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Aumentan los ataques a concesionarios Tesla ante la participación de Musk en el gobierno de Trump
El multimillonario ha sufrido una serie de afectaciones a sus tiendas de Tesla, debido a su influencia en el actual Gobierno de Estados Unidos.

Durante las últimas semanas se han perpetrado una serie de ataques a concesionarios Tesla, a cybertrucks y estaciones de carga que han aumentado a medida que Elon Musk —director general de la marca de carros eléctricos— ocupa más espacio en el Gobierno de Estados Unidos, convirtiéndose en el asesor más cercano del presidente Donald Trump.
Para manifestar su desacuerdo con la amplia participación del multimillonario en el gobierno federal, los ciudadanos han decidido arremeter en contra de su famosa empresa, y no únicamente en Estados Unidos. Alrededor del mundo han quemado carros y estaciones de carga.
En Canadá, Tesla fue excluida de una feria internacional automotriz, por preocupaciones de seguridad. Además, algunos dueños de los carros han optado por pegar calcomanías en las que se lee: “lo compré antes de que Elon se volviera loco”, para evitar ataques a su propiedad privada.

El magnate tecnológico ocupa hoy un puesto importante: Donald Trump lo puso a cargo del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), que tiene el propósito de recortar los gastos federales del país. Para lograrlo, la institución ha decidido desmantelar una serie de organismos —como Usaid— y ha despedido a cientos de empleados públicos sin una justificación sólida.
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Los críticos de Trump han organizado manifestaciones pacíficas frente a diferentes concesionarios de Tesla en el país norteamericano y en Europa. Algunos propietarios de carros de esta marca, incluido un senador estadounidense que tuvo una disputa con Musk, han manifestado que venderán sus vehículos.
El mes pasado, las autoridades de Colorado acusaron a una mujer de lanzar bombas molotov —dispositivos rudimentarios que contienen gasolina u otro líquido inflamable— a un concesionario Tesla y de pintar en los carros “autos nazi”, refiriéndose al aparente saludo nazi que Musk realizó en una aparición pública luego de la investidura de Trump.

También, la semana pasada, agentes federales de Carolina del Sur arrestaron a un hombre que presuntamente quemó estaciones de carga cerca de Charleston. Un agente de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos emitió una declaración jurada en la que anunció que las autoridades encontraron textos críticos contra Doge y el Gobierno en una inspección a su casa.
En Oregón, un hombre fue detenido luego de, al parecer, atacar con varias bombas molotov una tienda de estos carros en Salem y, otro día, disparar a las ventanas de la misma instalación. En Tigard, Portland, la semana pasada un grupo de personas disparó más de una docena de balas a un concesionario que ya había sido blanco de ataques en oportunidades anteriores.
A principios de este mes, cuatro cybertrucks —uno de los carros más famosos de Tesla— fueron incendiados en Seattle; el pasado viernes, un testigo de los hechos informó que observó cómo un hombre vertió gasolina sobre un carro vacío y le prendió fuego.

Los incidentes más constantes ocurren en ciudades con unas tendencias de izquierda, como Portland, Oregón y Seattle, donde el sentimiento de oposición a Trump y Musk es bastante alto.
En la madrugada del pasado martes, varios carros fueron incendiados frente a una tienda Tesla en Las Vegas; además, los culpables pintaron “resistan” en las puertas del edificio. Según las autoridades, aparentemente una persona lanzó bombas molotov y disparó varias veces a los vehículos.
Las manifestaciones contra el multimillonario continúan intensificándose, afectando de manera drástica las ventas de los autos. Como muestra de su apoyo, el presidente Trump exhibió los autos frente a la Casa Blanca y anunció que compraría un carro de 80.000 dólares, luego de que en el pasado había sido un crítico de la gran empresa que dirige su más cercano consejero.