
Opinión
Prevenir desde el inicio: cuidar hoy para proteger el mañana
De cara a la Semana Mundial de la Lactancia Materna propongo esta reflexión sobre cómo cuidar la salud desde los primeros días de vida. La prevención es una herramienta poderosa para impulsar el bienestar y la equidad desde la infancia.
Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una oportunidad para recordar el valor profundo de proteger la salud desde los primeros días de vida. La lactancia es mucho más que alimento: es una primera forma de cuidado, de vínculo, de prevención.
Y ese principio —el de cuidar antes que curar— es también la base de otro pilar silencioso pero vital de la salud pública: la inmunización.
La prevención no siempre es visible. No genera titulares. No se percibe con la inmediatez de una terapia intensiva. Pero ahí está, día tras día, evitando que una fiebre se convierta en emergencia, que un contagio leve escale a una hospitalización, que una enfermedad prevenible marque una vida para siempre.
Como madre y Head de Vacunas, sé que las decisiones que tomamos por la salud de nuestros hijos tienen un impacto que trasciende el presente. Prevenir a través de la inmunización —especialmente en los primeros años— es una forma concreta y efectiva de proteger su futuro. No se trata solo de evitar enfermedades: se trata de asegurarles un desarrollo pleno, libre de riesgos evitables, con más oportunidades de crecer, aprender y disfrutar su infancia.
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Cuando una niña o un niño tiene completo su esquema de vacunación, tiene menos posibilidades de enfermar gravemente. Pero el efecto va más allá de lo individual. Significa menos presión sobre los sistemas de salud, menos ausentismo escolar, menos impacto económico en los hogares. La prevención, en ese sentido, es profundamente equitativa: protege a todos, sin importar el contexto.
Y aunque muchas veces se asocia la inmunización con la primera infancia, la verdad es que el cuidado preventivo es una tarea constante. Necesitamos hablar más de este tema en voz alta, sin miedo, con información clara. Reconocer que prevenir no es exagerar, sino anticiparse. Que completar los esquemas de vacunación es parte de un compromiso mayor: el de cuidar la vida, en todas sus etapas.
También es importante reconocer el rol de quienes impulsan estos esfuerzos: familias, cuidadores, profesionales de la salud, instituciones. Las redes que se tejen en torno a la prevención son redes de confianza, de responsabilidad compartida. Y en ellas, cada conversación cuenta. Cada recordatorio importa.
Como sociedad, tenemos el reto —y la oportunidad— de poner a la prevención en el centro de nuestras prioridades. De pasar del enfoque reactivo al enfoque proactivo. Porque cuando actuamos a tiempo, evitamos consecuencias mayores. Y cuando cuidamos desde el comienzo, construimos un futuro más justo, más sano y más resiliente.
En esta Semana de la Lactancia Materna, celebremos todas las formas de protección temprana. Recordemos que el cuidado empieza antes de que algo duela, antes de que algo falte. Que prevenir es un acto de amor. Y que cada acción que tomamos por la salud de nuestras niñas y niños es una inversión silenciosa, pero poderosa, en el bienestar colectivo.
Porque prevenir no solo salva vidas. También las fortalece. Las empodera. Las prepara para vivir con más libertad y menos miedo.
Maguie Cangueiro, Head of Vaccines en Sanofi COPAC