Los australianos guardaron un minuto de silencio y encendieron velas este domingo para honrar a las 15 víctimas del atentado en Bondi Beach, una semana después de que dos hombres dispararan contra una multitud durante la festividad judía de Janucá en Sídney.
Un padre y su hijo, Sajid y Naveed Akram, están acusados de abrir fuego el pasado domingo en Bondi Beach, un lugar turístico emblemático del estilo de vida australiano, repleto de familias en un día soleado.

Sajid Akram, de 50 años, fue abatido por la policía durante el ataque del 14 de diciembre. Naveed, de 24 años, quien sobrevivió y permanece en el hospital bajo custodia policial, se enfrenta a cargos que incluyen terrorismo y 15 asesinatos.
Las autoridades afirmaron que los autores probablemente actuaron “motivados por la ideología” del grupo yihadista Estado Islámico.
Este ataque, uno de los más mortíferos en casi tres décadas en Australia, conmocionó al país y entre las víctimas mortales hay una niña de 10 años y Alex Kleytman, un superviviente del Holocausto de 87 años, que murió protegiendo a su mujer de las balas.

Una semana después de los primeros reportes de disparos, los australianos guardaron un minuto de silencio, desde pequeñas localidades rurales a bulliciosos bares de las ciudades.
Este día nacional de reflexión tomó el mensaje de Janucá “la luz sobre la oscuridad” como inspiración.
Las banderas ondearon a media asta y las autoridades pidieron a la población encender una vela en sus ventanas para honrar a las víctimas y apoyar a la comunidad judía.
“Estamos aquí juntos”, dijo Roslyn Fishall, miembro de la comunidad judía de Sídney. “Acérquense a los desconocidos y abrácenlos. Hagamos la paz juntos”, declaró a la AFP desde un memorial improvisado en la playa de Bondi.

Abuchean al primer ministro
El primer ministro, Anthony Albanese, con una kipá tradicional judía, asistió a una vigilia en la playa de Bondi. Algunos de los asistentes lo abuchearon y Albanese no habló durante la ceremonia.
El ataque atizó las acusaciones de que Australia actúa con poca diligencia en la lucha contra el antisemitismo.
“La semana pasada nos quitó nuestra inocencia y, al igual que la hierba aquí en Bondi se manchó de sangre, también se ha manchado nuestra nación”, declaró David Ossip, presidente del consejo judío local.
“¿Qué puede ser más trágico que se perdieran vidas a pesar de que todas las señales de advertencia estaban ahí?”.
Cientos de nadadores y surfistas en Bondi Beach, Sídney, rindieron homenaje a las víctimas del ataque terrorista antisemita durante la celebración de jánuca. pic.twitter.com/SyPMsstkRk
— Dani Lerer (@danilerer) December 19, 2025
Los organizadores del evento estimaron que unas 20.000 personas se congregaron este domingo en la playa de Bondi.
Control sobre la tenencia de armas
El ataque suscitó una reflexión nacional sobre el antisemitismo, indignación por la incapacidad de proteger a los judíos australianos y promesas de endurecer las leyes y las sanciones contra el odio, los extremistas y la posesión de armas.
Albanese ordenó el domingo una revisión de los servicios de policía e inteligencia, para determinar si tienen las condiciones adecuadas “para mantener seguros a los australianos” tras el ataque de Bondi Beach.
Junto con la matanza, surgieron historias de valentía y altruismo: bañistas desarmados que se enfrentaron a los agresores fuertemente armados, protegiendo a familiares, amigos y desconocidos, o desafiando las balas para atender a los heridos.
El comerciante Ahmed al Ahmed, padre de dos hijos que se mudó a Australia desde Siria hace casi una década, fue elogiado después de que un video compartido en línea lo mostrara agachándose entre los autos antes de arrebatarle el arma a uno de los atacantes.

Recibió varios disparos en el hombro.
El gobierno australiano anunció una serie de medidas más duras para regular la tenencia de armas y los discursos de odio, prometiendo leyes federales más estrictas y sanciones más severas.
Con las ventas online de armas y el alza de la tenencia privada, muchos australianos se cuestionan la efectividad de estas legislaciones.
“Esta horrenda situación me hace pensar que hay que ser más estrictos”, afirmó a la AFP David Sovyer, de 43 años, en Bondi Beach. Allan McRae, jubilado de 75 años, pidió que se endurezcan las leyes sobre armas.
“Si más personas tuvieran menos acceso a las armas, se hubiese reducido la posibilidad de que esto ocurriera”, declaró a la AFP.
*Con información de AFP










