MUNDO
Usaid: sin sus recursos, África queda en jaque en la lucha contra el Sida. “135.987 bebés se infectarán de VIH... Mucha gente morirá”
Organizaciones humanitarias en este continente narran lo que significa la suspensión de la ayuda, especialmente en la lucha contra graves enfermedades. . “Tendremos más gente sucumbiendo a enfermedades como la tuberculosis, el cólera”.
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La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de congelar la ayuda exterior generó pánico entre el personal humanitario en África que, por ejemplo, teme la paralización de los programas de tratamientos experimentales a personas con VIH. El mandatario republicano ordenó la semana pasada suspender la ayuda exterior. Su controvertido asesor Elon Musk, al frente del departamento de eficiencia gubernamental, se jactó de que iban a pasar la enorme agencia humanitaria estadounidense Usaid, “por la trituradora”.
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Esto implica la suspensión de 90 días del trabajo del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (PEPFAR), que atiende a más de 20 millones de pacientes y cuenta con 270.000 trabajadores sanitarios, según un análisis de la Fundación Americana para la Investigación del Sida (amfAR). Entre otras funciones, el PEPFAR actualmente suministraba tratamiento antirretroviral a casi 680.000 embarazadas con VIH para cuidar su salud y evitar la transmisión del virus a sus hijos, afirma esta fundación.
“Con un paro de 90 días, estimamos que esto significará que 135.987 bebés se infecten de VIH”, advierte. El secretario de Estado, Marco Rubio, nombrado director interino de la USAID, ha precisado que “los tratamientos que salven vidas” quedarán exentos de la suspensión.
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Pero los trabajadores en el terreno en África denuncian que las instalaciones ya han cerrado. Aghan Daniel, responsable de un equipo de periodistas científicos de Kenia financiado por la USAID, denuncia que los proyectos se frenaron abruptamente, incluso para los pacientes en medio de tratamientos experimentales.
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Pone el ejemplo del proyecto MOSAIC financiado por el PEPFAR, que prueba nuevos medicamentos y vacunas para prevenir el VIH. “La gente que era candidata en el estudio tendrá efectos adversos para su salud porque el estudio se detuvo de repente”, dice Daniel a AFP. Su propio equipo de seis periodistas científicos que recogen información sobre cuestiones sanitarias también ha perdido el empleo.
“Mucha gente morirá por la falta de conocimiento”, denuncia. “Una de las estrategias claves para reducir las cifras de VIH en África es aportar información. Esto incluye concienciar sobre las relaciones sexuales, así como de tratamientos como el lenacapavir (un antirretroviral), la profilaxis pre y posexposición y otros medicamentos”, argumenta.
“Vida o muerte”
Fundada en 1961, la USAID dispone de un presupuesto anual de más de 40.000 millones de dólares usados para fomentar programas de desarrollo, sanitarios y humanitarios en todo el mundo, especialmente en países pobres. Pero los programas del VIH no son los únicos impactados.
![La bandera de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ondea frente al edificio de la sede de la agencia](https://www.semana.com/resizer/v2/LBYY3LAS5FE2FB5B3WTCNP6WNQ.jpg?auth=add717dcfcda5c03293183d38d4f3da9224184e5c84bf4ae78195036f7f8aaf8&smart=true&quality=75&width=1280&fitfill=false)
Un empleado de un programa financiado por la USAID en Kenia afirma que la decisión de Trump cayó como “una bomba” y llevó a la gente al “pánico”. “Tendremos más gente sucumbiendo a enfermedades como la tuberculosis, el cólera”, dice esta fuente. Su organización no puede pagar ahora el alquiler o los salarios, con lo que sus empleados fueron colocados en baja no remunerada obligatoria.
En una oficina de la USAID en Adís Abeba, en Etiopía, AFP constató el miércoles que el personal estaba vaciando sus escritorios. A pesar de la exención introducida por Rubio, “persiste mucha incertidumbre”, dijo un trabajador de una oenegé que se dedica a la seguridad alimentaria en zonas de conflicto.
“¿Qué constituye un trabajo que salva vidas? ¿Las vacunas salvan vidas, o los programas de nutrición para los severamente desnutridos?”, se pregunta este cooperante que pide permanecer en el anonimato. “Detener algunos de estos programas, incluso por unos días, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para alguna gente a la que servimos”, asegura. Como muchos otros, el periodista keniano Daniel considera que el impacto de la decisión podría haberse mitigado con un aviso anticipado.
“Tenemos demasiadas emergencias en el mundo. No hacía falta añadir una más”.
*Con información de AFP.