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A Donald Trump le saldría cara su guerra arancelaria: esta es la billonada que le costaría una represalía global, en seis golpes

El presidente advirtió que este martes en la noche o el miércoles en la mañana anunciará estas tarifas para todo el mundo. Estos son los escenarios que podrían desatarse.

1 de abril de 2025, 2:01 p. m.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que los productos provenientes de la Unión Europea (UE) serán objeto de aranceles "muy pronto".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría desatar una guerra comercial global con su política arancelaria. | Foto: Getty Images

Donald Trump llegó al poder con una promesa: hacer a los Estados Unidos y especialmente a sus ciudadanos aún más ricos. Sin embargo, la guerra de aranceles que ha advertido al mundo, podría no ser el camino para lograr ese propósito.

El mundo está a la expectativa de lo que el mandatario republicano presentará el miércoles o incluso en la noche del martes los llamados “aranceles recíprocos” con los que quiere corregir unos desequilibrios comerciales que considera injustos. Otros países “se han aprovechado de nosotros, y vamos a ser muy amables con ellos, en comparación con lo que ellos nos han hecho”, dijo el lunes, sin dar demasiados detalles sobre el alcance de estas nuevas tarifas. Serán “más bajos”, y en algunos casos “significativamente más bajos” que los impuestos por otros países, se limitó a comentar.

Un estudio, revelado por el diario The Guardian, asegura que esto podría pasarle una factura enorme a los Estados Unidos. Lo hicieron los economistas de la Aston Business School que modelaron diversos escenarios potenciales, “incluyendo la posibilidad de que Estados Unidos sufra una represalia global tras anunciar nuevos aranceles contra otros países. Aston ha calculado que ese conflicto comercial a gran escala podría resultar en una pérdida de bienestar global de 1,4 billones de dólares. El informe explica que la escalada arancelaria conlleva precios más altos, menor competitividad y cadenas de suministro fragmentadas, como se observó en 2018 en la guerra comercial entre EE. UU. y China”, recoge el diario británico.

Según narra The Guardian, los escenarios serían seis:

  1. Aranceles iniciales de EE. UU.: Los precios en EE. UU. suben un 2,7 % y el PIB real per cápita disminuye un 0,9 %. El bienestar social disminuye un 3,2 % en Canadá y un 5 % en México.
  2. Represalias de Canadá, México y China: Las pérdidas de EE. UU. se profundizan hasta el 1,1 %, el bienestar social disminuye un 5,1 % en Canadá y un 7,1 % en México.
  3. EE. UU. impone aranceles del 25 % a los productos de la UE: Fuerte contracción del comercio transatlántico, interrupciones en la producción de la UE, y el bienestar social de EE. UU. disminuye un 1,5 %.
  4. La UE toma represalias con un arancel del 25 % a los productos estadounidenses: Los precios suben en EE. UU. y la UE, lo que genera pérdidas mutuas de bienestar y agrava las consecuencias negativas para EE. UU. El Reino Unido experimenta modestos beneficios por desviación comercial.
  5. Arancel global de EE. UU.: La grave contracción del comercio mundial y los importantes aumentos de precios afectan considerablemente el bienestar social en América del Norte y el volumen comercial del Reino Unido.
  6. Represalia global total con aranceles recíprocos: amplia perturbación global y reducción de los flujos comerciales, graves pérdidas de bienestar para Estados Unidos y una pérdida de bienestar global proyectada de 1,4 billones de dólares”.

Los críticos también alertan que estos nuevos aranceles, que se suman a los impuestos al acero y el aluminio o a los anunciados hacia las importaciones de vehículos, amenazan con desencadenar una guerra comercial global. “Estamos al borde de ella. A nivel global, las medidas proteccionistas se vienen incrementando en los últimos años, con el despertar de los sentimientos nacionalistas generado por el resurgimiento de movimientos populistas. Desafortunadamente, la probabilidad de una guerra abierta se incrementó con las decisiones del presidente Trump. Por ahora, Trump ha mostrado los dientes y está usando los aranceles como amenaza para forzar a los socios a la contención de la migración ilegal y a frenar el comercio ilegal de drogas”, le explicó a SEMANA el exministro de Comercio, Luis Guillermo Plata.

DONALD TRUMPPresidente de Estados Unidos
Otros países “se han aprovechado de nosotros, y vamos a ser muy amables con ellos, en comparación con lo que ellos nos han hecho”, dijo el lunes Donald Trump, sin dar demasiados detalles sobre el alcance de estas nuevas tarifas. | Foto: AP

China ya ha impuesto gravámenes adicionales a productos estadounidenses y la Unión Europea aseguró este martes que tienen un plan “sólido” para adoptar represalias a los aranceles anunciados desde Washington. También, durante el fin de semana, China, Corea del Sur y Japón acordaron reforzar el libre comercio entre ellos. Sin embargo, Trump no se mostró preocupado que sus medidas empujen a sus aliados hacia Pekín, su principal rival económico.

Hasta ahora, Trump prometió tarifas aduaneras “recíprocas” en el sentido de que cada país pague por sus bienes exportados a Estados Unidos la cantidad que cobra por los estadounidenses. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que anunciarán “aranceles con base en cada país”, aunque eso puede ir en paralelo a tarifas específicas por sector.

“Cualquier país que se haya comportado de forma injusta con los estadounidenses debe esperarse a recibir un arancel a cambio el miércoles”, añadió. El diario económico The Wall Street Journal reportó que los asesores del presidente abogan por unos aranceles generales del 20 % para casi todos los socios comerciales de Estados Unidos.

La incertidumbre se apoderó de los mercados, con pronunciadas caídas bursátiles. Sin embargo, después de las promesas de amabilidad de Trump, las bolsas asiáticas repuntaron ligeramente el martes. La insistencia de Trump en imponer aranceles provoca temores de recesión en Estados Unidos. Los analistas de Goldman Sachs incrementaron del 20 al 35 % la posibilidad de una contracción económica en los próximos doce meses.

Sin embargo, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, no prevé “consecuencias drásticas” en la economía mundial, “más bien una pequeña corrección a la baja”.

Kristalina Georgieva, nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, FMI. | Foto: Agencia EFE

China y Canadá, los primeros objetivos de los aranceles de Trump junto a México, ya respondieron con tarifas a ciertas importaciones estadounidenses. La UE presentó medidas similares que se implementarán a mediados de abril. Este martes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que el bloque todavía confía en “una solución negociada”. “Pero tenemos un plan sólido para tomar represalias, si es necesario”, advirtió.

Trump ha presentado estos anuncios previstos el miércoles como el “Día de la Liberación”. Además de los aranceles recíprocos, no se descartan tarifas a sectores específicos como el farmacéutico o los semiconductores. A partir del 3 de abril, Estados Unidos prevé además imponer 25 % de gravámenes a los vehículos y componentes fabricados fuera del país.

  Donald Trump
A Trump le obsesiona que Estados Unidos importe más de lo que exporta. Lo considera la prueba de que los otros países abusan del acceso al mercado estadounidense. | Foto: Getty Images

La decisión afecta en particular a Canadá y México, sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), y donde los fabricantes estadounidenses tienen plantas. El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, planteó este lunes a su par estadounidense, Marco Rubio, mantener vigente ese pacto que puede quedar muy diezmado por los gravámenes de Trump.

“Debería de mantenerse vigente e iniciar en breve su revisión”, precisó su despacho en un comunicado. Algunos de los países con mayor superávit comercial respecto a Estados Unidos ya están tomando medidas para contener el golpe. Japón señaló el martes que pondrá en marcha mil “centros de consultas” para las empresas afectadas. Vietnam, con el tercer mayor superávit comercial con Estados Unidos, anunció la reducción de aranceles de importación de numerosos productos como los vehículos o el etanol.

A Trump le obsesiona que Estados Unidos importe más de lo que exporta. Lo considera la prueba de que los otros países abusan del acceso al mercado estadounidense. Además de las tasas aduaneras, le preocupan las barreras reglamentarias, en particular el impuesto al valor añadido que los Estados europeos aplican a muchos productos.

Para Trump se trata de financiar al menos en parte los recortes de impuestos que quiere aplicar a los estadounidenses. A su entender, el aumento de los precios provocado por las tarifas aduaneras se compensará con un mayor poder adquisitivo, gracias a una menor presión fiscal y a la caída de algunos precios mediante una política favorable a las energías fósiles.

*Con información de AFP.

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