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Aranceles de Trump: China ha ampliado sus fábricas y amenaza con aplastar la industria de EE. UU. con una gran ola de productos baratos
Las dos potencias mundiales están atravesando una grave tensión económica, Trump pretende disminuir el poder comercial de China, pero este parece ser más fuerte de lo que el presidente de EE.UU. cree.

Luego del bombardeo de aranceles recíprocos del presidente Donald Trump sobre todas las importaciones mundiales que ingresen a su país, las tensiones globales se han aumentado, especialmente con China -su principal rival económico- que hasta el momento ha recibido una fuerte tarifa arancelaria que llega hasta el 145 %, mientras que el gigante asiático subió los suyos este viernes hasta el 125 %.
Sin embargo, el país asiático parece preparado, ya que ha invertido 1,9 billones de dólares con la finalidad de ampliar sus fábricas en un plazo de cuatro años. Esto representa un esfuerzo de China por opacar a los fabricantes de todo el mundo mediante la afluencia de productos baratos. Precisamente, ese parece ser el conflicto de Trump, quien tomó sus decisiones económicas con la intención de promover la producción nacional.

Por lo tanto, el último aumento que le hizo Trump a los aranceles chinos corresponde a la más reciente medida de protección contra China, además de seguir ejerciendo presión sobre su adversario. Mientras tanto, el republicano rebajó las tarifas hasta el 10 % para todas las importaciones de los demás países afectados, y abrió un plazo de 90 días para que entraran en vigor.
Ante la masiva presencia china en el mercado global, la Unión Europea, Brasil, México y Tailandia también han impuesto sus aranceles propios en los últimos meses con el objetivo de proteger sus propias industrias de las importaciones de China.
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Ante la situación, “el tsunami viene para todos”, declaró Katherine Tai, la representante comercial del ex presidente Joe Biden al New York Times. En ese mismo reportaje, el Times obtuvo nuevos datos sobre el banco central chino, en los que se demuestra que el país comunista ha desviado fondos de la construcción de viviendas para invertirlos en construcciones de fábricas. Además, los bancos estatales han brindado a prestatarios industriales cerca de 2 billones de dólares en financiación adicional.

De esta manera, China se ha fortalecido en la construcción de nuevas fábricas, y ahora es experto en equipar las antiguas con nuevas tecnologías más desarrolladas en las que se producen artículos como carros, teléfonos o fertilizantes, entre decenas de más. Todo a un ritmo sin precedentes y con la mira en la exportación hacia el extranjero.
El medio estadounidense también aclaró que actualmente China está trabajando para superar a Alemania con la fábrica de carro más grande del mundo. El fabricante chino BYD está construyendo dos plantas mucho más grandes que la que tiene el récord mundial en Wolfsburgo, Alemania.
Viendo hacia atrás, las exportaciones de China aumentaron hasta 13 % en el 2023 y se dispararon hasta 17 % el año pasado. Así las cosas, la exportación de los productos representa el 20 % del PIB del país.

En contraste, las exportaciones de Estados Unidos —que hace un tiempo eran las más fuertes a nivel mundial— se han desplomado en los último años. A hoy, representan tan solo el 11 % del PIB nacional. Particularmente, las exportaciones a China cayeron un 3 %, es decir, 144.000 millones de dólares, de acuerdo con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
De esta manera, Trump puede estar usando como escudo sus agresivos aranceles, y así evitar una ola de producto mucho más baratos de China. Hasta ahora, en un aspecto parece que le ha funcionado al republicano, debido a que los aranceles a todas las importaciones de vehículos provocaron que los baratos carros eléctricos de china pierdan su dominio en la industria estadounidense.