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Boris Johnson, el aliado de los conservadores británicos que vuelve ad portas de una elección casi perdida
El líder del Reino Unido fue primer ministro hasta 2022, cuando salió en medio de escándalos. Sin embargo, sigue siendo extremadamente popular dentro del partido.
Los conservadores, en un intento desesperado de sumar votos en las elecciones británicas del jueves ante los laboristas, a los que los sondeos predicen una clara victoria, recibieron el martes el apoyo del ex jefe de gobierno Boris Johnson, en su primera aparición en la campaña.
Los conservadores y su actual primer ministro, Rishi Sunak, que presenta su candidatura para seguir en el cargo, parece haber asumido y admitido la derrota, prodigando en los últimos días declaraciones en las que hablan de evitar la mayoría absoluta de los laboristas de Keir Starmer.
“Si realmente quieren impuestos más altos, (...) si quieren una inmigración descontrolada y si quieren doblegarse innecesariamente ante Bruselas (Unión Europea), voten al Partido Laborista el jueves”, dijo Johnson, en un acto electoral de Sunak, en el final de campaña, el martes por la noche en Londres.
El ex primer ministro, que nunca tuvo una gran relación con Sunak, según la prensa británica, pidió el voto para su compañero de partido, tratando de evitar la debacle conservadora. “Si quieren proteger nuestra democracia y nuestra economía y mantener fuerte a este país en el exterior (...) entonces saben qué hacer, voten al Partido Conservador el jueves”, añadió el ex primer ministro.
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“Familia conservadora unida”
Johnson, uno de los cinco primeros ministros de los conservadores en los catorce años que llevan en el poder, es un personaje con gancho entre los votantes de los tories, muchos de los cuales podrían decantarse por un Partido Laborista que ha virado hacia el centro con Starmer o por la formación de extrema derecha Reform UK, de Nigel Farage.
Jefe del ejecutivo conservador desde 2019, Johnson tuvo que dimitir en 2022 al verse envuelto en algunos escándalos, como fiestas en la residencia oficial del primer ministro en plena pandemia del covid. “¿No es fantástico que nuestra familia conservadora esté unida?”, dijo en el acto Rishi Sunak, tercer primer ministro en apenas dos años.
El Partido Conservador, con luchas intestinas y sumido en una profunda crisis, trata en los últimos días de arañar voto para evitar una derrota histórica. El Brexit en 2020 y sus consecuencias para la economía británica, el covid y el aumento del costo de vida parecen anular cualquier posibilidad de victoria conservadora.
“Se acabó. Debemos prepararnos para la realidad y la frustración de estar en la oposición”, escribió la exministra de Interior conservadora, Suella Braverman, en el Daily Telegraph. “En la votación del jueves se trata ahora de alcanzar una oposición suficientemente fuerte”, añadió.
Pesimismo conservador
El pesimismo se ha adueñado estos días de los conservadores que tratan de que la derrota sea lo menor posible, cuando las encuestas ofrecen una amplia mayoría absoluta laborista, en unas elecciones del jueves de las que saldrán los 650 escaños de la Cámara de los Comunes.
“Si nos fijamos en las encuestas, está bastante claro que los laboristas se dirigen a una victoria en una escala que probablemente nunca antes se haya visto en este país”, dijo el miércoles el ministro de Trabajo, Mel Stride.
Rishi Sunak, en su último día de campaña en el sudeste de Inglaterra, tratará el miércoles de ganar votos para evitar una “supermayoría” de los laboristas, como ha dejado entrever en las redes sociales.
Por su parte, Keir Starmer recorrerá el miércoles varios puntos del país en su último día de campaña, primero en Gales y después en Escocia, para terminar en el centro de Inglaterra. “Debemos continuar llevando nuestro mensaje de cambio. (...) Todavía hay muchos votantes indecisos en todo el país”, dijo a la BBC el coordinador de la campaña laborista, Pat McFadden.
Con información de AFP.