñamos con un país donde la política sea para servir y no para polarizar.

Nazly Riveros Rodríguez, consultora estratégica en seguridad