Entrevista
Analista de Americas Market Intelligence hace dura advertencia: “Los mercados perdieron la fe en Colombia”
Jhon Price, habló con SEMANA sobre las medidas arancelarias de Donald Trump y de la presión de Estados Unidos contra el régimen de Maduro

El director ejecutivo de la empresa líder en investigación de mercado, Jhon Price, se refirió en las últimas horas a la decisión de la calificadora de riesgo, Fitch, de bajar la perspectiva de Colombia a negativa, aunque asegura que mantiene su calificación BB+.
Si bien se espera que el crecimiento económico en Colombia se acelere en 2025, llegando a 2.7%, desde 1.7% observado en 2024, el analista no dio buenas referencias frente al comportamiento económico de Colombia en los últimos meses bajo el gobierno de Gustavo Petro.
Por otro lado, el director ejecutivo de Americas Market Intelligence, hace un análisis sobre las medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos y cómo podrían afectar a países como Colombia o México en un futuro cercano.

El analista también habló de las medidas de Trump para presionar a Maduro y la implementación de aranceles secundarios a países que apoyen el comercio de petroleo venezolano.
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Price estará presente en uno de los eventos más importantes de Marketing a nivel mundial en el mes de mayo, se trata del Latin Consumer Summit, un evento organizado por el Grupo Ohla que tendrá lugar en la ciudad de Miami.
SEMANA: ¿Qué opinión le merece que Fitch bajara la perspectiva de Colombia a negativa, aunque mantiene su calificación BB+?
John Price: Los mercados perdieron la fe en Colombia poco después de que Petro fuera elegido y miles de millones de dólares de los ahorros colombianos salieron del país. Con el tiempo, los mercados han llegado a apreciar la fortaleza de las instituciones colombianas y a aceptar que la administración de Petro representa cuatro años perdidos para muchos inversores.
Esto da lugar a un incómodo statu quo en cuanto al riesgo colombiano. Colombia sigue siendo un gran mercado de consumo, pero un lugar difícil para justificar grandes inversiones de capital.

SEMANA: ¿Como ha visto el comportamiento económico de Colombia en los últimos meses bajo el gobierno de Gustavo Petro y que le espera al país en los próximos meses antes de las próximas elecciones?
J.P.: El consumo colombiano sigue siendo bastante resistente. Sin embargo, los niveles de inversión, tanto de inversores extranjeros como de colombianos, han sido de los más bajos (en porcentaje del PIB) de América Latina desde que Petro fue elegido, incluso en el último año. Eso no tiene un impacto negativo inmediato, pero sí lo tiene con el tiempo.
SEMANA: ¿Cómo ha observado el comportamiento de Petro frente a la llegada de Trump al poder y cómo puede afectar a futuro al país?
J.P.: A todos les sorprendió la ferocidad con la que se intensificó el discurso negativo entre Petro y Trump poco después de que este último fuera elegido, y en concreto cuando Trump insistió en enviar deportados a Colombia, una medida rechazada en un principio por Petro.
A pesar de los métodos de mano dura empleados por Trump, muchos colombianos culpan a Petro de permitir que las relaciones bilaterales se deterioren tan drásticamente. Por el contrario, los partidarios más fervientes de Petro se volvieron más leales a él y adoptaron una fuerte retórica antiestadounidense.
Así, Trump ha desempeñado el papel de cuña dentro de la sociedad colombiana, en marcado contraste con su efecto unificador en Canadá, México y Europa.

SEMANA: ¿Cómo ve las sanciones de Estados Unidos frente a Venezuela en materia petrolera, lo que pasó con Chevron y su terminación de operaciones en ese país?.
J.P.: Hay dos grupos rivales de asesores y políticos con influencia política que buscan dar forma a la política entre Estados Unidos y Venezuela.
Un grupo quiere que Venezuela acoja a cientos de miles de venezolanos que emigraron a Estados Unidos y está dispuesto a mantener al régimen de Maduro en buena situación económica ofreciendo menos sanciones a cambio de más deportaciones. Este grupo fue ascendente durante las primeras semanas de la administración Trump.
El segundo grupo está liderado por políticos republicanos del sur de Florida, muchos de los cuales son de origen cubano. Su razón de ser política es llevar la democracia y la reforma a las administraciones autocráticas e izquierdistas cuyos fracasos económicos han llevado a la emigración de millones de sus ciudadanos.
En lo más alto de esa lista está Venezuela. Estos políticos no podían aceptar que EE. UU. llegara a un acuerdo con Maduro que ayudara económicamente a su régimen.

Se unieron y amenazaron con bloquear la votación del presupuesto de Trump y convencieron a Trump de que cambiara su política hacia Venezuela y persiguiera a Maduro de forma más agresiva, lo que dio lugar a una nueva orden ejecutiva diseñada para amenazar a cualquier país cliente de productos energéticos venezolanos con aranceles del 25 % sobre las exportaciones de estos países clientes a EE. UU.
SEMANA: ¿Cómo se ha visto afectada la economía en la región (Latinoamérica) tras la llegada de Donald Trump al poder?
J.P.: La incertidumbre provocada por el nuevo y disruptivo enfoque de Donald Trump hacia la política comercial ha asustado a los inversores de todo el mundo, lo que ha provocado que el dinero se dirija a activos de bajo riesgo.
Este movimiento de dinero incluye el dinero de los mercados emergentes que se destina a los bonos del Tesoro de EE. UU. Esto afecta especialmente al peso mexicano, pero también a otros países latinoamericanos con mercados de capital fuertes y abiertos: Chile, Colombia, Perú y Brasil.
Sus monedas perderán entre un 3 y un 15 % de valor durante el próximo año, lo que perjudicará el poder adquisitivo de los consumidores en esos mercados, especialmente en el caso de los bienes importados de mayor precio.
Más allá del impacto inicial de las políticas de Trump en los movimientos de divisas, el objetivo de la administración Trump es convencer a los países latinoamericanos de que reduzcan la influencia de China en la región, en sectores estratégicos en los que las empresas chinas han invertido (puertos, logística, comercio electrónico, alta tecnología).

Trump quiere renegociar el TLCAN con umbrales de contenido local más altos y umbrales mínimos para Estados Unidos que refuercen el contenido estadounidense y minimicen el contenido de países no pertenecientes al TLCAN en los productos que circulan libres de impuestos.
En cuanto a los mercados de México, Centroamérica y el Caribe, es probable que estos países cooperen con Estados Unidos. Sin embargo, los países sudamericanos dependen mucho más de China como socio comercial y como inversor estratégico, y es más probable que se resistan a los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para distanciar a estos países de China.
Queda por ver cuánto podrán presionar los Estados Unidos a los países sudamericanos en este sentido.